Más allá del paraiso
Vistas de página en total
martes, 24 de julio de 2012
Capítulo 5
Entro en el instituto y miro a mi alrededor, todo está lleno de chicos y chicas, hay una pareja besándose en una esquina, un grupo de chicas con las faldas muy cortas hablando animadamente.
Llego a recepción y veo a una señora bajita en una mesa amplía con muchos papeles.
- Buenos días, soy nueva - Digo con una sonrisa.
La mujer me mira de arriba a abajo y simula una sonrisa.
- ¿Tu nombre?
- ___________(TN) ______(TuApellido)
La mujer mira unos datos y me mira extañada.
- Aquí solo hay una _______(TN) Bieber.
No puede ser, me ha puesto su apellido, suspiro y asiento. -Ese es.
- Este es su horario - Meda un papel - Y este el plano de las aulas - Me da otro y hace un gesto para que me marche.
Suspiro y salgo de la recepción, miro el orario y veo que me toca matemáticas, en el aula A16.
Miro el plano, el aula por suerte no está muy lejos.
Entro y todo está lleno de grupos y gente gritando, veo una mesa libre al fondo en la esquina derecha y dejo mi mochila ahí, suspiro y me siento dejandome caer en la silla, me esperaba una mañana muy larga.
Todos estaban con sus amigos, escepto yo, que me sentía sola y marginada.
Una chica guapísima entró en la clase, era alta de pelo castaño y muy largo casi como el mío y ojos marrones verdosos.
Se acerca a mi y me sonríe ampliamente.
- ¿Nueva?
Yo asiento algo avergonzada.
- No te preocupes cielo, pronto te harás amigos, yo soy Caitlin, encantada.
- Yo soy ________(TN)
- Que bonito nombre -soríe- si quieres puedo enseñarte esto un poco.
- Me encantaría.
La profesora entra y todos se sientan es sus respectivos sitios, era una profesora alta, muy delgada y con unas gafas grandes para ver.
- Buenos días a todos.
- Buenos días señorita ¿ha encontrado ya a su príncipe azul? - Dice un chico riendo.
Era rubio con los ojos de un verde intenso, la corbata desabrochada y la camisa fuera de los pantalones.
- Muy gracioso señor García ¿por qué no empieza el curso fuera de clase?
- Oh encantado señorita, no sabe como echaba de menos - Dice cogiendo su mochila y saliendo de la clase.
La profesora empieza a pasar lista y al llegar a mi nombre hace una pausa.
- _________ (tn) ¿Bieber?
Todo el mundo se gira a mirar asombrado y yo me sonrojo y me hundo en el asiento todo lo que puedo.
La profesora me mira asombrada y tras unos segundos mirándome extrañada sigue pasando lista.
La mañana transcurrió normal, sin ningún incidente, Cait me enseñó el instituto y me presentó a algunos de sus amigos.
- Así que eres la prometida de Bieber ¿no? - Me dice Cait saliendo ya del instituto.
- ¿Cómo sabes eso?
- Mi hermano es Chris, ¿lo conoces?
Yo asiento y suspiro.
- No tenía más remedio que prometerme con él, quería lo mejor para mi hermana.
- Dios, yo cuando tenía 13 años estaba totalmente enamorada de Justin, siempre ha sido muy bueno conmigo y respetuoso, pero cuándo empezó a salir con Selena se alejó de todo el mundo y a mi me rompió el corazón.
- ¿Tan mala era Selena?
- No lo sé cariño, la verdad esque yo casi ni la conocía simplemente te digo de lo que me enteré por mi hermano.
- Bueno me tengo que marchar, ahí está Justin.
- Vale cariño - Me da un beso y se despide andando hacia un grupo de chicas.
Yo suspiro y voy hacia el coche de Justin, todavía estoy enfadada por lo del apellido.
Me subo al coche y cierro la puerta de un portazo.
- Ey reina ¿qué pasa? - Me dice Justin preocupado.
- Ahora me llamo _______(tn) Bieber ¿no?
Justin ríe y me da un bes en la mejilla.
- Cielo, así saben quien eres.
- Justin todo el mundo me ha mirado raro, me he sentido como un bicho.
Justin me coge del mentón haciendo que lo mirarar a sus preciosos ojos miel.
- Tú eres perfecta, con mi apellido o con el tuyo, nadie te tiene que mirar mal ¿entiendes? eres perfecta tal como eres.
Suspiro y aparto la vista.
Justin sonríe satisfecho y me da un pequeño beso en la comisura de los labios.
- Venga, te invito a comer.
- ¿Siempre tienes que estar sonríedo? --Digo burlona.
- Claro que no, cuando te beso no estoy sonriendo -ríe.
Me río negando y mordiéndome el labio inferior.
- Dios _______(tn) no te muerdas el labio así, que me vuelves loco.
Sonrío y me entran unas ganas terribles de besarle, y eso es lo que hago, cojo su cara despacio y uno nuestros labios haciendo que se muevan al mismo compás, dejando que su lengua entre despacio en mi boca y acaricie la mía despertándola y haciéndola reaccionar.
No quería que aquello acabara, rodeé su cuello despacio y seguí con el beso con más ganas, más pasión, como si no hubiera mañana. Justin puso una de sus manos en mi cintura y la otra en mi muslo haciendo que sintiera calor por todo mi cuerpo mientras el acariciaba despacio mi muslo sin separar sus labios de los míos ni un momento, yo sentía como sin querer mis braguitas se humedecían y yo tenía ganas de más, ganas de devorarlo, pero se separó y yo lo miré confusa.
- Cielo, se nos va a ir de las manos - Justin me mira sonriendo.
- Tienes razón, lo siento...
- Mira como me has puesto con un simple beso... - Dice riendo y poniendo su mano en su entrepierna.
Yo lo miro y veo su gran erección, me sonrojé nada más verlo y aparte la vista.
- ¿Qué pasa? - Dice el acariciando mi brazo.
Me encojo de hombros y le miro a los ojos.
- ¿Confías en mi?
Yo asiento y miro su mano, que coge despacio la mia y la pone en su entrepierna y yo siento un escalofrío por todo el cuerpo y me quedo paralizada.
- Cariño, no tengas vergüenza por las cosas naturales. - Dice sonriendo sin quitar mi mano de donde la puso.
Yo trago saliva y intento apartar la vista de donde se encuntra mi mano pero no puedo, me es imposible.
- Venga preciosa, ¿dónde quieres ir a comer? - dice quitándome la mano de su entre pierna.
Yo aún sonrojada me encojo de hombros.
- ¿Qué te parece París?
- ¿París? - Digo yo con los ojos como platos.
- Sí, París ¿no te gustaría vistarla? Comeríamos en el avión y nos pasaríamos allí hasta el miércoles.
- Pero.. ¿y mis clases?
- Eso me da igual, no creo que pase nada por unas vacaciones.
Sonrío y asiento - Me parece bien.
martes, 6 de diciembre de 2011
Capitulo 4
Llegamos a casa, repletos de bolsas y regalos.
Alex viene corriendo y salta a mis brazos.
- ¿Me habéis traido algún regalo?
- Claro princesita, todas estas bolsas son para ti.
Mi hermana sonríe y baja de mis brazos, empieza a abrir todas la bolsas y saca juguetes y peluches, sé le ve muy feliz.
Maribel la ayuda a llevar las cosas a su habitación y Justin me da dos bolsas, una tiene el móvil pero la otra no me ha dejado verla, dice que quiere que me la ponga esta noche.
- Venga, ya puedes abrir la bolsa.
Yo sonrío y abro la bolsa, saco un traje precioso, hasta las rodillas de color rosa pastel, miro a Justin y le doy un abrazo.
- Gracias, me encanta.
Justin me mira, en sus ojos hay un brillo especial.
- Esta noche celebraré un fiesta para presentarte oficialmente como mi prometida.
- Joder Justin que vergüenza.
- ¿Vergüenza por qué?
- Porque sí.
- Venga, te presentaré a mis amigos, verás como te lo pasas bien.
Yo me limito a sonreir y le doy un beso en la mejilla.
Subo y guardo el traje hoy me espera una noche muy larga.
(...)
Ya estoy casi lista, solo me falta ponerme el collar y los pendientes que Justin me ha dejado encima de la cama.
Me los pongo y suspiro, abajo se escucha música y como los invitados van entrando, estoy asustada, no sé que pensará la gente de mi, tal vez les caiga bien y piensen que soy una buena chica pero alomejor creen que solo quiero aprovecharme de su dinero.
TOC, TOC.
- Adelante.
- Vaya, estás espectacular - Dice Justin con una sonrisa.
- Gracias.
- Los invitados tienen muchas ganas de conocerte.
- Pero yo a ellos no.
Justin ríe y se acerca a mí, al estar sentada en la cama él se pone de cunclillas para estar a la misma altura que yo.
- Venga, no seas tan gruñona, les vas a gustar, tanto como a mí.
- ¿Y a ti te gusto? - Digo con un tono un tanto gracioso.
- No sabes cuanto. - Justin sonríe y seguidamente me da un rápido beso en los labios, de esos que te dejan con ganas de más.
Me coge de la mano salimos de la habitación, de nuevo en ese inmenso pasillo, la música se escucha un poco más alta, es lenta, la típica de fiestas importantes.
Vamos hacia la escalera y cuando llegamos hasta ella siento miles de ojos mirándome, la malloría son personas de la edad de Justin, miro a todo el mundo, me miran sorprendidos hasta que llego a unos ojos que ya conozco de antes, los de Chris, me ofrece una sonrisa tranquilizadora.
- ¿Ves? No ha pasado nada - Me susurra Justin.
Yo lo miro, mis ojos se encuentran con los suyos y por un momento es como si nadie estubiese allí, solo él y yo.
Bajamos la escalera lentamente y al llegar abajo la fiesta continúa, como si nada.
Unas chica algo mayor que Justin se acerca hasta nosotros.
- ¿Esta es tu futura esposa? - Le pregunta con una amplía sonrisa.
- Sí, ella es ____(TN)
- Encantada, yo soy Selena.
Yo le sonrío aunque me siento algo incómoda.
- Te diré algo, aunque a Justin le encanta hacerse el duro, luego, necesita que le mimen.
Justin la mira algo molesto y luego me mira a mí, yo estoy algo desconcertada.
- Bueno Selena, ¿sabes donde está Ryan?
- No Justin no lo sé, pero ¿Por qué quieres que deje de hablar con _____(TN)? Al fin y al cabo es ella quien va a sustituirme.
Al escuchar aquello aún estoy más confusa, Justin me coge de la mano y con un gesto suave me acerca a él.
- ¿Cómo que sustituirte? - Pregunto.
- Yo soy la ex-novia de Justin. Pero tranquila, es todo tuyo.
Selena se gira y se pierde entre la gente.
Voy a decirle algo a Justin pero este me interrumpe.
- Ya hablaremos de esto más tarde, ahora quiero presentarte a más gente.
Me lleva hasta Chris que está con una chica realmente guapa, ojos color caramelo y el pelo muy largo y castaño.
- Hola _____(TN) ven, te voy a presentar a mi novia, Clau, es de España.
- Hola, encantada. - Me sonríe y me da un cálido abrazo.
- Bueno chicos, ahora seguimos hablando que quiero presentarle a Ryan.
Justin me lleva hasta el jardín donde busca con la mirada algo.
- ¿Por qué tienes tanto interés en que conozca a Ryan?
- Porque de todos los que hay aquí, a parte de Chris, es uno de mis mejores amigos y en el que puedes confíar.
Por fin parece que lo ve y me acerca hasta un chico, de ojos azules y impresionante cuerpo.
- Ryan, te presento a mi prometida, _____(TN)
- Joder Justin, primero te da por una mayor que tú y ahora un yugurin...
Justin le da un golpe en el hombro y Ryan ríe.
- Vale, lo siento, encantado ____(TN) yo soy Ryan.
Me estrecha la mano y después de una larga noche de conversaciones que no entendía nada y gente a la que me presentaban y a los diez minutos no me acordaba de su nombre pudimos sentarnos a descansar.
- ¿Te lo estás pasando bien?
- Bueno, no está mal.
- Lo entiendo, estás fiestas son muy aburridas para una chica de tu edad, pero ya te irás acostumbrando.- Justin pasa uno de sus brazos por mis hombros y me acerca a él.
En ese momento se escucha la canción de la otra noche, la canción con la que di mi primer beso. Miro a Justin y él me sonríe.
- ¿Quiéres bailar?
Yo me levanto y lo llevo hasta el gran salón donde muchas parejas están bailando, al principio me da algo de vergüenza pero Justin me sonríe y hace que todo se me olvide.
Llevamos así mucho tiempo, no sé cuanto pero la canción está a punto de acabar.
- ¿Quiéres ser la chica más envidiada de esta fiesta? - Me susurra Justin con una sonrisa.
- Creo que ya soy la más envidiada.
Justin ríe y finalmente une nuestros labios, haciendo que se escuche un 'ooooh' por toda la sala, yo me ruborizo y Justin sonríe sobre mis labios, no sé por qué pero me encanta que haga eso.
Nos separamos por falta de aire y seguimos con la fiesta.
Son las doce y cuarto y yo estoy muy aburrida, no sé que hacer, todo el mundo habla de cosas que no entiendo y lo único que hago es seguir a Justin. Cada vez la fiesta está más vacía, definitavemente, esto es un muermo.
Chris le susurra algo a Justin en el oído a lo que Justin empieza a pedir a la gente que se marche, en pocos minutos solo quedamos Justin, Chris, Clau, Ryan y una chica de la cual no recuerdo su nombre.
- Ven. - Justin me coge la mano y me lleva hasta el garaje.
Nos montamos en dos coches, en unos se montan Ryan, Chris, Clau y la chica 'sin nombre' y en otro solo Justin y yo.
- ¿A dónde vamos?
- No seas impaciente, es una sorpresa.
Yo me cruzo de brazos y pongo la radio, están poniendo canciones de hace algunos años y Justin comienza a tararear una, el estribillo se lo sabe y empieza a cantarlo, tiene una voz preciosa que consigue erizarme el bello.
- Ya hemos llegado.
Justin baja del coche y me abre la puerta, estamos en una playa, al fondo se ve una hoguera con personas alrededor.
- ¿Qué vamos a hacer aquí?
- La verdadera fiesta.
Llegamos hasta la hoguera, en ella están Clau, la chica 'sin nombre', Chris y Ryan.
- Ey bro! Ven, hemos traído algunas cosas - Dice Chris con una bolsa en la mano.
De ella saca algunas botellas y una bolsa de esponjitas.
No sentamos alrededor de la hoguera.
Pasamos una noche estupenda entre risas y demás, por fin consigo enterarme del nombre de la chica, Mar.
- ¿Tiénes frío? - Me susurra Justin.
- Un poco.
Justin se quita la chaqueta y me la pone por los hombros.
- Justin, estoy cansada ¿nos podemos ir a casa?
Justin asiente y se despiede de todos seguidamente me lleva a casa.
La luz me da en los ojos, me molesta bastante, abro los ojos como puedo y me estiro.
- Buenos días dormilona.
- Justin, tu y yo tenemos una conversación pendiente.
- ¿Qué?
- ¿Por qué Selena dice que soy su sustituta?
- Bah, no le hagas caso.
- No, Justin, quiero saberlo.
Justin se acerca a mi y empieza a besar mi cuello cada vez me cuesta respirar más y de mi boca sale un pequeño gemido aunque yo me levanto de la cama.
- ¿Qué te pasa?
- Que me contestes.
Justin suspira y se levanta, me coje de la mano, me acerca a él y acerca su boca a mi oído.
- ¿Sabes? Haces que me vuelva loco.
- Justin, por favor, hago lo que sea pero cuéntamelo.
Justin me mira y sonríe.
- ¿Lo que quiera? - Me rodea la cintura y baja su mano hasta mi trasero.
- No pienses mal.
Justin ríe.
- Selena se iba a casar conmigo por eso te lo dijo.
- ¿Y por qué no os casásteis?
- Eres un cotilla.
- Venga dímelo.
- Pues porque las cosas salieron mal y ya está.
- ¿Tú la querías?
- Más que a nada en esta vida.
- ¿Pero qué pasó?
- Me engañó, lo único que quería era mi dinero, pero lo pasado pasado está y ¿sabes qué?
- ¿Qué?
- Que ahora mismo, aquí, contigo, soy el hombre más feliz del mundo.
Yo sonreí y le besé, le besé como nunca antes, entregándome a él como nuna, Justin me tumbó delicadamente en la cama y él se puso sobre mi sin separar nuestros labios.
- Justin, parecemos una pareja - río.
- ¿Es que no lo somos?
- No.
Justin se levanta brusco y se apoya en el sofá.
- ¿Cómo que no somos una pareja?
- Bueno, puede que sienta algo por ti pero es nada más que cariño.
- Hicimos un trato, tú te casabas conmigo y yo te trataba a ti y a tu hermana como una reina.
- Lo sé Justin, lo siento, no te enfades. - Me levanto de la cama, me aerco a él y le pongo un pucherito.
Él ríe y acaba uniendo de nuevo nuestros labios.
(...)
Siento como alguien me tambalea, unas manos suaves y cálidas.
- Cariño, despierta, hoy es tu primer día de clase.
Yo suspiro y miro hacia Justin que me mira con uan amplia sonrisa.
- No sé como puedes despertarte siempre con esa sonrisa.
- Porque tengo lo más hermoso a mi lado.
Yo me sonrojo y le doy un pequeño golpe en el brazo, seguidamente me levanto de la cama y voy a cambiarme.
Me aseo y me pongo mi uniforme, es bastante normal y típico, falda de cuadros, camisa blanca, jerdey y corbata.
Bajo hasta la cocina donde el desayuno ya está servido.
- Bueno día hermanita. - Mi hermana está sentada tomándose unas galletas con uan gran sonrisa.
- Bueno días princesa.
- ¿Hoy es tu primer día de cole?
Yo asiento y suspiro, no tengo muchas ganas, además tengo bastante sueño.
- Señorita ¿Va a querer algo de desayunar?
Yo miro lo que hay y abservo un plto de tortitas, sonrío al verlo cojo un y le pego un bocado.
- ¿Qué haces tomándote mis tortitas? - Pregunta Justin divertido entrando a la cocina.
- Lo siento, no sabía que eran tuyas.
- Bah, no te preocupes, además todo lo mío es tuyo.
Yo sonrío y me termino la tortita.
- Venga cariño te llevo a clase.
