Miré a mi lado y Justin no estaba, en su lugar había una nota, 'Reina, me he ido a hacer unas comprillas con tu hermana, estaremos en casa a la hora de comer, te quiero, Justin'
Una sonrisa apareció en mi rostro ¿Por qué me hacía sentir así? Suspiré y me tumbé de nuevo en la cama.
- Hola señorita _____(TN) ¿Quiére desayunar aquí o prefiere en el comedor?
Yo me elvanté bruscamente de la cama y miré hacía Maribel.
- ¿Puedo desayunar aquí? - Pregunté con un tono un tanto gracioso.
- Claro señorita, puede hacer lo que quiera.
Yo sonreí y le pedí que me llevase el desayuno a la cama.
Cuando por fin Maribel se marchó de la habitación me dispuse a cambiarme, me puse unos pantalones vaqueros, una sudadera y unas deportivas.
Me sonté en el sofá en frente de la chimenea y puse la televisión.
´Las acciones del señor Bieber están disparadas, parece que puede llegar a ser uno de los hombres más ricos del mundo´.
Yo me quedé petrificada ¿Uno de los hombres más ricos del mundo? Joder, eso le tubo que costar mucho.
Maribel me trae el desayuno, unas tostadas y un poco de zumo, yo se lo agradezco y empiezo a comer tenía bastante hambre.
Termino y bajo, la casa está sola, se nota cuando Justin no está en ella.
Miro por todas las habitaciones hasta que llego a la biblioteca, todavía me cuesta situarme en esta casa tan grande, miro algunas estantería, libros y más libros, un aburrimiento, hasta que llego a unos álbumes, lo admito soy muy cotilla y no pude resistirme a mirar unas cuantas fotos.
Me senté en un amplio sofá que habia, abrí el primer álbum, salía Justin de pequeño, con una mujer joven, debería ser su madre, otra con un chico y una chica, parecían bastante felices.
- ¿Sabes? Deberías aprender a no cotillear tanto.
Subo la mirada y lo veo entrando en la biblioteca seguido de mi hermana.
- Bueno, voy a ser tu esposa, todo lo tuyo es mío ¿no?
Justin sonríe y me quita el álbum de las manos, lo observa con una sonrisa y me lo vuelve a dar.
- Esta es mi hermana Jazzy, tiene catorce años y él es Jaxon, que tiene nueve.
Yo me quedé observándolos, la verda, se parecían bastante a Justin.
- ¿Te parece si comemos?
- ¿Qué hora es? - Pregunto algo confusa, ya que no hace ni media hora que he desayunado.
- Las dos y media.
- Yo no tengo hambre, acabo de desayunar - Digo con uan sonrisa.
- Bueno pues yo me muero de hambre, esto de estar toda la mañana de compras de mucha ¿verdad Alex?
- Sí, hemos comprado muchas cosas - Dice ella con una sonrisa.
Salimos de la biblioteca y mientras vamos al comedor Alex me va contando todo lo que han ido haciendo.
- Y luego Justin me llevó a una juguetería y me dijo que podía comprar todo lo que quisiese ¿Pero sabes lo que más me ha gustado?
- ¿El qué?
- Cuando hemos ido a comprar tus trajes de reina.
- ¿Mis trajes de reina? - Pregunto confusa.
- Sí, Justin te a comprado mucha ropa y dos trajes muy bonitos.
Yo miro a Justin y este se limita a sonreír.
- ¿Y tú que has hecho? - Pregunta Justin intentado desviar la conversación.
- Pues dormir - sonrío.
Cuando terminan de comer nos vamos al salón a ver un poco la televisión.
Llaman a la puerta y Justin se levanta para ver quien es, se escuha la voz de un chico, más o menos de la edad de Justin y parecen bastante contentos.
- Ven, te voy a presentar a unas chicas. - Se escucha decir a Justin y segudamente unos pasos acercándose.
Miro hacia la entrada y veo un chico, bastante guapo ¿Qué digo guapo? Guapísimo, el me sonríe y yo le contesto con otra sonrisa.