Subimos al coche, Justin arranca el motor y coge mi mano apoyándola en la palanca de cambio de marcha, cambiamos de marcha los dos a la vez, me siento extraña peor a la vez, me gusta.
Por fin llegamos a ese inmenso colegio, delante de nuestro coche pasan una chicas con las faldas bastante subidas y las camisas atadas con un nudo no puedo evitar mirar a Justin que las mira con deseo.
- ¿Por qué no le pides a alguna de esas que se case contigo? - Pregunto irónica.
Justin me mira y sonríe.
- ¿Te has puesto celosa?
- No.
Justin vuelve a reír.
- Bueno, me marcho quiero saber más o menos donde están las clases.
Intento abrir la puerta pero Justin me coge de la mano y me acerca a él.
- Estaré más de seis horas sin verte ¿no me das ni un beso?
Yo le doy un rápido beso en los labios y salgo del coche.
Alex viene corriendo y salta a mis brazos.
- ¿Me habéis traido algún regalo?
- Claro princesita, todas estas bolsas son para ti.
Mi hermana sonríe y baja de mis brazos, empieza a abrir todas la bolsas y saca juguetes y peluches, sé le ve muy feliz.
Maribel la ayuda a llevar las cosas a su habitación y Justin me da dos bolsas, una tiene el móvil pero la otra no me ha dejado verla, dice que quiere que me la ponga esta noche.
- Venga, ya puedes abrir la bolsa.
Yo sonrío y abro la bolsa, saco un traje precioso, hasta las rodillas de color rosa pastel, miro a Justin y le doy un abrazo.
- Gracias, me encanta.
Justin me mira, en sus ojos hay un brillo especial.
- Esta noche celebraré un fiesta para presentarte oficialmente como mi prometida.
- Joder Justin que vergüenza.
- ¿Vergüenza por qué?
- Porque sí.
- Venga, te presentaré a mis amigos, verás como te lo pasas bien.
Yo me limito a sonreir y le doy un beso en la mejilla.
Subo y guardo el traje hoy me espera una noche muy larga.
(...)
Ya estoy casi lista, solo me falta ponerme el collar y los pendientes que Justin me ha dejado encima de la cama.
Me los pongo y suspiro, abajo se escucha música y como los invitados van entrando, estoy asustada, no sé que pensará la gente de mi, tal vez les caiga bien y piensen que soy una buena chica pero alomejor creen que solo quiero aprovecharme de su dinero.
TOC, TOC.
- Adelante.
- Vaya, estás espectacular - Dice Justin con una sonrisa.
- Gracias.
- Los invitados tienen muchas ganas de conocerte.
- Pero yo a ellos no.
Justin ríe y se acerca a mí, al estar sentada en la cama él se pone de cunclillas para estar a la misma altura que yo.
- Venga, no seas tan gruñona, les vas a gustar, tanto como a mí.
- ¿Y a ti te gusto? - Digo con un tono un tanto gracioso.
- No sabes cuanto. - Justin sonríe y seguidamente me da un rápido beso en los labios, de esos que te dejan con ganas de más.
Me coge de la mano salimos de la habitación, de nuevo en ese inmenso pasillo, la música se escucha un poco más alta, es lenta, la típica de fiestas importantes.
Vamos hacia la escalera y cuando llegamos hasta ella siento miles de ojos mirándome, la malloría son personas de la edad de Justin, miro a todo el mundo, me miran sorprendidos hasta que llego a unos ojos que ya conozco de antes, los de Chris, me ofrece una sonrisa tranquilizadora.
- ¿Ves? No ha pasado nada - Me susurra Justin.
Yo lo miro, mis ojos se encuentran con los suyos y por un momento es como si nadie estubiese allí, solo él y yo.
Bajamos la escalera lentamente y al llegar abajo la fiesta continúa, como si nada.
Unas chica algo mayor que Justin se acerca hasta nosotros.
- ¿Esta es tu futura esposa? - Le pregunta con una amplía sonrisa.
- Sí, ella es ____(TN)
- Encantada, yo soy Selena.
Yo le sonrío aunque me siento algo incómoda.
- Te diré algo, aunque a Justin le encanta hacerse el duro, luego, necesita que le mimen.
Justin la mira algo molesto y luego me mira a mí, yo estoy algo desconcertada.
- Bueno Selena, ¿sabes donde está Ryan?
- No Justin no lo sé, pero ¿Por qué quieres que deje de hablar con _____(TN)? Al fin y al cabo es ella quien va a sustituirme.
Al escuchar aquello aún estoy más confusa, Justin me coge de la mano y con un gesto suave me acerca a él.
- ¿Cómo que sustituirte? - Pregunto.
- Yo soy la ex-novia de Justin. Pero tranquila, es todo tuyo.
Selena se gira y se pierde entre la gente.
Voy a decirle algo a Justin pero este me interrumpe.
- Ya hablaremos de esto más tarde, ahora quiero presentarte a más gente.
Me lleva hasta Chris que está con una chica realmente guapa, ojos color caramelo y el pelo muy largo y castaño.
- Hola _____(TN) ven, te voy a presentar a mi novia, Clau, es de España.
- Hola, encantada. - Me sonríe y me da un cálido abrazo.
- Bueno chicos, ahora seguimos hablando que quiero presentarle a Ryan.
Justin me lleva hasta el jardín donde busca con la mirada algo.
- ¿Por qué tienes tanto interés en que conozca a Ryan?
- Porque de todos los que hay aquí, a parte de Chris, es uno de mis mejores amigos y en el que puedes confíar.
Por fin parece que lo ve y me acerca hasta un chico, de ojos azules y impresionante cuerpo.
- Ryan, te presento a mi prometida, _____(TN)
- Joder Justin, primero te da por una mayor que tú y ahora un yugurin...
Justin le da un golpe en el hombro y Ryan ríe.
- Vale, lo siento, encantado ____(TN) yo soy Ryan.
Me estrecha la mano y después de una larga noche de conversaciones que no entendía nada y gente a la que me presentaban y a los diez minutos no me acordaba de su nombre pudimos sentarnos a descansar.
- ¿Te lo estás pasando bien?
- Bueno, no está mal.
- Lo entiendo, estás fiestas son muy aburridas para una chica de tu edad, pero ya te irás acostumbrando.- Justin pasa uno de sus brazos por mis hombros y me acerca a él.
En ese momento se escucha la canción de la otra noche, la canción con la que di mi primer beso. Miro a Justin y él me sonríe.
- ¿Quiéres bailar?
Yo me levanto y lo llevo hasta el gran salón donde muchas parejas están bailando, al principio me da algo de vergüenza pero Justin me sonríe y hace que todo se me olvide.
Llevamos así mucho tiempo, no sé cuanto pero la canción está a punto de acabar.
- ¿Quiéres ser la chica más envidiada de esta fiesta? - Me susurra Justin con una sonrisa.
- Creo que ya soy la más envidiada.
Justin ríe y finalmente une nuestros labios, haciendo que se escuche un 'ooooh' por toda la sala, yo me ruborizo y Justin sonríe sobre mis labios, no sé por qué pero me encanta que haga eso.
Nos separamos por falta de aire y seguimos con la fiesta.
Son las doce y cuarto y yo estoy muy aburrida, no sé que hacer, todo el mundo habla de cosas que no entiendo y lo único que hago es seguir a Justin. Cada vez la fiesta está más vacía, definitavemente, esto es un muermo.
Chris le susurra algo a Justin en el oído a lo que Justin empieza a pedir a la gente que se marche, en pocos minutos solo quedamos Justin, Chris, Clau, Ryan y una chica de la cual no recuerdo su nombre.
- Ven. - Justin me coge la mano y me lleva hasta el garaje.
Nos montamos en dos coches, en unos se montan Ryan, Chris, Clau y la chica 'sin nombre' y en otro solo Justin y yo.
- ¿A dónde vamos?
- No seas impaciente, es una sorpresa.
Yo me cruzo de brazos y pongo la radio, están poniendo canciones de hace algunos años y Justin comienza a tararear una, el estribillo se lo sabe y empieza a cantarlo, tiene una voz preciosa que consigue erizarme el bello.
- Ya hemos llegado.
Justin baja del coche y me abre la puerta, estamos en una playa, al fondo se ve una hoguera con personas alrededor.
- ¿Qué vamos a hacer aquí?
- La verdadera fiesta.
Llegamos hasta la hoguera, en ella están Clau, la chica 'sin nombre', Chris y Ryan.
- Ey bro! Ven, hemos traído algunas cosas - Dice Chris con una bolsa en la mano.
De ella saca algunas botellas y una bolsa de esponjitas.
No sentamos alrededor de la hoguera.
Pasamos una noche estupenda entre risas y demás, por fin consigo enterarme del nombre de la chica, Mar.
- ¿Tiénes frío? - Me susurra Justin.
- Un poco.
Justin se quita la chaqueta y me la pone por los hombros.
- Justin, estoy cansada ¿nos podemos ir a casa?
Justin asiente y se despiede de todos seguidamente me lleva a casa.
La luz me da en los ojos, me molesta bastante, abro los ojos como puedo y me estiro.
- Buenos días dormilona.
- Justin, tu y yo tenemos una conversación pendiente.
- ¿Qué?
- ¿Por qué Selena dice que soy su sustituta?
- Bah, no le hagas caso.
- No, Justin, quiero saberlo.
Justin se acerca a mi y empieza a besar mi cuello cada vez me cuesta respirar más y de mi boca sale un pequeño gemido aunque yo me levanto de la cama.
- ¿Qué te pasa?
- Que me contestes.
Justin suspira y se levanta, me coje de la mano, me acerca a él y acerca su boca a mi oído.
- ¿Sabes? Haces que me vuelva loco.
- Justin, por favor, hago lo que sea pero cuéntamelo.
Justin me mira y sonríe.
- ¿Lo que quiera? - Me rodea la cintura y baja su mano hasta mi trasero.
- No pienses mal.
Justin ríe.
- Selena se iba a casar conmigo por eso te lo dijo.
- ¿Y por qué no os casásteis?
- Eres un cotilla.
- Venga dímelo.
- Pues porque las cosas salieron mal y ya está.
- ¿Tú la querías?
- Más que a nada en esta vida.
- ¿Pero qué pasó?
- Me engañó, lo único que quería era mi dinero, pero lo pasado pasado está y ¿sabes qué?
- ¿Qué?
- Que ahora mismo, aquí, contigo, soy el hombre más feliz del mundo.
Yo sonreí y le besé, le besé como nunca antes, entregándome a él como nuna, Justin me tumbó delicadamente en la cama y él se puso sobre mi sin separar nuestros labios.
- Justin, parecemos una pareja - río.
- ¿Es que no lo somos?
- No.
Justin se levanta brusco y se apoya en el sofá.
- ¿Cómo que no somos una pareja?
- Bueno, puede que sienta algo por ti pero es nada más que cariño.
- Hicimos un trato, tú te casabas conmigo y yo te trataba a ti y a tu hermana como una reina.
- Lo sé Justin, lo siento, no te enfades. - Me levanto de la cama, me aerco a él y le pongo un pucherito.
Él ríe y acaba uniendo de nuevo nuestros labios.
(...)
Siento como alguien me tambalea, unas manos suaves y cálidas.
- Cariño, despierta, hoy es tu primer día de clase.
Yo suspiro y miro hacia Justin que me mira con uan amplia sonrisa.
- No sé como puedes despertarte siempre con esa sonrisa.
- Porque tengo lo más hermoso a mi lado.
Yo me sonrojo y le doy un pequeño golpe en el brazo, seguidamente me levanto de la cama y voy a cambiarme.
Me aseo y me pongo mi uniforme, es bastante normal y típico, falda de cuadros, camisa blanca, jerdey y corbata.
Bajo hasta la cocina donde el desayuno ya está servido.
- Bueno día hermanita. - Mi hermana está sentada tomándose unas galletas con uan gran sonrisa.
- Bueno días princesa.
- ¿Hoy es tu primer día de cole?
Yo asiento y suspiro, no tengo muchas ganas, además tengo bastante sueño.
- Señorita ¿Va a querer algo de desayunar?
Yo miro lo que hay y abservo un plto de tortitas, sonrío al verlo cojo un y le pego un bocado.
- ¿Qué haces tomándote mis tortitas? - Pregunta Justin divertido entrando a la cocina.
- Lo siento, no sabía que eran tuyas.
- Bah, no te preocupes, además todo lo mío es tuyo.
Yo sonrío y me termino la tortita.
- Venga cariño te llevo a clase.
Subimos al coche, Justin arranca el motor y coge mi mano apoyándola en la palanca de cambio de marcha, cambiamos de marcha los dos a la vez, me siento extraña peor a la vez, me gusta.
Por fin llegamos a ese inmenso colegio, delante de nuestro coche pasan una chicas con las faldas bastante subidas y las camisas atadas con un nudo no puedo evitar mirar a Justin que las mira con deseo.
- ¿Por qué no le pides a alguna de esas que se case contigo? - Pregunto irónica.
Justin me mira y sonríe.
- ¿Te has puesto celosa?
- No.
Justin vuelve a reír.
- Bueno, me marcho quiero saber más o menos donde están las clases.
Intento abrir la puerta pero Justin me coge de la mano y me acerca a él.
- Estaré más de seis horas sin verte ¿no me das ni un beso?
Yo le doy un rápido beso en los labios y salgo del coche.
Capitulo 3
Me levanté, en la habitación había una luz preciosa, de esas que te hacen levantar con una sonrisa.
Miré a mi lado y Justin no estaba, en su lugar había una nota, 'Reina, me he ido a hacer unas comprillas con tu hermana, estaremos en casa a la hora de comer, te quiero, Justin'
Una sonrisa apareció en mi rostro ¿Por qué me hacía sentir así? Suspiré y me tumbé de nuevo en la cama.
- Hola señorita _____(TN) ¿Quiére desayunar aquí o prefiere en el comedor?
Yo me elvanté bruscamente de la cama y miré hacía Maribel.
- ¿Puedo desayunar aquí? - Pregunté con un tono un tanto gracioso.
- Claro señorita, puede hacer lo que quiera.
Yo sonreí y le pedí que me llevase el desayuno a la cama.
Cuando por fin Maribel se marchó de la habitación me dispuse a cambiarme, me puse unos pantalones vaqueros, una sudadera y unas deportivas.
Me sonté en el sofá en frente de la chimenea y puse la televisión.
´Las acciones del señor Bieber están disparadas, parece que puede llegar a ser uno de los hombres más ricos del mundo´.
Yo me quedé petrificada ¿Uno de los hombres más ricos del mundo? Joder, eso le tubo que costar mucho.
Maribel me trae el desayuno, unas tostadas y un poco de zumo, yo se lo agradezco y empiezo a comer tenía bastante hambre.
Termino y bajo, la casa está sola, se nota cuando Justin no está en ella.
Miro por todas las habitaciones hasta que llego a la biblioteca, todavía me cuesta situarme en esta casa tan grande, miro algunas estantería, libros y más libros, un aburrimiento, hasta que llego a unos álbumes, lo admito soy muy cotilla y no pude resistirme a mirar unas cuantas fotos.
Me senté en un amplio sofá que habia, abrí el primer álbum, salía Justin de pequeño, con una mujer joven, debería ser su madre, otra con un chico y una chica, parecían bastante felices.
- ¿Sabes? Deberías aprender a no cotillear tanto.
Subo la mirada y lo veo entrando en la biblioteca seguido de mi hermana.
- Bueno, voy a ser tu esposa, todo lo tuyo es mío ¿no?
Justin sonríe y me quita el álbum de las manos, lo observa con una sonrisa y me lo vuelve a dar.
- Esta es mi hermana Jazzy, tiene catorce años y él es Jaxon, que tiene nueve.
Yo me quedé observándolos, la verda, se parecían bastante a Justin.
- ¿Te parece si comemos?
- ¿Qué hora es? - Pregunto algo confusa, ya que no hace ni media hora que he desayunado.
- Las dos y media.
- Yo no tengo hambre, acabo de desayunar - Digo con uan sonrisa.
- Bueno pues yo me muero de hambre, esto de estar toda la mañana de compras de mucha ¿verdad Alex?
- Sí, hemos comprado muchas cosas - Dice ella con una sonrisa.
Salimos de la biblioteca y mientras vamos al comedor Alex me va contando todo lo que han ido haciendo.
- Y luego Justin me llevó a una juguetería y me dijo que podía comprar todo lo que quisiese ¿Pero sabes lo que más me ha gustado?
- ¿El qué?
- Cuando hemos ido a comprar tus trajes de reina.
- ¿Mis trajes de reina? - Pregunto confusa.
- Sí, Justin te a comprado mucha ropa y dos trajes muy bonitos.
Yo miro a Justin y este se limita a sonreír.
- ¿Y tú que has hecho? - Pregunta Justin intentado desviar la conversación.
- Pues dormir - sonrío.
Cuando terminan de comer nos vamos al salón a ver un poco la televisión.
Llaman a la puerta y Justin se levanta para ver quien es, se escuha la voz de un chico, más o menos de la edad de Justin y parecen bastante contentos.
- Ven, te voy a presentar a unas chicas. - Se escucha decir a Justin y segudamente unos pasos acercándose.
Miro hacia la entrada y veo un chico, bastante guapo ¿Qué digo guapo? Guapísimo, el me sonríe y yo le contesto con otra sonrisa.
- Ella es ______(TN) - Dice Justin algo molesto.
El chico se acerca sin borrar su sonrisa del rostro y me da la mano.
- Yo soy Christian, aunque me puedes llamar Chris.
- Encantada Chris.
(...)
Chris pasa al tarde con nosotros, nunca pensé que Justin fuera tener amigos ¿normales? sí, pensaba que todos iban a ser unos estirados y que el dinero le saliera por las orejas.
- ¿Entonces? Tú eres la prometida de Justin ¿no?
- Así es -suspiro.- Bueno, enrealidad lo hago por mi hermana.
- Bueno, se ve que se llevan bastante bien.
Chris dirige su mirada hasta ellos, ahora mismo estamos en la piscina cubierta, Alex se empeñó en que quería ir y al final accedimos, la verdad no se está tan mal y me encanta ver como Justin y Alex juegan, parece que nunca se cansan.
- Bro, se hace tarde, es mejor que me marche ¿mañana nos vemos en la oficina?
- Claro, y por favor, ven pronto no quiero seguir cubriéndote.
- ¡Pero si tú eres el jefe capullo!
- Es verdad, entonces no pasa nada - Justin ríe y se despide de Chris.
Ya es bastante tarde y vamos a cenar, una pizza, espera, ¿una pizza?
- Vaya, nunca pensé que te gustaran estas cosas. - Digo mientras me siento en el comedor.
- ¿Bromeas? Esto es lo mejor que han inventado - Dice Justin mientras le pegan un buen bocado a su trozo.
Mi hermana no come mucho solo dos trozos y se va temprano a la cama ya que está rendida del día que llevaba sin parar.
Justin y yo seguimos en el comedor, él está sentado a mi lado mirándome sonriente mientras le cuento todas mis trabesuras en el orfanáto.
Miro la caja de la pizza solo queda un trozo, Justin me mira desafiante y los dos nos lanzamos a por el trozo, aunque Justin es más rápido y la consigue coger.
La mira y la chupa, luego la deja en la caja.
- Venga, cógela ahora - Dice con tono burlón.
Y yo sin contarme cojo el trozo y le pego un buen bocado.
- ¿Sabes? Ahora mis salibas se quedarán en tu boca durante seis meses.
- ¿Dónde has leido eso? - Digo burlona.
- No lo sé, pero lo leí.
Yo río y me doy cuenta de que estamos a tan solo unos centímetros.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Claro, dígame señor Bieber.
- ¿Por qué no te pruebas los trasjes que te he comprado?
Yo sonrío y subo corriendo a la habitación, los busco en el vestidor, primero me pongo uno negro, largo y algo estrecho, con algunos brillantitos, bastante sencillo pero muy bonito.
Me asomo a las escaleras y escucho una canción lenta, no reconozco cuál es pero me he enamorado nada más escucharla.
Justin aparece al final de la escaleras y me sonríe.
Bajo las escaleras hasta encontrarme con su mano, la cojo fuertemente y él me coje de la cintura, me eleva un poco y hace que me salte los dos últimos escalones. Me vuelve a dejar en el suelo y me susurra al oído 'estás preciosa' Yo siento como mis mejillas empiezan a calentarse, no, por favor, otra vez no quiero ponerme roja.
- ¿Siempre eres así de vergonzosa?
- Depende de con quién esté.
- Bueno, pero conmigo tienes que tener confianza, vivimos juntos.
Justin me da un giro al ritmo de la música, todo es perfecto, la música, el vestido, él , yo...
Pasamos así toda la noche, no hablamos mucho, solo nos limitamos a sonreír, pero me siento bien.
- ¿Sabes? Pensé que serías de otra manera. - Le digo mientras apoyo mi cabeza en su hombro.
- ¿De otra manera? ¿Cómo el señor Burns?
Río ante el comentario y le vuelvo a mirar, esos ojos, esos ojos son la cosa más bonita que he visto y puede que ahora mismo no me importe ser su prometida, es más, me gusta serlo.
Mis manos rodean su cuello y sonrío, él también lo hace. Me pega más a él y siento como mi corazón se acelera, muy lentamente vamos acercando nuestros rostros, y finalmente rozamos nuestras narices.
Siento su aliento chocando en mi boca pero no puedo resistirlo, necesito besarle, sentir como es eso.
Finalmente junto nuestros labios, no hacemos nada, solo los juntamos y entonces siento como sube uno de sus manos hasta mi mentón y hace que habra mi boca un poco para introducir su lengua, roza con la mía pero no sé que hacer, como actuar, él se separa y me mira.
- Déjate llevar ¿vale? - Me dice sereno con uan sonrisa.
Yo asiento y vuelvo a unir nuestros labios, esta vez no necesito que él me ayude a abrir mi boca, lo hago yo sola y siento de nuevo su lengua que roza la mía suavemente, entonces mi lengua se despierta y juega un poco, es algo extraño hace unas hora pensaba que nunca iba a hacer esto con él pero ahora mira, lo estoy besando, y Dios, nunca he estado tan feliz.
Escuchamos unas pequeñas palmaditas desde la escalera, Justin y yo nos giramos y vemos a mi hermana con una amplía sonrisa.
- ¿Qué haces despierta tan temprano? - Pregunto acercándome a ella.
- He escuhado música y quería ver que pasaba, ¿Sois novios? - Pregunta con uan sonrisa.
- Venga pequeña, te acompaño a tu habitación - Digo intentando cambiar de tema.
L a cojo de la mano y la llevo hasta su habitación, la tumbo en la cama y la tapo.
- ____(TN), ¿Justin y tú sois novios?
- ¿Te gustaría que lo fuésemos?
- Claro, además, se ve que os queréis mucho.
- Verás pequeña, las cosas son algo defíciles pero te prometo que cuando seas mayor yo te lo explico todo.
Ella asiente y cierra los ojos.
Me voy a mi habitación, donde Justin me esperaba tumbado en la cama.
Me cambio en el vertidor y salgo con el pijama puesto, me tumbo al lado de Justin y pongo la televisión.
- ¿Qué piensas ahora de mí? Ahora que me has besado. - Dice Justin con una sonrisa.
Yo lo miro y me apoyo en su pecho, lo tiene descubierto y me encanta.
- Pues no lo sé, pero supongo que no te tengo tanta manía - suelto uan carcajada.
- Yo diría que hasta me quieres.
- No sueñes.
- ¿Te puedo pedir un favor?
- Depende.
- Depende ¿de qué?
- Del favor que sea.
- ¿Me das un beso de buenas noches?
Yo sonrío y me acerco hasta su rostro, está sonriendo y me encanta verlo así, uno nuestros labios de nuevo y con un rápido gesto se pone enciama mía.
- Justin, para - Digo apartándome de él.
- ¿Qué pasa?
- Que me has pedido un beso de buenas noches - sonrío - no te pases.
Él sonríe y se pone a mi lado, me rodea con su fuerte brazo y me acerca a él.
Finalmente el sueño puede conmigo.
Me despierto, esta vez Justin sí está a mi lado, con los ojos cerrados, durmiendo es un angelito.
Decido darme una ducha, voy hasta el vestidor y cojo algo de ropa, me aseguro de que Justin sigue dormido y me quedo en ropa interior, voy sigilosa hasta el baño pero justo cuando voy a entrar alguien me abraza por detrás.
- ¿No deberías ir así por la casa? - Me susurra al oído.
Yo estoy roja, quiero morirme, no sé que hacer, miro al suelo nerviosa y me quedo callada.
Justin me gira y sonríe.
- ¿Sabes? Yo nunca te obligaré a hacer algo que no quieras pero me harías la persona más feliz del mundo si....
- ¿Si? - Digo yo mirándole a los ojos, están brillantes.
- Bah, déjalo, nunca va a pasar.
- No, Justin dímelo ¿si qué?
- Pues si me entregaras tu virginidad.
Esas palabras me dejaron helada, joder, nunca pensé que hablaría de eso con Justin porque nunca lo haré con él, puede que lo bese, puede que incluso le llegue a querer pero no hasta tal punto de entregarle algo tan importante.
Me separo de él y me meto en el baño, unas lágrimas recorren mi rostro ¿Por qué lloro? No debería llorar, no, al menos no por él.
*Justin*
____(TN) se va, me deja allí. ¿Por qué coño le has tenido que decir eso? Eres un bocazas.
- ¡Justin!
Me giro y veo a Alex correr hacía mí, la cojo en brazos y le doy un beso en la mejilla.
- ¿Ya te has despertado?
- No, me he despertado hace mucho, ya he desayunado y todo - Dice con una sonrisa.
- ¿Y no me has habisado?
- No, es que Maribel me dijo que era de mala educación despertar a las personas.
- Bah, pero a mí me puedes despertar siempre que quieras.
La siento en la cama y yo me tumbo a su lado.
- ¿Justin? ¿Por qué ______(TN) no quiere ser tu novia?
- No lo sé, alomejor es que soy muy feo.
Ella ríe y se pone de rodillas.
- No eres feo.
- Entonces no lo sé, alomejor me tendré que casar contigo - Le digo con una sonrisa.
Ella niega con la cabeza y se tumba en la cama tapándose con la almohada.
- ¿Qué no quieres casarte conmigo? - Le digo mientras le hago cosquillas.
- ¡No! Tú eres muy viejo - Dice ella entre risas.
Paro y me tumbo de nuevo.
- Oye, ¿tú hermana alguna vez te ha contado algún sueño?
- No, pero cuando era más pequeña me contaba un cuento y por la forma en la que lo contaba creo que le hubiese gustado ser la protagonista.
- ¿Y qué decia el cuento?
- Es sobre una princesa que vive encerrada en una torre y un príncipe la rescata, el príncipe la lleva a una ciudad preciosa la llamaba 'La ciudad de los enamorados' y decía que allí se prometieron amor eterno.
Yo pienso, ¿La ciudad de los enamorados? Ya sé París, siempre ha sido la ciudad donde van los enamorados.
Escucho como abren la puerta del baño y sale _____(TN) con el pelo mojado y una gran sonrisa.
*TÚ*
Salgo del baño y veo a Justin y a Alex tumbados en la cama.
- ¿Qué hacéis?
- Nada - Dice Justin con una sonrisa.
Yo le sonrío, quiero hacer como si nada de lo de antes haya pasado.
- ¿Qué vamos a hacer hoy?
- Pues yo te tengo que comprar algunas cosillas, ya sabes, la semana que viene empiezas el instituto y tendrás que ir preparada.
- ¿Cómo que empiezo el instituto?
- Lo que oyes, tendrás que estudiar ¿no?
Yo suspiro y asiento, me siento en el sofá y comienzo a peinar mi larga melena que está hecha un desastre.
(...)
Llegamos a un inmenso centro comercial, está repleto de gente.
Empezamos a caminar hacia la puerta y siento como Justin entrelaza nuestros dedos, yo lo miro y me sonríe, no puedo resistirlo y también lo hago.
Vamos por los largos pasillos del centro comercial, todo el mundo nos mira y yo me siento algo intimidada.
Entramos a una tienda de móviles.
- Bueno, elige el que quieras.
- ¿Cómo que elija el que quiera?
- Pues eso, necesitas un móvil para poder llamarme si necesitas algo.
- Pero yo no sé de esto.
Justin suspira y se acerca al dependiente.
- Deme el móvil más caro que tenga.
Yo aprieto su mano que no ha soltado desde que entramso al centro comercial.
- ¿Qué pasa?
- Que yo no necesito el más caro, yo quiero uno normalito.
- Déjame a mi esto ¿vale?
Yo suspiro y asiento.
El hombre trae una caja de la que saca un móvil bastante bonito, de color negro y táctil, empiezan a hablar de cosas que no entiendo, solo observo como Justin asiente y de vez en cuando sonríe, finalmente le da su tarjeta de crédito y paga.
- Justin, no necesito tanto, enserio.
- ¿Quiéres dejar de quejarte?
- No, es que... - Justin me interrumpe besando mis labios, me siento como en una nube pero al separarnos todo el mundo nos mira, normal, yo también me quedaría mirando si viese a una adolescente besar a un chico que tiene muchos más años que ella.
Justin me mira y sonríe, parece que todo se lo tome a cachondeo, me vuelve a coger de la mano y me lleva hasta una cafetería donde él pide un café y yo un batido de chocolate.
- Justin, no vuelvas a hacer eso en público.
- ¿El qué?
- Pues besarme, todo el mundo nos miraba.
- Pues que miren, a mi me da igual lo que piensen.
- Pues a mi sí, porque esto se me está llendo de las manos.
Justin me mira confuso.
- Justin, lo siento pero esto no puede seguir así, esto de comprarme todo lo que quiera, de ser una niña mimada y además besarme cuando te dé la gana.
- Cariño, eres mi futura esposa, puede que no nos hayamos conocido como las demás parejas ¿Y qué? Yo sé lo que te pasa y no quieres admitirlo.
- A ver, señorito 'sabelotodo` ¿Qué me pasa?
- Que te da miedo enamorarte de mi, de un chico que es millonario, guapo y tiene nueve años más que tú, porque en tu mundo perfecto el príncipe no es así.
Yo me quedo callada, por más que quisiera negarlo tenía toda la razón, desde que me besó siento algo extraño, como que ya me da igual que duerma conmigo, me da igual que me abrace y me encanta que me bese.
- ¿Me equivoco?
Yo le miro y niego con la cabeza, entonces me coge la mano y me la besa, eso hace que un escalofrío recorra mi cuerpo.
- ¿Y por qué le tienes miedo a enamorarte?
- No lo sé, supongo que no estoy preparada.
Justin se toma lo que le queda del café dejándose un gracioso 'bigote' sobre los labios.
- Justin, te has manchado - Digo con una sonrisa.
Justin va a coger una sevilleta pero yo se la quito de las manos, me siento en sus piernas y se lo limpio. Justin me mira sorprendido y yo le beso, de nuevo la gente nos mira pero a mi me da igual.
- Me da igual enamorarme o no, pero sí quiero estar feliz contigo.
Miré a mi lado y Justin no estaba, en su lugar había una nota, 'Reina, me he ido a hacer unas comprillas con tu hermana, estaremos en casa a la hora de comer, te quiero, Justin'
Una sonrisa apareció en mi rostro ¿Por qué me hacía sentir así? Suspiré y me tumbé de nuevo en la cama.
- Hola señorita _____(TN) ¿Quiére desayunar aquí o prefiere en el comedor?
Yo me elvanté bruscamente de la cama y miré hacía Maribel.
- ¿Puedo desayunar aquí? - Pregunté con un tono un tanto gracioso.
- Claro señorita, puede hacer lo que quiera.
Yo sonreí y le pedí que me llevase el desayuno a la cama.
Cuando por fin Maribel se marchó de la habitación me dispuse a cambiarme, me puse unos pantalones vaqueros, una sudadera y unas deportivas.
Me sonté en el sofá en frente de la chimenea y puse la televisión.
´Las acciones del señor Bieber están disparadas, parece que puede llegar a ser uno de los hombres más ricos del mundo´.
Yo me quedé petrificada ¿Uno de los hombres más ricos del mundo? Joder, eso le tubo que costar mucho.
Maribel me trae el desayuno, unas tostadas y un poco de zumo, yo se lo agradezco y empiezo a comer tenía bastante hambre.
Termino y bajo, la casa está sola, se nota cuando Justin no está en ella.
Miro por todas las habitaciones hasta que llego a la biblioteca, todavía me cuesta situarme en esta casa tan grande, miro algunas estantería, libros y más libros, un aburrimiento, hasta que llego a unos álbumes, lo admito soy muy cotilla y no pude resistirme a mirar unas cuantas fotos.
Me senté en un amplio sofá que habia, abrí el primer álbum, salía Justin de pequeño, con una mujer joven, debería ser su madre, otra con un chico y una chica, parecían bastante felices.
- ¿Sabes? Deberías aprender a no cotillear tanto.
Subo la mirada y lo veo entrando en la biblioteca seguido de mi hermana.
- Bueno, voy a ser tu esposa, todo lo tuyo es mío ¿no?
Justin sonríe y me quita el álbum de las manos, lo observa con una sonrisa y me lo vuelve a dar.
- Esta es mi hermana Jazzy, tiene catorce años y él es Jaxon, que tiene nueve.
Yo me quedé observándolos, la verda, se parecían bastante a Justin.
- ¿Te parece si comemos?
- ¿Qué hora es? - Pregunto algo confusa, ya que no hace ni media hora que he desayunado.
- Las dos y media.
- Yo no tengo hambre, acabo de desayunar - Digo con uan sonrisa.
- Bueno pues yo me muero de hambre, esto de estar toda la mañana de compras de mucha ¿verdad Alex?
- Sí, hemos comprado muchas cosas - Dice ella con una sonrisa.
Salimos de la biblioteca y mientras vamos al comedor Alex me va contando todo lo que han ido haciendo.
- Y luego Justin me llevó a una juguetería y me dijo que podía comprar todo lo que quisiese ¿Pero sabes lo que más me ha gustado?
- ¿El qué?
- Cuando hemos ido a comprar tus trajes de reina.
- ¿Mis trajes de reina? - Pregunto confusa.
- Sí, Justin te a comprado mucha ropa y dos trajes muy bonitos.
Yo miro a Justin y este se limita a sonreír.
- ¿Y tú que has hecho? - Pregunta Justin intentado desviar la conversación.
- Pues dormir - sonrío.
Cuando terminan de comer nos vamos al salón a ver un poco la televisión.
Llaman a la puerta y Justin se levanta para ver quien es, se escuha la voz de un chico, más o menos de la edad de Justin y parecen bastante contentos.
- Ven, te voy a presentar a unas chicas. - Se escucha decir a Justin y segudamente unos pasos acercándose.
Miro hacia la entrada y veo un chico, bastante guapo ¿Qué digo guapo? Guapísimo, el me sonríe y yo le contesto con otra sonrisa.
- Ella es ______(TN) - Dice Justin algo molesto.
El chico se acerca sin borrar su sonrisa del rostro y me da la mano.
- Yo soy Christian, aunque me puedes llamar Chris.
- Encantada Chris.
(...)
Chris pasa al tarde con nosotros, nunca pensé que Justin fuera tener amigos ¿normales? sí, pensaba que todos iban a ser unos estirados y que el dinero le saliera por las orejas.
- ¿Entonces? Tú eres la prometida de Justin ¿no?
- Así es -suspiro.- Bueno, enrealidad lo hago por mi hermana.
- Bueno, se ve que se llevan bastante bien.
Chris dirige su mirada hasta ellos, ahora mismo estamos en la piscina cubierta, Alex se empeñó en que quería ir y al final accedimos, la verdad no se está tan mal y me encanta ver como Justin y Alex juegan, parece que nunca se cansan.
- Bro, se hace tarde, es mejor que me marche ¿mañana nos vemos en la oficina?
- Claro, y por favor, ven pronto no quiero seguir cubriéndote.
- ¡Pero si tú eres el jefe capullo!
- Es verdad, entonces no pasa nada - Justin ríe y se despide de Chris.
Ya es bastante tarde y vamos a cenar, una pizza, espera, ¿una pizza?
- Vaya, nunca pensé que te gustaran estas cosas. - Digo mientras me siento en el comedor.
- ¿Bromeas? Esto es lo mejor que han inventado - Dice Justin mientras le pegan un buen bocado a su trozo.
Mi hermana no come mucho solo dos trozos y se va temprano a la cama ya que está rendida del día que llevaba sin parar.
Justin y yo seguimos en el comedor, él está sentado a mi lado mirándome sonriente mientras le cuento todas mis trabesuras en el orfanáto.
Miro la caja de la pizza solo queda un trozo, Justin me mira desafiante y los dos nos lanzamos a por el trozo, aunque Justin es más rápido y la consigue coger.
La mira y la chupa, luego la deja en la caja.
- Venga, cógela ahora - Dice con tono burlón.
Y yo sin contarme cojo el trozo y le pego un buen bocado.
- ¿Sabes? Ahora mis salibas se quedarán en tu boca durante seis meses.
- ¿Dónde has leido eso? - Digo burlona.
- No lo sé, pero lo leí.
Yo río y me doy cuenta de que estamos a tan solo unos centímetros.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Claro, dígame señor Bieber.
- ¿Por qué no te pruebas los trasjes que te he comprado?
Yo sonrío y subo corriendo a la habitación, los busco en el vestidor, primero me pongo uno negro, largo y algo estrecho, con algunos brillantitos, bastante sencillo pero muy bonito.
Me asomo a las escaleras y escucho una canción lenta, no reconozco cuál es pero me he enamorado nada más escucharla.
Justin aparece al final de la escaleras y me sonríe.
Bajo las escaleras hasta encontrarme con su mano, la cojo fuertemente y él me coje de la cintura, me eleva un poco y hace que me salte los dos últimos escalones. Me vuelve a dejar en el suelo y me susurra al oído 'estás preciosa' Yo siento como mis mejillas empiezan a calentarse, no, por favor, otra vez no quiero ponerme roja.
- ¿Siempre eres así de vergonzosa?
- Depende de con quién esté.
- Bueno, pero conmigo tienes que tener confianza, vivimos juntos.
Justin me da un giro al ritmo de la música, todo es perfecto, la música, el vestido, él , yo...
Pasamos así toda la noche, no hablamos mucho, solo nos limitamos a sonreír, pero me siento bien.
- ¿Sabes? Pensé que serías de otra manera. - Le digo mientras apoyo mi cabeza en su hombro.
- ¿De otra manera? ¿Cómo el señor Burns?
Río ante el comentario y le vuelvo a mirar, esos ojos, esos ojos son la cosa más bonita que he visto y puede que ahora mismo no me importe ser su prometida, es más, me gusta serlo.
Mis manos rodean su cuello y sonrío, él también lo hace. Me pega más a él y siento como mi corazón se acelera, muy lentamente vamos acercando nuestros rostros, y finalmente rozamos nuestras narices.
Siento su aliento chocando en mi boca pero no puedo resistirlo, necesito besarle, sentir como es eso.
Finalmente junto nuestros labios, no hacemos nada, solo los juntamos y entonces siento como sube uno de sus manos hasta mi mentón y hace que habra mi boca un poco para introducir su lengua, roza con la mía pero no sé que hacer, como actuar, él se separa y me mira.
- Déjate llevar ¿vale? - Me dice sereno con uan sonrisa.
Yo asiento y vuelvo a unir nuestros labios, esta vez no necesito que él me ayude a abrir mi boca, lo hago yo sola y siento de nuevo su lengua que roza la mía suavemente, entonces mi lengua se despierta y juega un poco, es algo extraño hace unas hora pensaba que nunca iba a hacer esto con él pero ahora mira, lo estoy besando, y Dios, nunca he estado tan feliz.
Escuchamos unas pequeñas palmaditas desde la escalera, Justin y yo nos giramos y vemos a mi hermana con una amplía sonrisa.
- ¿Qué haces despierta tan temprano? - Pregunto acercándome a ella.
- He escuhado música y quería ver que pasaba, ¿Sois novios? - Pregunta con uan sonrisa.
- Venga pequeña, te acompaño a tu habitación - Digo intentando cambiar de tema.
L a cojo de la mano y la llevo hasta su habitación, la tumbo en la cama y la tapo.
- ____(TN), ¿Justin y tú sois novios?
- ¿Te gustaría que lo fuésemos?
- Claro, además, se ve que os queréis mucho.
- Verás pequeña, las cosas son algo defíciles pero te prometo que cuando seas mayor yo te lo explico todo.
Ella asiente y cierra los ojos.
Me voy a mi habitación, donde Justin me esperaba tumbado en la cama.
Me cambio en el vertidor y salgo con el pijama puesto, me tumbo al lado de Justin y pongo la televisión.
- ¿Qué piensas ahora de mí? Ahora que me has besado. - Dice Justin con una sonrisa.
Yo lo miro y me apoyo en su pecho, lo tiene descubierto y me encanta.
- Pues no lo sé, pero supongo que no te tengo tanta manía - suelto uan carcajada.
- Yo diría que hasta me quieres.
- No sueñes.
- ¿Te puedo pedir un favor?
- Depende.
- Depende ¿de qué?
- Del favor que sea.
- ¿Me das un beso de buenas noches?
Yo sonrío y me acerco hasta su rostro, está sonriendo y me encanta verlo así, uno nuestros labios de nuevo y con un rápido gesto se pone enciama mía.
- Justin, para - Digo apartándome de él.
- ¿Qué pasa?
- Que me has pedido un beso de buenas noches - sonrío - no te pases.
Él sonríe y se pone a mi lado, me rodea con su fuerte brazo y me acerca a él.
Finalmente el sueño puede conmigo.
Me despierto, esta vez Justin sí está a mi lado, con los ojos cerrados, durmiendo es un angelito.
Decido darme una ducha, voy hasta el vestidor y cojo algo de ropa, me aseguro de que Justin sigue dormido y me quedo en ropa interior, voy sigilosa hasta el baño pero justo cuando voy a entrar alguien me abraza por detrás.
- ¿No deberías ir así por la casa? - Me susurra al oído.
Yo estoy roja, quiero morirme, no sé que hacer, miro al suelo nerviosa y me quedo callada.
Justin me gira y sonríe.
- ¿Sabes? Yo nunca te obligaré a hacer algo que no quieras pero me harías la persona más feliz del mundo si....
- ¿Si? - Digo yo mirándole a los ojos, están brillantes.
- Bah, déjalo, nunca va a pasar.
- No, Justin dímelo ¿si qué?
- Pues si me entregaras tu virginidad.
Esas palabras me dejaron helada, joder, nunca pensé que hablaría de eso con Justin porque nunca lo haré con él, puede que lo bese, puede que incluso le llegue a querer pero no hasta tal punto de entregarle algo tan importante.
Me separo de él y me meto en el baño, unas lágrimas recorren mi rostro ¿Por qué lloro? No debería llorar, no, al menos no por él.
*Justin*
____(TN) se va, me deja allí. ¿Por qué coño le has tenido que decir eso? Eres un bocazas.
- ¡Justin!
Me giro y veo a Alex correr hacía mí, la cojo en brazos y le doy un beso en la mejilla.
- ¿Ya te has despertado?
- No, me he despertado hace mucho, ya he desayunado y todo - Dice con una sonrisa.
- ¿Y no me has habisado?
- No, es que Maribel me dijo que era de mala educación despertar a las personas.
- Bah, pero a mí me puedes despertar siempre que quieras.
La siento en la cama y yo me tumbo a su lado.
- ¿Justin? ¿Por qué ______(TN) no quiere ser tu novia?
- No lo sé, alomejor es que soy muy feo.
Ella ríe y se pone de rodillas.
- No eres feo.
- Entonces no lo sé, alomejor me tendré que casar contigo - Le digo con una sonrisa.
Ella niega con la cabeza y se tumba en la cama tapándose con la almohada.
- ¿Qué no quieres casarte conmigo? - Le digo mientras le hago cosquillas.
- ¡No! Tú eres muy viejo - Dice ella entre risas.
Paro y me tumbo de nuevo.
- Oye, ¿tú hermana alguna vez te ha contado algún sueño?
- No, pero cuando era más pequeña me contaba un cuento y por la forma en la que lo contaba creo que le hubiese gustado ser la protagonista.
- ¿Y qué decia el cuento?
- Es sobre una princesa que vive encerrada en una torre y un príncipe la rescata, el príncipe la lleva a una ciudad preciosa la llamaba 'La ciudad de los enamorados' y decía que allí se prometieron amor eterno.
Yo pienso, ¿La ciudad de los enamorados? Ya sé París, siempre ha sido la ciudad donde van los enamorados.
Escucho como abren la puerta del baño y sale _____(TN) con el pelo mojado y una gran sonrisa.
*TÚ*
Salgo del baño y veo a Justin y a Alex tumbados en la cama.
- ¿Qué hacéis?
- Nada - Dice Justin con una sonrisa.
Yo le sonrío, quiero hacer como si nada de lo de antes haya pasado.
- ¿Qué vamos a hacer hoy?
- Pues yo te tengo que comprar algunas cosillas, ya sabes, la semana que viene empiezas el instituto y tendrás que ir preparada.
- ¿Cómo que empiezo el instituto?
- Lo que oyes, tendrás que estudiar ¿no?
Yo suspiro y asiento, me siento en el sofá y comienzo a peinar mi larga melena que está hecha un desastre.
(...)
Llegamos a un inmenso centro comercial, está repleto de gente.
Empezamos a caminar hacia la puerta y siento como Justin entrelaza nuestros dedos, yo lo miro y me sonríe, no puedo resistirlo y también lo hago.
Vamos por los largos pasillos del centro comercial, todo el mundo nos mira y yo me siento algo intimidada.
Entramos a una tienda de móviles.
- Bueno, elige el que quieras.
- ¿Cómo que elija el que quiera?
- Pues eso, necesitas un móvil para poder llamarme si necesitas algo.
- Pero yo no sé de esto.
Justin suspira y se acerca al dependiente.
- Deme el móvil más caro que tenga.
Yo aprieto su mano que no ha soltado desde que entramso al centro comercial.
- ¿Qué pasa?
- Que yo no necesito el más caro, yo quiero uno normalito.
- Déjame a mi esto ¿vale?
Yo suspiro y asiento.
El hombre trae una caja de la que saca un móvil bastante bonito, de color negro y táctil, empiezan a hablar de cosas que no entiendo, solo observo como Justin asiente y de vez en cuando sonríe, finalmente le da su tarjeta de crédito y paga.
- Justin, no necesito tanto, enserio.
- ¿Quiéres dejar de quejarte?
- No, es que... - Justin me interrumpe besando mis labios, me siento como en una nube pero al separarnos todo el mundo nos mira, normal, yo también me quedaría mirando si viese a una adolescente besar a un chico que tiene muchos más años que ella.
Justin me mira y sonríe, parece que todo se lo tome a cachondeo, me vuelve a coger de la mano y me lleva hasta una cafetería donde él pide un café y yo un batido de chocolate.
- Justin, no vuelvas a hacer eso en público.
- ¿El qué?
- Pues besarme, todo el mundo nos miraba.
- Pues que miren, a mi me da igual lo que piensen.
- Pues a mi sí, porque esto se me está llendo de las manos.
Justin me mira confuso.
- Justin, lo siento pero esto no puede seguir así, esto de comprarme todo lo que quiera, de ser una niña mimada y además besarme cuando te dé la gana.
- Cariño, eres mi futura esposa, puede que no nos hayamos conocido como las demás parejas ¿Y qué? Yo sé lo que te pasa y no quieres admitirlo.
- A ver, señorito 'sabelotodo` ¿Qué me pasa?
- Que te da miedo enamorarte de mi, de un chico que es millonario, guapo y tiene nueve años más que tú, porque en tu mundo perfecto el príncipe no es así.
Yo me quedo callada, por más que quisiera negarlo tenía toda la razón, desde que me besó siento algo extraño, como que ya me da igual que duerma conmigo, me da igual que me abrace y me encanta que me bese.
- ¿Me equivoco?
Yo le miro y niego con la cabeza, entonces me coge la mano y me la besa, eso hace que un escalofrío recorra mi cuerpo.
- ¿Y por qué le tienes miedo a enamorarte?
- No lo sé, supongo que no estoy preparada.
Justin se toma lo que le queda del café dejándose un gracioso 'bigote' sobre los labios.
- Justin, te has manchado - Digo con una sonrisa.
Justin va a coger una sevilleta pero yo se la quito de las manos, me siento en sus piernas y se lo limpio. Justin me mira sorprendido y yo le beso, de nuevo la gente nos mira pero a mi me da igual.
- Me da igual enamorarme o no, pero sí quiero estar feliz contigo.
Capitulo 2
Llegamos a esa inmensa casa, eso no era normal juraría que podía ser un pueblo.
- ¿Os gusta? -Pregunta Justin mientras saca del maletero de su Lamborgini las maletas.
Mi hermana coge su peluche, es un oso, se lo compré yo cuando fuimos todo el orfanáto a la feria.
- Es bonita. - Respondo mientras observo como Justin saca las llaves de su bolsillo.
- Bienvenidas a la Masión Bieber, vuestro nuevo hogar.
- ¿No me digas que tienes un ego tan grande como para ponerle tu nombre a la casa?
- Bueno, puedo permitirme el lujo.
Justin sigue adelante, mi hermana y yo le seguimos algo asombradas por la maravilla que había ante nuestros ojos, un gran jardín lleno de flores y fuentes, luces y algún que otro arbusto con formas extrañas.
Llegamos a la puerta y me quedé mirado con asombro una gran 'B' que había en la puerta.
Abrió la puerta y nos hizo un gesto para que entrásemos, una mujer de unos cincuenta años vino corriendo, iba con un delantal y con una amplía sonrisa.
- Hola Justin - Puso una cálida sonrisa -¿Quiénes son estas señoritas tan guapas?
- Hola Maribel, bueno te las presento, ella es _____(TN), mi futura esposa.
Al decir eso a la señora se le cambió la cara por completo y me miró algo aterrorizada, yo intentaba no mirarla demasiado, podía sentir como mis ojos empezaban a humedecerse.
- Y esta princesita de aquí - Prosiguó Justin cogiendo en brazos a Alex - Es Alex, mi cuñada.
- Encatada de conocerlas señoritas.
- Maribel por favor, lleva a Alex a la habitación de arriba, yo le enseñaré la habitación a ____(TN)
Maribel asintió y cogió de la mano a Alex, le dijo algo al oído y mi hermana sonrió, supongo que mi hermana estará bien en un sitio como este.
- Bueno Justin ¿Dónde está mi habitación?
- Dirás nuestra habitación.
- No pienso dormir contigo ¿¡Estás loco!?
Justin hizo caso omiso a mis palabras y me cogió de la mano, me condujo hasta una grandes escaleras, y después de subirlas me llevó hasta una puerta, una puerta inmensa y de color blanco.
Justin se puso detrás mía y me tapó los ojos con sus cálidas manos, yo suspiré.
Sentí como la puerta se abría y Justin me empujaba un poco para que siguiera hacía delante. Yo hice caso y caminé, entonces con un susurro que hizo que me entremeciera Justin dijo 'Bienvenida a tu nuevo mundo'. Acto seguido me quitó las manos de los ojos y cuando vi aquella inmensa habitación me quedé alucinada, era algo impresionante, de un color beige claro, con un estampado precioso. En el centro había una cama enorme con unas sábanas que parcían carísimas y unos cojines del mismo tono que la pared, también había una inmensa televisión para quedarte toda la noche viéndola y debajo una chimenea.
Me giré hacía Justin que me observaba con una cálida sonrisa 'momento perfecto para el beso' pensé, pero no, no lo iba a besar porque no lo amaba, más bien lo odiaba pero todo esto lo hacía por mi hermana.
- ¿Te gusta?
- Mucho - Dije acercándome a un bonito sofá que había cerca de la chimenea. Pasé mis finos dedos por él, era realmente suave y parecía bastante antiguo.
- Pues aún hay más.
Me giré sobre saltada - ¿Más?
Justin asintió sonriente y se acercó a unas puerta, las abrió y cuando vi aquello quería morir, era el sueño de cualquier chica de dieciséis años, un vestidor, enorme.
- Ahora mismo está vacío pero ya nos encargaremos de eso más tarde, cuando hayas descansado.
- Justin, no hace falta todo esto, voy a ser tu esposa ¿no es lo que querías?
- Pero mi esposa se merece lo mejor.
- Bueno ¿Quiére sorprenderme con algo más Señor Bieber?
- Bueno, todavía queda mucha casa por enseñar, pero ¿Por qué no te das un baño antes?
Bueno, la verdad es que no me vendría nada mal ducharme, estaba algo cansada y necesitaba despejarme.
- ¿Dónde está el baño?
Justin me hizo un gesto para que lo siguiera, en esa misma habitación al fondo me abrió una pequeña puerta y entramos en un gran baño, con una bañera enorme, un ducha, espejos por todos lodos y con un olor a jabón y colonia de hombre que para qué negarlo, me encantaba.
- Las toallas están ahí - Dijo señalando un pequeño mueble con varias toallas dobladas de color morado y con un 'JB' bordado - Maribel te traerá ahora algo de ropa para que te cambies.
Yo asentí con la cabezá y observé como Justin salía de la habitación.
Me apoyé en el borde de la inmensa bañera, quería aclarar todo el lío que tenía en mi cabeza, joder, me iba a casar, no, esto no podía ser verdad.
Abrí el grifo de la bañera y dejé que se llenara, me desnudé lentamente y finalmente me introducí en la bañera.
Cogí un gel y llené todo de espuma, cerré los ojos, necesitaba un poco de tranquilidad.
Escuché como la puerta se abría y me levanté sobre saltada.
- Hola señorita ____(TN) vengo a traérle su ropa.
Yo asiento.
- Si necesita algo me avisa por el teléfono.
- ¿Qué teléfono? -Pregunto extrañada.
- ¿No se lo contó Justin? Hay uno en cada habitación - Dice señalando un teléfono que hay pegado a la pared de color negro. - Solo hay que pulsar el botón.
- Vale, muchas gracias.
Maribel sale del baño y puedo relajarme de nuevo.
Cuando llevo ahí más de media hora y estoy hecha ya una pasa decido salir de la bañera.
Me seco y me pongo la ropa, salgo del baño, observo la habitación, todavía me fascina lo grande que es y decido abrir de nuevo el vestidor, esta vez veo que no está vacío si no que tiene algo de ropa, la que me traje del orfanáto.
Salgo y veo de nuevo ese largo pasillo, me da miedo andar sola por esa amplía casa, vaya que me pierda, pero escucho unas risas, en una habitación no muy lejos de donde estoy yo, me asomo y veo una habitación rosa, rosa fuxia, con una gran cama y muchos peluches, encima de ella observo como Justin juega con mi hermana y no puedo resistirlo un pequeña sonrisa aparece en mi rostro.
- Bueno, entonces ¿Quién soy yo?
- Tú eres el rey de este castillo.
- ¿El rey? -Pregunta Justin divertido.
- Sí - Responde Alex con una amplía sonrisa.
- Entonces si yo soy el rey tu eres la princesa.
- Vale - sonríe satisfecha - ¿ Y qué es mi hermana?
Justin se queda pensativo . - Tu hermana... Tu hermana es la reina, ¿no?
- ¡Claro! - Grita Alex muy contenta.
Justin ríe y le da un dulce beso en la frente.
- Justin... ¿Me prometes una cosa?
- Dime princesa.
- Que nunca nos vas a dejar de nuevo en ese horrible sitio, con la señora Smith.
Al escuchar eso unas lágrimas se escapan de mis ojos.
- Es un buen chico ¿verdad?
Yo me sobresalto y me giro rápidamente, Maribel me mira con una dulce sonrisa.
- Eso parece - Digo mientras me seco las lágrimas.
- ¿Sabe? Cuando me dijo que se iba a casar con usted me asusté.
- Lo entiendo, si le digo la verdad, no siento nada por él pero quiero lo mejor para mi hermana y él me lo prometió.
- Creo que se equivoca.
- ¿Cómo?- Pregunto confusa.
- Usted si siente algo por Justin, puede que no sea amor pero si cariño.
Yo me giro de nuevo y observo como mi hermana está feliz, jugando con Justin en esa inmensa habitación.
- Puede que no lo odie. -Digo finalmente girándome para verla de nuevo.
Maribel sonríe, entonces siento como alguien me abraza por detrás, unos fuertes brazos pero que a la vez me gustan.
- Siento molestar esta interesante conversación pero tengo que seguir enseñándole el reino a mi pequeña princesa. -Dice Justin con una amplía sonrisa.
Yo sonrío y me separo de él, puede que me haya gustado que me abrazara pero tenía que seguir 'aparentando' no podía coger muchas confianzas.
- ¿Y quién es tu princesa? - Pregunto, aunque sabía perfectamente que se refería a mi hermana.
- Pues a la princesa Alex.
Mi hermana ríe y Justin la coge en brazos.
Bajan las escaleras riendo y jugando, yo iba detrás algo preocupada, no quería que se hicieran daño.
Nos enseñó toda la mansión, era enorme, tardamos todo el día, entre cine, jimnasio, piscina cubierta, piscina exterior, salón de fiestas, sala de estar, salón de juegos, comedor, cocina...
Miré la hora, ya eran las diez y media de la noche, hora en la que mi hermana debería estar ya en el tercer sueño y así estaba, después de cenar pusimos una película y Alex se quedó totalmente dormida encima de Justin, me encantaba observarlos era algo muy tierno, Justin tumbado con ella encima suya, pasando su mano suavemente por su cabello y con la otra haciéndole cosquillitas por el brazo, claro, así cualquiera se queda dormida.
- Voy a acostar a Alex. -Dijo Justin mientras se levantaba delicadamente para no despertarla.
Escuché como subía los escalones y abría la puerta de una habitación pero no escuché más.
Estaba concentrada viendo la película, era de dibujos y la verdad no me enteraba de mucho pero era graciosa.
- Falta la mejor parte por ver.
Yo me sobresalté, me giré y vi a Justin apoyado en el marco de la puerta.
- ¿A sí? - Pregunto con una sonrisita.
Justin asiente y se acerca a mí, me ofrece su mano, la acepto y me lleva hasta el salón donde está la chimenea y todos los trofeos me acerca a una puerta de cristal y la abre.
Me lleva de la mano hasta la piscina, entonces me hace un gesto para que le espere ahí.
Yo espero impaciente y derrempente todo empieza a ilumnarse, era asombroso, la picina empezaba a cambiarse de colores, los árboles tenían unas pequeñas lucecitas en sus ramas, me fijo bien y en el fondo de la picina veo una 'B' eso me hace reír, todo en esta casa tiene que ver con él.
- Bonito ¿verdad?
- Es precioso.
Justin sonríe y se sienta en un hamaca, me hace un gesto para que me siente a su lado y yo abodezco.
- Justin ¿Por qué a mí? ¿Por qué casarnos?
- Bueno, puede decirse que en esta vida no te puedes fíar de nadie y bueno, te vi y ¿Por qué no? ¿Acaso no soy de tu gusto?
- Bueno, eres guapo pero tienes nueve años más que yo, no sé, es raro.
Justin suélta una carcajada y me mira.
- ¿Alguna vez has besado a alguien?
- ¿A qué viene esa pregunta?
- Tú solo contesta, puedes confíar en mí.
Yo bajo la mirada, mierda, mis mejilla empiezan a calentarse, me estoy poniéndo roja, es la cosa que más odio.
- ¿Me vas a contestar? - Pregunta con un tono dulce.
- No, no he besado a nadie ¿Y qué? Tampoco lo necesito. -Digo algo furiosa al darme cuenta de que no he tenido un vida normal, siempre he sido la 'chacha' de la señora Smith, nunca me han querido de verdad y dudo que vayan a hacerlo alguna vez.
- ¿Cómo que no lo necesitas? Me tendrás que besar a mí ¿no? ¿O vas a ser la 'típica esposa aburrida'?
Yo río, no sé como lo hace siempre me saca una sonrisa.
- Bueno, si tengo que besar a alguien quiero que sea especial no por obligación.
- Lo entiendo, pero ese alguien voy a ser yo. - Dice con una sonrisa burlona.
- Ya veremos..
Justin borra la sonrisa de su rostro haciéndome estallar a carcajadas.
- Justin, tengo sueño ¿vámos a la cama?
- Mátame.
- ¿Qué? - Pregunto confusa.
- Acabas de decir 'vamos'.
- Bueno, tengo que dormir contigo ¿no? - sonrío.
Justin también sonríe y me coje de la mano para llevarme hasta la habitación, cuando estamos en la puerta el me sonríe y me coje como a una princesa, luego me pone delicadamente en la cama, dejándonos a tan solo unos centímetros, mi corazón empieza a latir fuerte pero por fín se separa y se acerca a la televisión, la pone y segudamente se quita la camiseta, vale tiene un cuerpazo impresionante y a mi edad la hormonas están algo revolucionadas.
- Justin, ¿no tienes parte de arriba del pijama?
- ¿Qué pasa? - Pregunta con una sonrisa pícara.
- Nada - Suspiro y me tapo con las sábanas, siento como Justin se acuesta a mi lado, se acerca mucho a mí, demasiado diría yo y me da un dulce beso en la mejilla.
- Buenas noches mi reina.
- ¿Os gusta? -Pregunta Justin mientras saca del maletero de su Lamborgini las maletas.
Mi hermana coge su peluche, es un oso, se lo compré yo cuando fuimos todo el orfanáto a la feria.
- Es bonita. - Respondo mientras observo como Justin saca las llaves de su bolsillo.
- Bienvenidas a la Masión Bieber, vuestro nuevo hogar.
- ¿No me digas que tienes un ego tan grande como para ponerle tu nombre a la casa?
- Bueno, puedo permitirme el lujo.
Justin sigue adelante, mi hermana y yo le seguimos algo asombradas por la maravilla que había ante nuestros ojos, un gran jardín lleno de flores y fuentes, luces y algún que otro arbusto con formas extrañas.
Llegamos a la puerta y me quedé mirado con asombro una gran 'B' que había en la puerta.
Abrió la puerta y nos hizo un gesto para que entrásemos, una mujer de unos cincuenta años vino corriendo, iba con un delantal y con una amplía sonrisa.
- Hola Justin - Puso una cálida sonrisa -¿Quiénes son estas señoritas tan guapas?
- Hola Maribel, bueno te las presento, ella es _____(TN), mi futura esposa.
Al decir eso a la señora se le cambió la cara por completo y me miró algo aterrorizada, yo intentaba no mirarla demasiado, podía sentir como mis ojos empezaban a humedecerse.
- Y esta princesita de aquí - Prosiguó Justin cogiendo en brazos a Alex - Es Alex, mi cuñada.
- Encatada de conocerlas señoritas.
- Maribel por favor, lleva a Alex a la habitación de arriba, yo le enseñaré la habitación a ____(TN)
Maribel asintió y cogió de la mano a Alex, le dijo algo al oído y mi hermana sonrió, supongo que mi hermana estará bien en un sitio como este.
- Bueno Justin ¿Dónde está mi habitación?
- Dirás nuestra habitación.
- No pienso dormir contigo ¿¡Estás loco!?
Justin hizo caso omiso a mis palabras y me cogió de la mano, me condujo hasta una grandes escaleras, y después de subirlas me llevó hasta una puerta, una puerta inmensa y de color blanco.
Justin se puso detrás mía y me tapó los ojos con sus cálidas manos, yo suspiré.
Sentí como la puerta se abría y Justin me empujaba un poco para que siguiera hacía delante. Yo hice caso y caminé, entonces con un susurro que hizo que me entremeciera Justin dijo 'Bienvenida a tu nuevo mundo'. Acto seguido me quitó las manos de los ojos y cuando vi aquella inmensa habitación me quedé alucinada, era algo impresionante, de un color beige claro, con un estampado precioso. En el centro había una cama enorme con unas sábanas que parcían carísimas y unos cojines del mismo tono que la pared, también había una inmensa televisión para quedarte toda la noche viéndola y debajo una chimenea.
Me giré hacía Justin que me observaba con una cálida sonrisa 'momento perfecto para el beso' pensé, pero no, no lo iba a besar porque no lo amaba, más bien lo odiaba pero todo esto lo hacía por mi hermana.
- ¿Te gusta?
- Mucho - Dije acercándome a un bonito sofá que había cerca de la chimenea. Pasé mis finos dedos por él, era realmente suave y parecía bastante antiguo.
- Pues aún hay más.
Me giré sobre saltada - ¿Más?
Justin asintió sonriente y se acercó a unas puerta, las abrió y cuando vi aquello quería morir, era el sueño de cualquier chica de dieciséis años, un vestidor, enorme.
- Ahora mismo está vacío pero ya nos encargaremos de eso más tarde, cuando hayas descansado.
- Justin, no hace falta todo esto, voy a ser tu esposa ¿no es lo que querías?
- Pero mi esposa se merece lo mejor.
- Bueno ¿Quiére sorprenderme con algo más Señor Bieber?
- Bueno, todavía queda mucha casa por enseñar, pero ¿Por qué no te das un baño antes?
Bueno, la verdad es que no me vendría nada mal ducharme, estaba algo cansada y necesitaba despejarme.
- ¿Dónde está el baño?
Justin me hizo un gesto para que lo siguiera, en esa misma habitación al fondo me abrió una pequeña puerta y entramos en un gran baño, con una bañera enorme, un ducha, espejos por todos lodos y con un olor a jabón y colonia de hombre que para qué negarlo, me encantaba.
- Las toallas están ahí - Dijo señalando un pequeño mueble con varias toallas dobladas de color morado y con un 'JB' bordado - Maribel te traerá ahora algo de ropa para que te cambies.
Yo asentí con la cabezá y observé como Justin salía de la habitación.
Me apoyé en el borde de la inmensa bañera, quería aclarar todo el lío que tenía en mi cabeza, joder, me iba a casar, no, esto no podía ser verdad.
Abrí el grifo de la bañera y dejé que se llenara, me desnudé lentamente y finalmente me introducí en la bañera.
Cogí un gel y llené todo de espuma, cerré los ojos, necesitaba un poco de tranquilidad.
Escuché como la puerta se abría y me levanté sobre saltada.
- Hola señorita ____(TN) vengo a traérle su ropa.
Yo asiento.
- Si necesita algo me avisa por el teléfono.
- ¿Qué teléfono? -Pregunto extrañada.
- ¿No se lo contó Justin? Hay uno en cada habitación - Dice señalando un teléfono que hay pegado a la pared de color negro. - Solo hay que pulsar el botón.
- Vale, muchas gracias.
Maribel sale del baño y puedo relajarme de nuevo.
Cuando llevo ahí más de media hora y estoy hecha ya una pasa decido salir de la bañera.
Me seco y me pongo la ropa, salgo del baño, observo la habitación, todavía me fascina lo grande que es y decido abrir de nuevo el vestidor, esta vez veo que no está vacío si no que tiene algo de ropa, la que me traje del orfanáto.
Salgo y veo de nuevo ese largo pasillo, me da miedo andar sola por esa amplía casa, vaya que me pierda, pero escucho unas risas, en una habitación no muy lejos de donde estoy yo, me asomo y veo una habitación rosa, rosa fuxia, con una gran cama y muchos peluches, encima de ella observo como Justin juega con mi hermana y no puedo resistirlo un pequeña sonrisa aparece en mi rostro.
- Bueno, entonces ¿Quién soy yo?
- Tú eres el rey de este castillo.
- ¿El rey? -Pregunta Justin divertido.
- Sí - Responde Alex con una amplía sonrisa.
- Entonces si yo soy el rey tu eres la princesa.
- Vale - sonríe satisfecha - ¿ Y qué es mi hermana?
Justin se queda pensativo . - Tu hermana... Tu hermana es la reina, ¿no?
- ¡Claro! - Grita Alex muy contenta.
Justin ríe y le da un dulce beso en la frente.
- Justin... ¿Me prometes una cosa?
- Dime princesa.
- Que nunca nos vas a dejar de nuevo en ese horrible sitio, con la señora Smith.
Al escuchar eso unas lágrimas se escapan de mis ojos.
- Es un buen chico ¿verdad?
Yo me sobresalto y me giro rápidamente, Maribel me mira con una dulce sonrisa.
- Eso parece - Digo mientras me seco las lágrimas.
- ¿Sabe? Cuando me dijo que se iba a casar con usted me asusté.
- Lo entiendo, si le digo la verdad, no siento nada por él pero quiero lo mejor para mi hermana y él me lo prometió.
- Creo que se equivoca.
- ¿Cómo?- Pregunto confusa.
- Usted si siente algo por Justin, puede que no sea amor pero si cariño.
Yo me giro de nuevo y observo como mi hermana está feliz, jugando con Justin en esa inmensa habitación.
- Puede que no lo odie. -Digo finalmente girándome para verla de nuevo.
Maribel sonríe, entonces siento como alguien me abraza por detrás, unos fuertes brazos pero que a la vez me gustan.
- Siento molestar esta interesante conversación pero tengo que seguir enseñándole el reino a mi pequeña princesa. -Dice Justin con una amplía sonrisa.
Yo sonrío y me separo de él, puede que me haya gustado que me abrazara pero tenía que seguir 'aparentando' no podía coger muchas confianzas.
- ¿Y quién es tu princesa? - Pregunto, aunque sabía perfectamente que se refería a mi hermana.
- Pues a la princesa Alex.
Mi hermana ríe y Justin la coge en brazos.
Bajan las escaleras riendo y jugando, yo iba detrás algo preocupada, no quería que se hicieran daño.
Nos enseñó toda la mansión, era enorme, tardamos todo el día, entre cine, jimnasio, piscina cubierta, piscina exterior, salón de fiestas, sala de estar, salón de juegos, comedor, cocina...
Miré la hora, ya eran las diez y media de la noche, hora en la que mi hermana debería estar ya en el tercer sueño y así estaba, después de cenar pusimos una película y Alex se quedó totalmente dormida encima de Justin, me encantaba observarlos era algo muy tierno, Justin tumbado con ella encima suya, pasando su mano suavemente por su cabello y con la otra haciéndole cosquillitas por el brazo, claro, así cualquiera se queda dormida.
- Voy a acostar a Alex. -Dijo Justin mientras se levantaba delicadamente para no despertarla.
Escuché como subía los escalones y abría la puerta de una habitación pero no escuché más.
Estaba concentrada viendo la película, era de dibujos y la verdad no me enteraba de mucho pero era graciosa.
- Falta la mejor parte por ver.
Yo me sobresalté, me giré y vi a Justin apoyado en el marco de la puerta.
- ¿A sí? - Pregunto con una sonrisita.
Justin asiente y se acerca a mí, me ofrece su mano, la acepto y me lleva hasta el salón donde está la chimenea y todos los trofeos me acerca a una puerta de cristal y la abre.
Me lleva de la mano hasta la piscina, entonces me hace un gesto para que le espere ahí.
Yo espero impaciente y derrempente todo empieza a ilumnarse, era asombroso, la picina empezaba a cambiarse de colores, los árboles tenían unas pequeñas lucecitas en sus ramas, me fijo bien y en el fondo de la picina veo una 'B' eso me hace reír, todo en esta casa tiene que ver con él.
- Bonito ¿verdad?
- Es precioso.
Justin sonríe y se sienta en un hamaca, me hace un gesto para que me siente a su lado y yo abodezco.
- Justin ¿Por qué a mí? ¿Por qué casarnos?
- Bueno, puede decirse que en esta vida no te puedes fíar de nadie y bueno, te vi y ¿Por qué no? ¿Acaso no soy de tu gusto?
- Bueno, eres guapo pero tienes nueve años más que yo, no sé, es raro.
Justin suélta una carcajada y me mira.
- ¿Alguna vez has besado a alguien?
- ¿A qué viene esa pregunta?
- Tú solo contesta, puedes confíar en mí.
Yo bajo la mirada, mierda, mis mejilla empiezan a calentarse, me estoy poniéndo roja, es la cosa que más odio.
- ¿Me vas a contestar? - Pregunta con un tono dulce.
- No, no he besado a nadie ¿Y qué? Tampoco lo necesito. -Digo algo furiosa al darme cuenta de que no he tenido un vida normal, siempre he sido la 'chacha' de la señora Smith, nunca me han querido de verdad y dudo que vayan a hacerlo alguna vez.
- ¿Cómo que no lo necesitas? Me tendrás que besar a mí ¿no? ¿O vas a ser la 'típica esposa aburrida'?
Yo río, no sé como lo hace siempre me saca una sonrisa.
- Bueno, si tengo que besar a alguien quiero que sea especial no por obligación.
- Lo entiendo, pero ese alguien voy a ser yo. - Dice con una sonrisa burlona.
- Ya veremos..
Justin borra la sonrisa de su rostro haciéndome estallar a carcajadas.
- Justin, tengo sueño ¿vámos a la cama?
- Mátame.
- ¿Qué? - Pregunto confusa.
- Acabas de decir 'vamos'.
- Bueno, tengo que dormir contigo ¿no? - sonrío.
Justin también sonríe y me coje de la mano para llevarme hasta la habitación, cuando estamos en la puerta el me sonríe y me coje como a una princesa, luego me pone delicadamente en la cama, dejándonos a tan solo unos centímetros, mi corazón empieza a latir fuerte pero por fín se separa y se acerca a la televisión, la pone y segudamente se quita la camiseta, vale tiene un cuerpazo impresionante y a mi edad la hormonas están algo revolucionadas.
- Justin, ¿no tienes parte de arriba del pijama?
- ¿Qué pasa? - Pregunta con una sonrisa pícara.
- Nada - Suspiro y me tapo con las sábanas, siento como Justin se acuesta a mi lado, se acerca mucho a mí, demasiado diría yo y me da un dulce beso en la mejilla.
- Buenas noches mi reina.
Nueva Novela Capitulo 1
Miro por la ventana, está lloviendo como el 80% de los días aquí en Canadá.
- ________ (TuNombre) Venga, viste a las pequeñas que hoy viene un señor muy importante.
- Vale. - Me levanto de mi cama y voy hacia la habitación donde están las niñas pequeñas.
Yo soy huérfana, soy la mayor de este orfanato y por lo tanto la que ayuda a limpiar, vestir y demás.
Soy más bien una carga ya que nadie me adopta porque con dieciséis años que tengo ¿Quién me va a querer?
Me asomo al la habitación y veo a las niñas saltando y jugando.
- ¡Chicas, vengo a ayudaros a vestiros! - Digo con uan gran sonrisa.
La niñas empiezan a reír y saltar.
Veo a mi hermana acercarse, sí tengo una hermana de seis años y es lo que más quiero, se llama Alexandra aunque la llamamos Alex.
- ¡_____(TN)! ¿Quién viene hoy?
- Ni idea pequeña, pero dicen que es muy importante.
Las peino y ayudo a vestirse.
- ¡______(TN)! Ven, necesitamos tu ayuda. - Se escucha desde la parte de abajo.
Bajo las escaleras y me quedo mirando hacia la puerta, ahí hay un chico de unos veinticinco años, alto con el pelo castaño claro y los ojos de un color miel precioso.
- Ven baja - Me dice la Señora Smith, la odio.
Bajo las escaleras y me acerco a ella.
- Este es el señor Bieber, el dueño de una cadena de restaurantes muy importante. - Dice señalando al chico de ojos color miel.
- Hola, encantado - Dice con una preciosa sonrisa.
Yo me sonrojo y le contesto con una sonrisa.
- Quiere adoptar a una niña, quiero que le acompañes y le presentes a las niñas.
- Ahora mismo Señora Smith.
Subo las escaleras y el hombre me sigue.
Entro en la habitación, están todas bien vestidas y con una sonrisa, quietas y en fila.
- Señor Bieber, estas son las niñas que tenemos, las más pequeñas son Marine y Fly que tienen tres años, y las mayores son Fabiola y Carly que tienen ochos años.
- ¿Y tú? No estás en adopción. - Me pregunta con esa sonrisa que no borra de su rostro.
- Bueno, la verdad es que nadie quiere adoptar a una niña de dieciséis años.
- Voy a hablar con Carmen (La Señora Smith).
Yo asentí y le acompañé hasta su despacho.
Luego subí a mi habitación.
* En el despacho de la Señora Smith *
- Bueno Justin ¿Y bien?
- Me ha llamado bastante la atención una chica.
- ¿Sí? ¿Cuál?
- Bueno, no me han dicho su nombre, es la chica que me ha acompañado hasta aquí.
- ¡¿______(TN)?! Pero, sí tiene ya dieciséis años.
- Bueno, estoy dispuesto a pagar lo que sea con una condición.
- Dígame.
- Quiero que se case conmigo.
- ¿Qué se case con usted?
- Así es.
- Bueno, hablaré con ella ¿Y de cuánto dinero estamos hablando?
- De unos diez millones de dólores.
- Ahora mismo voy a hablar con ella.
** **
Sigo Mirando a la nada, la verdad aquel hombre era bastante extraño, era muy joven para ser una persona tan importante.
TOC, TOC.
- Adelante.
- ____(TN) Tengo una noticia muy importante.
Me levanté de la cama y me dispuse a escuchar esa 'noticia'.
- Te vas de aquí.
- ¿Cómo que me voy de aquí?
- Sí, el Señor Bieber, quiere que te vayas con él.
- No puedo ir, no puedo dejar a mi hermana sola.
- Me da igual lo que digas, va a dar mucho dinero y lo necesitamos, además vas a casarte con él.
Esas palabras helaron mi corazón ¿Cómo que me iba a casar con él? ¡Pero si solo tengo dieciséis años!
- ¿Puedo hablar con él?
- Vale, pero sé breve, tienes que preparar tus cosas.
Yo asentí y bajé las escaleras, estaba en el salón sentado en el sofá observando un cuadro.
- Señor Bieber, ¿Puedo hablar con usted?
Se gira - Claro y me puedes llamar Justin.
- Bueno, Justin, yo no puedo marcharme de aquí, no puedo dejar a mi hermana sola, además ¿Cómo me voy a casar contigo?
- Mira, te sacaré de aquí, y sí, quiero casarme contigo ¿algún problema?
- ¡Pues claro que hay problemas! Por ejemplo, ¡Tengo dieciséis años!
- Si te casas conmigo, me llevo a tu hermana y estará en la mejor escuela y vivirá como una auténtica reina.
Reflexiono, la verdad, ahora mismo mi hermana es lo más importante que tengo en esta vida y quiero que salga de aquí cuanto antes.
- ¿De verdad?
- Te lo prometo, sólo tienes que casarte conmigo.
- Vale, me casaré contigo.
Justin sonríe satisfecho.
Subo a mi habitación y hago las maletas, luego ayudo a mi hermana a hacer las suyas.
Hoy, empezaré una nueva vida.
- ________ (TuNombre) Venga, viste a las pequeñas que hoy viene un señor muy importante.
- Vale. - Me levanto de mi cama y voy hacia la habitación donde están las niñas pequeñas.
Yo soy huérfana, soy la mayor de este orfanato y por lo tanto la que ayuda a limpiar, vestir y demás.
Soy más bien una carga ya que nadie me adopta porque con dieciséis años que tengo ¿Quién me va a querer?
Me asomo al la habitación y veo a las niñas saltando y jugando.
- ¡Chicas, vengo a ayudaros a vestiros! - Digo con uan gran sonrisa.
La niñas empiezan a reír y saltar.
Veo a mi hermana acercarse, sí tengo una hermana de seis años y es lo que más quiero, se llama Alexandra aunque la llamamos Alex.
- ¡_____(TN)! ¿Quién viene hoy?
- Ni idea pequeña, pero dicen que es muy importante.
Las peino y ayudo a vestirse.
- ¡______(TN)! Ven, necesitamos tu ayuda. - Se escucha desde la parte de abajo.
Bajo las escaleras y me quedo mirando hacia la puerta, ahí hay un chico de unos veinticinco años, alto con el pelo castaño claro y los ojos de un color miel precioso.
- Ven baja - Me dice la Señora Smith, la odio.
Bajo las escaleras y me acerco a ella.
- Este es el señor Bieber, el dueño de una cadena de restaurantes muy importante. - Dice señalando al chico de ojos color miel.
- Hola, encantado - Dice con una preciosa sonrisa.
Yo me sonrojo y le contesto con una sonrisa.
- Quiere adoptar a una niña, quiero que le acompañes y le presentes a las niñas.
- Ahora mismo Señora Smith.
Subo las escaleras y el hombre me sigue.
Entro en la habitación, están todas bien vestidas y con una sonrisa, quietas y en fila.
- Señor Bieber, estas son las niñas que tenemos, las más pequeñas son Marine y Fly que tienen tres años, y las mayores son Fabiola y Carly que tienen ochos años.
- ¿Y tú? No estás en adopción. - Me pregunta con esa sonrisa que no borra de su rostro.
- Bueno, la verdad es que nadie quiere adoptar a una niña de dieciséis años.
- Voy a hablar con Carmen (La Señora Smith).
Yo asentí y le acompañé hasta su despacho.
Luego subí a mi habitación.
* En el despacho de la Señora Smith *
- Bueno Justin ¿Y bien?
- Me ha llamado bastante la atención una chica.
- ¿Sí? ¿Cuál?
- Bueno, no me han dicho su nombre, es la chica que me ha acompañado hasta aquí.
- ¡¿______(TN)?! Pero, sí tiene ya dieciséis años.
- Bueno, estoy dispuesto a pagar lo que sea con una condición.
- Dígame.
- Quiero que se case conmigo.
- ¿Qué se case con usted?
- Así es.
- Bueno, hablaré con ella ¿Y de cuánto dinero estamos hablando?
- De unos diez millones de dólores.
- Ahora mismo voy a hablar con ella.
** **
Sigo Mirando a la nada, la verdad aquel hombre era bastante extraño, era muy joven para ser una persona tan importante.
TOC, TOC.
- Adelante.
- ____(TN) Tengo una noticia muy importante.
Me levanté de la cama y me dispuse a escuchar esa 'noticia'.
- Te vas de aquí.
- ¿Cómo que me voy de aquí?
- Sí, el Señor Bieber, quiere que te vayas con él.
- No puedo ir, no puedo dejar a mi hermana sola.
- Me da igual lo que digas, va a dar mucho dinero y lo necesitamos, además vas a casarte con él.
Esas palabras helaron mi corazón ¿Cómo que me iba a casar con él? ¡Pero si solo tengo dieciséis años!
- ¿Puedo hablar con él?
- Vale, pero sé breve, tienes que preparar tus cosas.
Yo asentí y bajé las escaleras, estaba en el salón sentado en el sofá observando un cuadro.
- Señor Bieber, ¿Puedo hablar con usted?
Se gira - Claro y me puedes llamar Justin.
- Bueno, Justin, yo no puedo marcharme de aquí, no puedo dejar a mi hermana sola, además ¿Cómo me voy a casar contigo?
- Mira, te sacaré de aquí, y sí, quiero casarme contigo ¿algún problema?
- ¡Pues claro que hay problemas! Por ejemplo, ¡Tengo dieciséis años!
- Si te casas conmigo, me llevo a tu hermana y estará en la mejor escuela y vivirá como una auténtica reina.
Reflexiono, la verdad, ahora mismo mi hermana es lo más importante que tengo en esta vida y quiero que salga de aquí cuanto antes.
- ¿De verdad?
- Te lo prometo, sólo tienes que casarte conmigo.
- Vale, me casaré contigo.
Justin sonríe satisfecho.
Subo a mi habitación y hago las maletas, luego ayudo a mi hermana a hacer las suyas.
Hoy, empezaré una nueva vida.
sábado, 15 de octubre de 2011
CAPITULO 26 (FINAL)
Justin me miraba, tenía los ojos algo húmedos.
-No está embarazada, pero quiero que se haga unas pruebas para ver el origen de los vómitos.
La mujer le dio unos pañuelos de papel a Justin.
-Límpiele la tripa ahora vengo.
La mujer salió de la sala, Justin me miró y sonrió.
-¿Lo has escuchado? No estás embarazada, todo está arreglado-Dijo mientras me quitaba cuidadosamente la crema.
Yo sonreí y cuando terminó de quitarme la crema me levanté, abracé a Justin y le di un rápido beso en los labios.
-Estoy muy feliz-reí.
-Yo también, estaba realmente asustado.
-Lo sé cariño pero nos sirve de advertencia.
Mi móvil empezó a sonar.
-Es mi padre, ¿qué le digo?
-Que estamos desayunando.
-Vale.
Le dije a mi padre que estábamos desayunando.
Me hice las pruebas y dos semanas después me darian los resultados.
Fuimos al centro comercial, queriamos preparar la fiesta de Justin ya que sería ese fin de semana.
Compramos algunas cosas y fuimos a su casa, nada más entrar Justin dejó las bolsas en el suelo y empezó a besarme.
-¿Y esto?
-Estoy hasta lo huevos.
-¿De qué?
-De tener que escondernos.
-Sabes que es lo mejor.
-¿El qué?
-Qué aunque tengamos que estar separados nos queremos.
-Cásate conmigo.
Las palabras de Justin retumbaron en mi cabeza ¿lo decía enserio? No, no podía ser verdad, me quedé callada, mirándolo, así derepente te suelta eso como si nada ¿estaba loco?
-Tierra llamando a Ali...
-Justin con estas cosas no se juega.
-No juego, es la verdad.
-Justin tenemos 17 años.
-¿Y quién dice que nos casemos ahora? Solo digo que te comprometas a pasar el resto de tu vida a mi lado, ¿quieres?
-¿No es una broma?
-No-me lo dijo serio, mirándome a los ojos, con ese brillo, yo no sabía que hacer, sentía algo extraño ¿miedo tal vez? no lo sé, pero llega un momento en el que te das cuenta de que todo tiene un significado en esta vida y que aunque pasas la mayoría del tiempo sin preocuparte llega un momento en el que empiezan las preguntas ¿estoy preparada? Preparada para pasar el resto de mi vida al lado de Justin, despertar cada mañana como la Señora Biber ¿que pensarán las Beliebers? Joder me estaba volviendo loca, no sabía que decir claro que quería pero era demasiado joven y no voy a decir que sí para que en dos meses me arrepienta.
-Justin yo... no sé, es todo muy confuso -pensé que Justin se enfadaría pero no, solo me dio un dulce beso en los labios, cogió las bolsas que había dejado en el suelo y fue a la cocina.
-¿No te enfadas?
-No voy a enfadarme por esa tonterái ¿estás conmigo no?
-Sí.
-Pues eso es lo que importa.
******FIESTA DE CUMPLEAÑOS DE JUSTIN***************
Subí a la habitación de Justin, necesitaba alejarme un poco del jaleo, estaba neviosa, según Justin lo tenía todo controlado pero no sabía que hacer cuando mi padre se enterara de que me iba de casa le daría un infarto o algo.
Alguien abrió la puerta.
-¿Qué hace aquí la más guapa de la fiesta? -Dijo Justin sentándose a mi lado en la cama.
-Pensar.
-¿Y en qué piensas?
-En que estámos locos.
-Las mejores personas lo están ¿no?
-Puede, espero que todo salga bien.
-Y saldrá, creéme, estoy seguro.
Justin acercó mi rostro al suyo y me besó, hizo sentirme en las nubes, solo con un beso suyo era capaz de sentirme especial.
-Justin sí.
-¿Sí qué?
-Me quiero casar contigo.
Justin se quedó mirándome algor perplejo, pestañeó y luego mostró una de sus mejores sonrisas.
-¿A que se debe este cambio?
-A que estoy totalmente loca por tí.-sonreí.ç
-¿Me amas?-Preguntó.
-Más que a mi vida.
Justin volvió a unir nuestros labios, era simplemente perfecto.
Miró su reloj.
-Es la hora.
-¿La hora?
-Sí, tenemos que decirle a todos que estamos juntos, que nos vamos a vivir los dos juntos y que nos vamos a casar.
-El último dato no es necesario...-me cortó.
-Ya que nos metemos en la boca del lobo nos metemos por completo ¿no?
Yo so,té una carcajada, le cogí de la mano y salimos al jardín.
Subimos a un pequeño escenario, todos nos miraban yo no sabía si correr o qué hacer solo quería acabar cuanto antes.
Justin me miró y me dedicó una sonrisa.
-Bueno, queríamos deciros que... -Se le notaba nervioso-Bueno que Ali y yo hemos vuelto, y que.. Nos vamos a vivir los dos juntos...
Todo el mundo se quedó de piedra, vi la cara de mi padre, estaba pálida parecía que le iaba a dar algo.
-Será una broma ¿no?-Dijo mi padre mirándome.
-No señor Scoot no es una broma, y pienso casarme con ella también le guste o no.
Mi padre le miró, yo apreté la mano de Justin,
Mi padre no hizo nada, solo se marchó,
Yo bajé del escenario y le seguí hasta un pequeño parque donde mi padre me llevaba todos los viernes después del colegio, me senté a su lado en un banco.
-Papá...-me interrumpió.
-¿Qué he hecho mal?
-¿Qué dices papá, tú no has hecho nada mal?
-¿Dónde está mi pequeña? La que por las noches venía corriendo a mi cama porque le daba miedo quedarse sola, la que le encantaba leer y salir conmigo por las tardes a comprar unos helados.
-Papá, sigue aquí, a tú lado, solo que ha cambiado un poco.
-¿Un poco?
-Papá tienes que entenderlo, tengo diecisiete años, he crecido y también he madurado, y tienes que comprender que algún día iba a encontrar a esa persona especial y que tendría que ir por mi camino.
-Pero eres muy joven...
-Lo sé, yo tampoco pensé que iba a encontrar a esa persona tan pronto pero la he encontrado y tienes que comprenderlo, lo amo, y él me ama a mí. sé que nos hemos equivocado muchas veces y nos equivocaremos miles de veces más pero somos jóvenes y tenemos derecho a eso.
-Lo sé mi niña, pero no me hago a la idea de que hayas crecido tan pronto.
Le abracé, estaba a punto de llorar, respiré ondo y esa fragancia a puro inundó mi mente, esos recuerdos de cuando era pequeña, cuando me caía él siempre estaba ahí, cuando me peleaba con mi hermana él siempre lo arreglaba comprándonos una chuche a cada uan y diciéndonos "las princesas deben estar siempre sonriendo" le quería y me hacía feliz pensar que por fin había aceptado a Justin.
-Te quiero papá.
-Y yo a ti cielo, ¿volvemos a la fiesta?
-Vale.
Volvimos a la fiesta, parece que todo estaba ya más calmado, Justin vino corriendo y se acercó a mi padre.
-Seños Scoot, yo quiero a su hija..
-Lo sé, bienvenido a la familia.
Se dieron un abrazo y mi padre nos dejó solos.
-¿Ves? Todo ha salido bien.
-Te quiero.
-Yo a ti más -unió nuestros labios.
La fiesta trascurrió normal, como todas las fiestas.
Por fin acabó todo, estaba realmente cansada.
-Ahora viene la mejor parte -dijo Justin con una amplía sonrisa.
-¿Qué pasa?
-Te voy a enseñar tu nuebo hogar.
Cogió las llaves de su coche y me montó en él, en 20 minutos ya habíamos llegado.
Justin me tapó los ojos y cuidadosamente me bajó del coche, subimos en un ascensor, lo sé por el ruidito que hacía al dubir y por fin escuché como Justin abría una puerta.
-¿Preparada?
-Sí .
Justin me quitó la venda y me quedé sin palabras, era un apartamento, enosme con un gran salón, donde gracias a unas crstaleras se veía todos L.A.
Justin empezó a enseñarme habitaciones hasta que llego a la nuestra.
-Bueno, y aquí es donde vamos a ....-le interrumpí.
-Hacer cosas de mayores... lo sé Justin nuca cambiarás.
Justin soltó un carcajada y abrió la puerta, era una habitaión de tonos violeta con uan gran cama de matrimonio.
-¿Te gusta?
-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta! Te amo-le besé.
Justin me cogió y me puso sobre la cama.
-¿Después del susto que nos hemos llevado quieres?
-Bueno, yo siempre quiero.-se tumbó encima mía.-¿tú quieres?
Yo le miré, me mordía el labio inferior y empecé a besarle, le quité la camisa, el bajó lentamente l acremallera de mi vestido mientras me besaba el cuello.
Le bajé los pantalones .
Lo tenía enfrente mía, en boxers, y era todo mío.
-¿Qué miras tanto?
-¿Eres todito mío? -Pregunté con una sonrisita.
-Bueno, si puede decir que sí. ¿Y tú eres toda mía?
-Bueno, ahora lo veremos-sonreí.
Besé su cuello, Justin me desabrochó el sujetador, me apartó y me miró.
-¿Puedo hacer una cosa?-Dijo con una sonrisa.
-Venga Bieber sorpréndme.
Justin se acercó lentamente a mí y con sus manos tocó mis pechos.
-¡Justin eres un cerdo!
-Joder solo quería probar.
Yo empecé a reír, le besé mientras bajaba sus boxers, luego el bajó mis braguitas dejándome complentamente desnuda al igual que él.
Cogió un condón y se lo puso.
-Bueno, ¿Preparada?
-Joder Justin siempre tienes que quitarle su encanto.
Justin hizo caso omiso a mis palabra y me penetró, me encantaba sentrilo dentro de mí, era... especial.
Gemí, me sentía bien, agusto con él, quería ser suya, para siempre.
****10 AÑOS DESPUÉS******
Me levanté, Justin estaba dormido.
Pasé por aquel largo pasillo, me asomé a l ahabitación de nuestro pequeó Jeremy, tenía cinco años y aunque era igual de gamberro que su padre también era igual de guapo, menos por sus ojos, en vez de tenerlos caramelos los tenía azules iguales que los mío pero por los demás era igual.
-Mamii...-escuché.
M asomé, estaba en su camita con los ojos algo rojos de haber dormido mucho.
-Dime cariño.
-Quiero desayunar.
-¿Quieres un colacao?
-Chi.-Dijo con una sonrisa.
Yo lo cogí en brazos y mientras le preparaba el desayuno le puse Bob Esponja.
Mientras esperaba a que la leche se calentase alguien me abrazó por detrás.
-Bueno días señora Bieber.
-Bueno días amor-Dije dándole un beso en los labios.
-¡Paaaapááááá!-Se escuché desde el salón.
-Tu hijo te llama.
Justin me giró y unió de nuevo nuestros labios pero esta vez introdució su lengus y juguteó con la mía.
Antes de ir para el salón me dio una palmada en el culo y soltó un carcajada.
****Narra Justin****
Salí de la cocina, Jeremy estaba viendo Bob Esponja.
-Bueno días campeón-Dije alborotándole un poco el pelo.
-Papá ¿te puedo hacer una pregunta?
-Dime.
-¿Por qué sales en la tele?
Jeremy me enseñó una película la de Never Say Never.
Echaba de menos aquello, cuando nació Jeremy dejé a un lado la música para centrarme en mi familia pero a Ali no le hizo mucha gracia y le prometí que cuando Jeremy creciera volvería a aquel mundo anque no estoy seguro de hacerlo, necesito tiempo para reflexionar.
-Ya te lo explicaré cuando crezcas.
Jeremy asintió y volvió a poner la mirada fija en el televisor.
Unos minutos después Ali trajo una bandeja con dos cafés. un colacao, tres zumos de naranja y una fuenta de tortitas.
Ali empezó a darle uan tortita a Jeremy , me encantaba verla, era perfecta y me hacia feliz verla ser la madre de mi hijo.
-No está embarazada, pero quiero que se haga unas pruebas para ver el origen de los vómitos.
La mujer le dio unos pañuelos de papel a Justin.
-Límpiele la tripa ahora vengo.
La mujer salió de la sala, Justin me miró y sonrió.
-¿Lo has escuchado? No estás embarazada, todo está arreglado-Dijo mientras me quitaba cuidadosamente la crema.
Yo sonreí y cuando terminó de quitarme la crema me levanté, abracé a Justin y le di un rápido beso en los labios.
-Estoy muy feliz-reí.
-Yo también, estaba realmente asustado.
-Lo sé cariño pero nos sirve de advertencia.
Mi móvil empezó a sonar.
-Es mi padre, ¿qué le digo?
-Que estamos desayunando.
-Vale.
Le dije a mi padre que estábamos desayunando.
Me hice las pruebas y dos semanas después me darian los resultados.
Fuimos al centro comercial, queriamos preparar la fiesta de Justin ya que sería ese fin de semana.
Compramos algunas cosas y fuimos a su casa, nada más entrar Justin dejó las bolsas en el suelo y empezó a besarme.
-¿Y esto?
-Estoy hasta lo huevos.
-¿De qué?
-De tener que escondernos.
-Sabes que es lo mejor.
-¿El qué?
-Qué aunque tengamos que estar separados nos queremos.
-Cásate conmigo.
Las palabras de Justin retumbaron en mi cabeza ¿lo decía enserio? No, no podía ser verdad, me quedé callada, mirándolo, así derepente te suelta eso como si nada ¿estaba loco?
-Tierra llamando a Ali...
-Justin con estas cosas no se juega.
-No juego, es la verdad.
-Justin tenemos 17 años.
-¿Y quién dice que nos casemos ahora? Solo digo que te comprometas a pasar el resto de tu vida a mi lado, ¿quieres?
-¿No es una broma?
-No-me lo dijo serio, mirándome a los ojos, con ese brillo, yo no sabía que hacer, sentía algo extraño ¿miedo tal vez? no lo sé, pero llega un momento en el que te das cuenta de que todo tiene un significado en esta vida y que aunque pasas la mayoría del tiempo sin preocuparte llega un momento en el que empiezan las preguntas ¿estoy preparada? Preparada para pasar el resto de mi vida al lado de Justin, despertar cada mañana como la Señora Biber ¿que pensarán las Beliebers? Joder me estaba volviendo loca, no sabía que decir claro que quería pero era demasiado joven y no voy a decir que sí para que en dos meses me arrepienta.
-Justin yo... no sé, es todo muy confuso -pensé que Justin se enfadaría pero no, solo me dio un dulce beso en los labios, cogió las bolsas que había dejado en el suelo y fue a la cocina.
-¿No te enfadas?
-No voy a enfadarme por esa tonterái ¿estás conmigo no?
-Sí.
-Pues eso es lo que importa.
******FIESTA DE CUMPLEAÑOS DE JUSTIN***************
Subí a la habitación de Justin, necesitaba alejarme un poco del jaleo, estaba neviosa, según Justin lo tenía todo controlado pero no sabía que hacer cuando mi padre se enterara de que me iba de casa le daría un infarto o algo.
Alguien abrió la puerta.
-¿Qué hace aquí la más guapa de la fiesta? -Dijo Justin sentándose a mi lado en la cama.
-Pensar.
-¿Y en qué piensas?
-En que estámos locos.
-Las mejores personas lo están ¿no?
-Puede, espero que todo salga bien.
-Y saldrá, creéme, estoy seguro.
Justin acercó mi rostro al suyo y me besó, hizo sentirme en las nubes, solo con un beso suyo era capaz de sentirme especial.
-Justin sí.
-¿Sí qué?
-Me quiero casar contigo.
Justin se quedó mirándome algor perplejo, pestañeó y luego mostró una de sus mejores sonrisas.
-¿A que se debe este cambio?
-A que estoy totalmente loca por tí.-sonreí.ç
-¿Me amas?-Preguntó.
-Más que a mi vida.
Justin volvió a unir nuestros labios, era simplemente perfecto.
Miró su reloj.
-Es la hora.
-¿La hora?
-Sí, tenemos que decirle a todos que estamos juntos, que nos vamos a vivir los dos juntos y que nos vamos a casar.
-El último dato no es necesario...-me cortó.
-Ya que nos metemos en la boca del lobo nos metemos por completo ¿no?
Yo so,té una carcajada, le cogí de la mano y salimos al jardín.
Subimos a un pequeño escenario, todos nos miraban yo no sabía si correr o qué hacer solo quería acabar cuanto antes.
Justin me miró y me dedicó una sonrisa.
-Bueno, queríamos deciros que... -Se le notaba nervioso-Bueno que Ali y yo hemos vuelto, y que.. Nos vamos a vivir los dos juntos...
Todo el mundo se quedó de piedra, vi la cara de mi padre, estaba pálida parecía que le iaba a dar algo.
-Será una broma ¿no?-Dijo mi padre mirándome.
-No señor Scoot no es una broma, y pienso casarme con ella también le guste o no.
Mi padre le miró, yo apreté la mano de Justin,
Mi padre no hizo nada, solo se marchó,
Yo bajé del escenario y le seguí hasta un pequeño parque donde mi padre me llevaba todos los viernes después del colegio, me senté a su lado en un banco.
-Papá...-me interrumpió.
-¿Qué he hecho mal?
-¿Qué dices papá, tú no has hecho nada mal?
-¿Dónde está mi pequeña? La que por las noches venía corriendo a mi cama porque le daba miedo quedarse sola, la que le encantaba leer y salir conmigo por las tardes a comprar unos helados.
-Papá, sigue aquí, a tú lado, solo que ha cambiado un poco.
-¿Un poco?
-Papá tienes que entenderlo, tengo diecisiete años, he crecido y también he madurado, y tienes que comprender que algún día iba a encontrar a esa persona especial y que tendría que ir por mi camino.
-Pero eres muy joven...
-Lo sé, yo tampoco pensé que iba a encontrar a esa persona tan pronto pero la he encontrado y tienes que comprenderlo, lo amo, y él me ama a mí. sé que nos hemos equivocado muchas veces y nos equivocaremos miles de veces más pero somos jóvenes y tenemos derecho a eso.
-Lo sé mi niña, pero no me hago a la idea de que hayas crecido tan pronto.
Le abracé, estaba a punto de llorar, respiré ondo y esa fragancia a puro inundó mi mente, esos recuerdos de cuando era pequeña, cuando me caía él siempre estaba ahí, cuando me peleaba con mi hermana él siempre lo arreglaba comprándonos una chuche a cada uan y diciéndonos "las princesas deben estar siempre sonriendo" le quería y me hacía feliz pensar que por fin había aceptado a Justin.
-Te quiero papá.
-Y yo a ti cielo, ¿volvemos a la fiesta?
-Vale.
Volvimos a la fiesta, parece que todo estaba ya más calmado, Justin vino corriendo y se acercó a mi padre.
-Seños Scoot, yo quiero a su hija..
-Lo sé, bienvenido a la familia.
Se dieron un abrazo y mi padre nos dejó solos.
-¿Ves? Todo ha salido bien.
-Te quiero.
-Yo a ti más -unió nuestros labios.
La fiesta trascurrió normal, como todas las fiestas.
Por fin acabó todo, estaba realmente cansada.
-Ahora viene la mejor parte -dijo Justin con una amplía sonrisa.
-¿Qué pasa?
-Te voy a enseñar tu nuebo hogar.
Cogió las llaves de su coche y me montó en él, en 20 minutos ya habíamos llegado.
Justin me tapó los ojos y cuidadosamente me bajó del coche, subimos en un ascensor, lo sé por el ruidito que hacía al dubir y por fin escuché como Justin abría una puerta.
-¿Preparada?
-Sí .
Justin me quitó la venda y me quedé sin palabras, era un apartamento, enosme con un gran salón, donde gracias a unas crstaleras se veía todos L.A.
Justin empezó a enseñarme habitaciones hasta que llego a la nuestra.
-Bueno, y aquí es donde vamos a ....-le interrumpí.
-Hacer cosas de mayores... lo sé Justin nuca cambiarás.
Justin soltó un carcajada y abrió la puerta, era una habitaión de tonos violeta con uan gran cama de matrimonio.
-¿Te gusta?
-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta! Te amo-le besé.
Justin me cogió y me puso sobre la cama.
-¿Después del susto que nos hemos llevado quieres?
-Bueno, yo siempre quiero.-se tumbó encima mía.-¿tú quieres?
Yo le miré, me mordía el labio inferior y empecé a besarle, le quité la camisa, el bajó lentamente l acremallera de mi vestido mientras me besaba el cuello.
Le bajé los pantalones .
Lo tenía enfrente mía, en boxers, y era todo mío.
-¿Qué miras tanto?
-¿Eres todito mío? -Pregunté con una sonrisita.
-Bueno, si puede decir que sí. ¿Y tú eres toda mía?
-Bueno, ahora lo veremos-sonreí.
Besé su cuello, Justin me desabrochó el sujetador, me apartó y me miró.
-¿Puedo hacer una cosa?-Dijo con una sonrisa.
-Venga Bieber sorpréndme.
Justin se acercó lentamente a mí y con sus manos tocó mis pechos.
-¡Justin eres un cerdo!
-Joder solo quería probar.
Yo empecé a reír, le besé mientras bajaba sus boxers, luego el bajó mis braguitas dejándome complentamente desnuda al igual que él.
Cogió un condón y se lo puso.
-Bueno, ¿Preparada?
-Joder Justin siempre tienes que quitarle su encanto.
Justin hizo caso omiso a mis palabra y me penetró, me encantaba sentrilo dentro de mí, era... especial.
Gemí, me sentía bien, agusto con él, quería ser suya, para siempre.
****10 AÑOS DESPUÉS******
Me levanté, Justin estaba dormido.
Pasé por aquel largo pasillo, me asomé a l ahabitación de nuestro pequeó Jeremy, tenía cinco años y aunque era igual de gamberro que su padre también era igual de guapo, menos por sus ojos, en vez de tenerlos caramelos los tenía azules iguales que los mío pero por los demás era igual.
-Mamii...-escuché.
M asomé, estaba en su camita con los ojos algo rojos de haber dormido mucho.
-Dime cariño.
-Quiero desayunar.
-¿Quieres un colacao?
-Chi.-Dijo con una sonrisa.
Yo lo cogí en brazos y mientras le preparaba el desayuno le puse Bob Esponja.
Mientras esperaba a que la leche se calentase alguien me abrazó por detrás.
-Bueno días señora Bieber.
-Bueno días amor-Dije dándole un beso en los labios.
-¡Paaaapááááá!-Se escuché desde el salón.
-Tu hijo te llama.
Justin me giró y unió de nuevo nuestros labios pero esta vez introdució su lengus y juguteó con la mía.
Antes de ir para el salón me dio una palmada en el culo y soltó un carcajada.
****Narra Justin****
Salí de la cocina, Jeremy estaba viendo Bob Esponja.
-Bueno días campeón-Dije alborotándole un poco el pelo.
-Papá ¿te puedo hacer una pregunta?
-Dime.
-¿Por qué sales en la tele?
Jeremy me enseñó una película la de Never Say Never.
Echaba de menos aquello, cuando nació Jeremy dejé a un lado la música para centrarme en mi familia pero a Ali no le hizo mucha gracia y le prometí que cuando Jeremy creciera volvería a aquel mundo anque no estoy seguro de hacerlo, necesito tiempo para reflexionar.
-Ya te lo explicaré cuando crezcas.
Jeremy asintió y volvió a poner la mirada fija en el televisor.
Unos minutos después Ali trajo una bandeja con dos cafés. un colacao, tres zumos de naranja y una fuenta de tortitas.
Ali empezó a darle uan tortita a Jeremy , me encantaba verla, era perfecta y me hacia feliz verla ser la madre de mi hijo.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Capitulo 25
Se escuchó otra vez y un grito.
-Venga Justin por favor que se van a matar-reí.
Justin me miró y se levantó, bajó corriendo las escaleras y llegó al salón.
-¡¡¿QUE COÑO HABÉIS HECHO?!!-Gritó Justin algo cabreado.
-Lo siento bro, he sido yo, cuando pueda te compro una.-Dijo Chris.
Me asomé a ver que pasba y vi la televisión tirada por los suelos.
-No da igual, no pasa nada, mañana compro una peor joder ¿no podemos estar tranquilos un rato?
-Lo sentimos enserio-Dijo Caitlin.
-¿Y Sandra? -Dije intentando buscarla con la mirada.
-Se ha ido con Ryan fuera.
-Bueno, yo me voy Justin que se hace tarde.-Dije.
-No Ali, ahora te llevo espera un momento.
-Nosotros mejor que nos vamos-Dijo Anne tirando de Chris y de Cait.
-Sí, será mejor.-Dijo Justin muy serio.
-Y lo sentimos.
-¡HE DICHO QUE FUERA!-Gritó.
Todos salieron corriendo.
Cuando se escuchó la puerta cerrarse Justin empezó a descojonarse.
-Mira que eres malo.
-¿Has visto la cara de Chris? -No podia parar de reir.
-Vale, es verdad tiene gracia-reí.
Justin se acercó y me besó.
-Venga, vamos a ver si se te ha secado la ropa y te llevo a casa.
-Vale.
Fuimos a la secadora y sacamos la ropa, me la puse y Justin me llevó a mi casa.
-Gracias por traerme-sonreí.
-Denada.
Justin intentó besarme pero yo aparté la cara.
-Mi padre ¿recuerdas?
-Tienes razón.-sonrió.
Me dio un beso en la mejilla y fue hacia su coche.
Entré en casa, mi padre estaa en el salón.
-Hola papá.
-Hola hija, ven un momento.
-Dime-Fui hacia el salón.
-Bueno, hoy tu madre y yo nos vamos a cenar con unos amigos a las afueras de la ciudad, y como sabrás a tu madre no le gusta que conduza después de una cena entonces nos quedaremos a dormir en casa de estos amigos. Quiero que te quedes con tu hermana y nada de chicos, que te conozco.
-Papá por Dios, ¿no confías en mi?
-En ti si confío en la que no confio es en tu hermana y el novio ese suyo.
-Tranquilo papá, nada de chicos.
-Bueno, ve a ver cuanto le queda a tu madre que vamos a llegar tarde.
-Vale.
Subí las escaleras y entré en la habitación de mis padres, olía al perfume de mi madre, me acuerdo cuando de pequeña venia corriendo a esta habitación porque me dba miedo y me metía en la cama y me abraazaba a mi madre.
-¿Ali?
-Hola mamá, dice papá que cuanto te queda.
-Poco, ¿qué pendientes te gustan más?
Mi madre me enseñó dos pendientes, uno eran largos de color negro y otros dos perlas con algunos diamantes.
-Las perlas.
-Vale, entonces ponme este collar.
Me dió un collar de perlas, me puse detrás de ella y delicadamente se lo puse.
-Estás guapísima.
-Que va hija, ya estoy muy mayor.
-¡Qué dices mamá! Estás perfecta-sonreí.
Mi madre sonrió y me dio un beso.
Bajamos las escaleras y llamaron a la puerta.
-Ya voy yo -Dijo mi padre.
Mi padre abrió y se escuchó la voz de Justin.
-¿Qué hace este aquí? -Dijo mi padre señalándolo.
-Hola Seños Scoot, bueno pues que he traido unas películas y unas palomitas para pasar la noche, ya sabe querrá que sus hijas estén bien vigiladas.
Al escuchor eso se me escapó un risita.
-¿Esto va enserio?
-Y tan enserio, ya sabe su hija y yo somos grandes amigos y a Anne la quiero como a una hermana.
Mi padre estaba desconcertado.
-Venga cielo, déjalo si es buen chico, además no me fio de dejar sola a Anne con su hermana, ya sabes que no le hace mucho caso.-Dijo mi madre cogiendo el chaquetón de mi padre.
-No sé.... Ali, ¿me prometes que no vais a hacer nada malo?
-Tranquilo papá, vamos a ser muy buenos-sonreí.
Mis padres me dieron un beso y se marcharon.
-¡Estás loco!-Dije riéndome.
-Lo sé, ¿y no te encanta?
-Sí, si, venga Bieber vamos a poner las palomitas.
Fuimos a la cocina, mientras las polimatas se hacian escuché unos tacones.
-¿A donde vas?
-Me voy con Chris no me espereis despierta.
-No señorita, tú te quedas aquí, le he prometido a papá que te quedarías en casa.
-Tú dile que me he ido y yo le digo que Justin es tu novio.
-Eso es chantaje.
-No, eso es saber manipular a una hermana.
Yo me quedé mirándola y como no Justin tenía que saltar con su gracia.
-Utiliza protección.-Dijo en tono de burla.
-Tranquilo, siempre la utilizo.
-¿Cómo que siempre...-se marchó.
Estaba cabreada, mi hermana antes no podia hacerme chantaje porque era la hija perfecta, notas de sobresaliente, nada de chicos....
-Venga cariño, ahora tenemos toda la casa para nosotros solos-Justin me abrazó por detrás.
-Supongo que está bien.
-¿Supones?-Empezó a hacerme cosquillas.
-¡Vale, vale! ¡Lo retiro! ¡Está fantástico!-Dije entre risas.
Cogimos las palomitas y epezamos a ver las películas.
Estábamos los dos abrazados, dos enamorados, algunas veces le miraba, tenía la vista fija en la televisión, parecía que le gustaba la película.
Terminó la película, miré el reloj las doce y media.
-Bueno ¿qué hacemos ahora?.
-No sé Justin, creo que no tengo ganas de hacer nada.
-Venga no seas aburrida, vamos a divertirnos.
-¿Qué quieres hacer?
-¿Jugamos al sing start?
-No, eso no vale, no pienso jugar contra una estrella del pop.
-No lo mires así, piensa que eres una privilegiada.
-¿Por qué no hacemos cosas más románticas?
-¿Como qué?
-No sé, se supone que tú eres el romántico.-reí.
Justin asintió y fue hacia la cocina.
Trajo una bolsa, me tapó los ojos con un pañuelo y sentí como se sentó enfrente mía.
-Vale, yo te voy a dar cosas para que con tus sentidos digas que son.
-Vale señorito Bieber empecemos.
****Narra Justin****
Saqué nata, me puse un poco en la mano y se la acerqué a la boca.
La olió un poco y puso una cara muy graciosa.
-¿Se puede comer?-Preguntó.
-Si tú quieres....
-Joder Justin ¿si o no?
-Que si.
Ali probó un poco.
-Es nata, ¿verdad?
-Premio para la señorita.
-Venga, que me ha gustado el juego.-rió.
Saqué una fresa, la olió y probó un poco.
-¿Fresa?
-Vale, lo que viene ahora no lo vas a adivinar ni de coña.
-Si claro...
****Narra Ali****
No veía nada, solo escuchaba como la respiración de Justin cada vez se escuchaba más cerca.
-Abre la boca-me susurró.
-Me da cosa....
-Venga Ali no seas tonta, confía en mi.
Tragué saliba y abrí un poco la boca, sentí como algo húmedo rozaba mi legua, sabia perfectamente lo que era, sus labios jugaban con los míos, nuestras lenguas jugaban.
Justin me quitó el pañuelo, yo lo tumbé lentamente en el sofá, nuestros labios no se separaban parecia que no nos habiamos visto en siglos.
Me separé y le miré, estaba sonriente y tenía ese brillo en los ojos que tanto me gustaba.
-¿Por qué sonries tanto?-pregunté.
-Porque estoy feliz.
-¿Y por qué estás feliz?
-Porque te tengo conmigo.
-No seas tonto.-reí.
-No lo soy, es la verdad y estoy deseando decirle a tu padre que te vienes a vivir conmigo.
-Justin ¿y si sale mal?
-No va a salir mal.
-Eso espero.
Me levanté de encima de Justin y recogí un poco, pero tube que dejarlo todo en la escalera porque necesitaba vomitar.
Justin me escuchó y vino corriendo.
-Ali, esto ya no es normal, ¿qué te pasa?
-Justin no estoy segura pero la regla no me baja y...
-No me digas eso por favor.
Yo me senté en el suelo y me puse a llorar.
Justin se puso de rodillas delante mía y me subió el rostro con su mano.
-Vamos al médico y que nos diga que es ¿vale? Y si es eso pues....
-Justin tengo que abortar solo tengo 17 años joder.
-¡¿Abortar?! Eso ni en sueños, ¿cómo puedes matar un vida que tienes dentro?
-Pero ¿qué pasa con tu carrera? ¿Con nuestros padres?
-No le vamos a decir nada hata que sepamos los resultados.
Yo asentí y me levanté.
-Mañana vamos al hospital ¿vale?
Yo asentí y le abracé, las lágrimas volvieron a salir de mis ojos, no me lo podia creer ¿podría estar embarazada? En la cueva no usamos protección ¡JODER!
Me separé y le miré, se le veia muy preocupado.
-Lo siento.
-¿Por qué lo sientes? Eso cosa de los dos-Dijo mirándome a los ojos.
Terminamos de recoger y llevé a Justin a la habitación de invitados .
Me acosté, pero no podia dormir no sabía que hacer si de verdad estaba embarazada.
(...)
Llegamos al hospital, intentamos no llamar mucho la etención.
-Señorita Scoot, puede pasa-Dijo la secretaria, una señora gordita pero con uan cara bastante graciosa.
Entramos en aquella sala, con una gran mesa y al fondo una camilla.
-Sentaros.
Justin me cogió de la mano y nos sentamos enfrente de aquella mujer con bata blanca y una cara bastante amargada.
-¿Qué courre?
-Verá, Ali... Bueno creemos que puede estar embarazada-Dijo Justin, las manos le sudaban y se le veía muy nervioso.
-¿Embarazada? ¿Cuál es tu edad?-Dijo refiriendose a mi.
-Diecisiete.
-Bueno vamos a ver, túmbate ahí.-señaló la camilla.
Me tumbé, Justin se puso a mi lado cogiéndome la mano fuértemente.
Me puso una crema muy fria sobre la tripa y empezó a mirar tras un monitor.
-Pues señorita Scoot, tengo buena noticias.
-¿Si? -Me esperaba lo peor ¿Buenas noticias?
-Venga Justin por favor que se van a matar-reí.
Justin me miró y se levantó, bajó corriendo las escaleras y llegó al salón.
-¡¡¿QUE COÑO HABÉIS HECHO?!!-Gritó Justin algo cabreado.
-Lo siento bro, he sido yo, cuando pueda te compro una.-Dijo Chris.
Me asomé a ver que pasba y vi la televisión tirada por los suelos.
-No da igual, no pasa nada, mañana compro una peor joder ¿no podemos estar tranquilos un rato?
-Lo sentimos enserio-Dijo Caitlin.
-¿Y Sandra? -Dije intentando buscarla con la mirada.
-Se ha ido con Ryan fuera.
-Bueno, yo me voy Justin que se hace tarde.-Dije.
-No Ali, ahora te llevo espera un momento.
-Nosotros mejor que nos vamos-Dijo Anne tirando de Chris y de Cait.
-Sí, será mejor.-Dijo Justin muy serio.
-Y lo sentimos.
-¡HE DICHO QUE FUERA!-Gritó.
Todos salieron corriendo.
Cuando se escuchó la puerta cerrarse Justin empezó a descojonarse.
-Mira que eres malo.
-¿Has visto la cara de Chris? -No podia parar de reir.
-Vale, es verdad tiene gracia-reí.
Justin se acercó y me besó.
-Venga, vamos a ver si se te ha secado la ropa y te llevo a casa.
-Vale.
Fuimos a la secadora y sacamos la ropa, me la puse y Justin me llevó a mi casa.
-Gracias por traerme-sonreí.
-Denada.
Justin intentó besarme pero yo aparté la cara.
-Mi padre ¿recuerdas?
-Tienes razón.-sonrió.
Me dio un beso en la mejilla y fue hacia su coche.
Entré en casa, mi padre estaa en el salón.
-Hola papá.
-Hola hija, ven un momento.
-Dime-Fui hacia el salón.
-Bueno, hoy tu madre y yo nos vamos a cenar con unos amigos a las afueras de la ciudad, y como sabrás a tu madre no le gusta que conduza después de una cena entonces nos quedaremos a dormir en casa de estos amigos. Quiero que te quedes con tu hermana y nada de chicos, que te conozco.
-Papá por Dios, ¿no confías en mi?
-En ti si confío en la que no confio es en tu hermana y el novio ese suyo.
-Tranquilo papá, nada de chicos.
-Bueno, ve a ver cuanto le queda a tu madre que vamos a llegar tarde.
-Vale.
Subí las escaleras y entré en la habitación de mis padres, olía al perfume de mi madre, me acuerdo cuando de pequeña venia corriendo a esta habitación porque me dba miedo y me metía en la cama y me abraazaba a mi madre.
-¿Ali?
-Hola mamá, dice papá que cuanto te queda.
-Poco, ¿qué pendientes te gustan más?
Mi madre me enseñó dos pendientes, uno eran largos de color negro y otros dos perlas con algunos diamantes.
-Las perlas.
-Vale, entonces ponme este collar.
Me dió un collar de perlas, me puse detrás de ella y delicadamente se lo puse.
-Estás guapísima.
-Que va hija, ya estoy muy mayor.
-¡Qué dices mamá! Estás perfecta-sonreí.
Mi madre sonrió y me dio un beso.
Bajamos las escaleras y llamaron a la puerta.
-Ya voy yo -Dijo mi padre.
Mi padre abrió y se escuchó la voz de Justin.
-¿Qué hace este aquí? -Dijo mi padre señalándolo.
-Hola Seños Scoot, bueno pues que he traido unas películas y unas palomitas para pasar la noche, ya sabe querrá que sus hijas estén bien vigiladas.
Al escuchor eso se me escapó un risita.
-¿Esto va enserio?
-Y tan enserio, ya sabe su hija y yo somos grandes amigos y a Anne la quiero como a una hermana.
Mi padre estaba desconcertado.
-Venga cielo, déjalo si es buen chico, además no me fio de dejar sola a Anne con su hermana, ya sabes que no le hace mucho caso.-Dijo mi madre cogiendo el chaquetón de mi padre.
-No sé.... Ali, ¿me prometes que no vais a hacer nada malo?
-Tranquilo papá, vamos a ser muy buenos-sonreí.
Mis padres me dieron un beso y se marcharon.
-¡Estás loco!-Dije riéndome.
-Lo sé, ¿y no te encanta?
-Sí, si, venga Bieber vamos a poner las palomitas.
Fuimos a la cocina, mientras las polimatas se hacian escuché unos tacones.
-¿A donde vas?
-Me voy con Chris no me espereis despierta.
-No señorita, tú te quedas aquí, le he prometido a papá que te quedarías en casa.
-Tú dile que me he ido y yo le digo que Justin es tu novio.
-Eso es chantaje.
-No, eso es saber manipular a una hermana.
Yo me quedé mirándola y como no Justin tenía que saltar con su gracia.
-Utiliza protección.-Dijo en tono de burla.
-Tranquilo, siempre la utilizo.
-¿Cómo que siempre...-se marchó.
Estaba cabreada, mi hermana antes no podia hacerme chantaje porque era la hija perfecta, notas de sobresaliente, nada de chicos....
-Venga cariño, ahora tenemos toda la casa para nosotros solos-Justin me abrazó por detrás.
-Supongo que está bien.
-¿Supones?-Empezó a hacerme cosquillas.
-¡Vale, vale! ¡Lo retiro! ¡Está fantástico!-Dije entre risas.
Cogimos las palomitas y epezamos a ver las películas.
Estábamos los dos abrazados, dos enamorados, algunas veces le miraba, tenía la vista fija en la televisión, parecía que le gustaba la película.
Terminó la película, miré el reloj las doce y media.
-Bueno ¿qué hacemos ahora?.
-No sé Justin, creo que no tengo ganas de hacer nada.
-Venga no seas aburrida, vamos a divertirnos.
-¿Qué quieres hacer?
-¿Jugamos al sing start?
-No, eso no vale, no pienso jugar contra una estrella del pop.
-No lo mires así, piensa que eres una privilegiada.
-¿Por qué no hacemos cosas más románticas?
-¿Como qué?
-No sé, se supone que tú eres el romántico.-reí.
Justin asintió y fue hacia la cocina.
Trajo una bolsa, me tapó los ojos con un pañuelo y sentí como se sentó enfrente mía.
-Vale, yo te voy a dar cosas para que con tus sentidos digas que son.
-Vale señorito Bieber empecemos.
****Narra Justin****
Saqué nata, me puse un poco en la mano y se la acerqué a la boca.
La olió un poco y puso una cara muy graciosa.
-¿Se puede comer?-Preguntó.
-Si tú quieres....
-Joder Justin ¿si o no?
-Que si.
Ali probó un poco.
-Es nata, ¿verdad?
-Premio para la señorita.
-Venga, que me ha gustado el juego.-rió.
Saqué una fresa, la olió y probó un poco.
-¿Fresa?
-Vale, lo que viene ahora no lo vas a adivinar ni de coña.
-Si claro...
****Narra Ali****
No veía nada, solo escuchaba como la respiración de Justin cada vez se escuchaba más cerca.
-Abre la boca-me susurró.
-Me da cosa....
-Venga Ali no seas tonta, confía en mi.
Tragué saliba y abrí un poco la boca, sentí como algo húmedo rozaba mi legua, sabia perfectamente lo que era, sus labios jugaban con los míos, nuestras lenguas jugaban.
Justin me quitó el pañuelo, yo lo tumbé lentamente en el sofá, nuestros labios no se separaban parecia que no nos habiamos visto en siglos.
Me separé y le miré, estaba sonriente y tenía ese brillo en los ojos que tanto me gustaba.
-¿Por qué sonries tanto?-pregunté.
-Porque estoy feliz.
-¿Y por qué estás feliz?
-Porque te tengo conmigo.
-No seas tonto.-reí.
-No lo soy, es la verdad y estoy deseando decirle a tu padre que te vienes a vivir conmigo.
-Justin ¿y si sale mal?
-No va a salir mal.
-Eso espero.
Me levanté de encima de Justin y recogí un poco, pero tube que dejarlo todo en la escalera porque necesitaba vomitar.
Justin me escuchó y vino corriendo.
-Ali, esto ya no es normal, ¿qué te pasa?
-Justin no estoy segura pero la regla no me baja y...
-No me digas eso por favor.
Yo me senté en el suelo y me puse a llorar.
Justin se puso de rodillas delante mía y me subió el rostro con su mano.
-Vamos al médico y que nos diga que es ¿vale? Y si es eso pues....
-Justin tengo que abortar solo tengo 17 años joder.
-¡¿Abortar?! Eso ni en sueños, ¿cómo puedes matar un vida que tienes dentro?
-Pero ¿qué pasa con tu carrera? ¿Con nuestros padres?
-No le vamos a decir nada hata que sepamos los resultados.
Yo asentí y me levanté.
-Mañana vamos al hospital ¿vale?
Yo asentí y le abracé, las lágrimas volvieron a salir de mis ojos, no me lo podia creer ¿podría estar embarazada? En la cueva no usamos protección ¡JODER!
Me separé y le miré, se le veia muy preocupado.
-Lo siento.
-¿Por qué lo sientes? Eso cosa de los dos-Dijo mirándome a los ojos.
Terminamos de recoger y llevé a Justin a la habitación de invitados .
Me acosté, pero no podia dormir no sabía que hacer si de verdad estaba embarazada.
(...)
Llegamos al hospital, intentamos no llamar mucho la etención.
-Señorita Scoot, puede pasa-Dijo la secretaria, una señora gordita pero con uan cara bastante graciosa.
Entramos en aquella sala, con una gran mesa y al fondo una camilla.
-Sentaros.
Justin me cogió de la mano y nos sentamos enfrente de aquella mujer con bata blanca y una cara bastante amargada.
-¿Qué courre?
-Verá, Ali... Bueno creemos que puede estar embarazada-Dijo Justin, las manos le sudaban y se le veía muy nervioso.
-¿Embarazada? ¿Cuál es tu edad?-Dijo refiriendose a mi.
-Diecisiete.
-Bueno vamos a ver, túmbate ahí.-señaló la camilla.
Me tumbé, Justin se puso a mi lado cogiéndome la mano fuértemente.
Me puso una crema muy fria sobre la tripa y empezó a mirar tras un monitor.
-Pues señorita Scoot, tengo buena noticias.
-¿Si? -Me esperaba lo peor ¿Buenas noticias?
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)