- Ella es ______(TN) - Dice Justin algo molesto.
El chico se acerca sin borrar su sonrisa del rostro y me da la mano.
- Yo soy Christian, aunque me puedes llamar Chris.
- Encantada Chris.
(...)
Chris pasa al tarde con nosotros, nunca pensé que Justin fuera tener amigos ¿normales? sí, pensaba que todos iban a ser unos estirados y que el dinero le saliera por las orejas.
- ¿Entonces? Tú eres la prometida de Justin ¿no?
- Así es -suspiro.- Bueno, enrealidad lo hago por mi hermana.
- Bueno, se ve que se llevan bastante bien.
Chris dirige su mirada hasta ellos, ahora mismo estamos en la piscina cubierta, Alex se empeñó en que quería ir y al final accedimos, la verdad no se está tan mal y me encanta ver como Justin y Alex juegan, parece que nunca se cansan.
- Bro, se hace tarde, es mejor que me marche ¿mañana nos vemos en la oficina?
- Claro, y por favor, ven pronto no quiero seguir cubriéndote.
- ¡Pero si tú eres el jefe capullo!
- Es verdad, entonces no pasa nada - Justin ríe y se despide de Chris.
Ya es bastante tarde y vamos a cenar, una pizza, espera, ¿una pizza?
- Vaya, nunca pensé que te gustaran estas cosas. - Digo mientras me siento en el comedor.
- ¿Bromeas? Esto es lo mejor que han inventado - Dice Justin mientras le pegan un buen bocado a su trozo.
Mi hermana no come mucho solo dos trozos y se va temprano a la cama ya que está rendida del día que llevaba sin parar.
Justin y yo seguimos en el comedor, él está sentado a mi lado mirándome sonriente mientras le cuento todas mis trabesuras en el orfanáto.
Miro la caja de la pizza solo queda un trozo, Justin me mira desafiante y los dos nos lanzamos a por el trozo, aunque Justin es más rápido y la consigue coger.
La mira y la chupa, luego la deja en la caja.
- Venga, cógela ahora - Dice con tono burlón.
Y yo sin contarme cojo el trozo y le pego un buen bocado.
- ¿Sabes? Ahora mis salibas se quedarán en tu boca durante seis meses.
- ¿Dónde has leido eso? - Digo burlona.
- No lo sé, pero lo leí.
Yo río y me doy cuenta de que estamos a tan solo unos centímetros.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Claro, dígame señor Bieber.
- ¿Por qué no te pruebas los trasjes que te he comprado?
Yo sonrío y subo corriendo a la habitación, los busco en el vestidor, primero me pongo uno negro, largo y algo estrecho, con algunos brillantitos, bastante sencillo pero muy bonito.
Me asomo a las escaleras y escucho una canción lenta, no reconozco cuál es pero me he enamorado nada más escucharla.
Justin aparece al final de la escaleras y me sonríe.
Bajo las escaleras hasta encontrarme con su mano, la cojo fuertemente y él me coje de la cintura, me eleva un poco y hace que me salte los dos últimos escalones. Me vuelve a dejar en el suelo y me susurra al oído 'estás preciosa' Yo siento como mis mejillas empiezan a calentarse, no, por favor, otra vez no quiero ponerme roja.
- ¿Siempre eres así de vergonzosa?
- Depende de con quién esté.
- Bueno, pero conmigo tienes que tener confianza, vivimos juntos.
Justin me da un giro al ritmo de la música, todo es perfecto, la música, el vestido, él , yo...
Pasamos así toda la noche, no hablamos mucho, solo nos limitamos a sonreír, pero me siento bien.
- ¿Sabes? Pensé que serías de otra manera. - Le digo mientras apoyo mi cabeza en su hombro.
- ¿De otra manera? ¿Cómo el señor Burns?
Río ante el comentario y le vuelvo a mirar, esos ojos, esos ojos son la cosa más bonita que he visto y puede que ahora mismo no me importe ser su prometida, es más, me gusta serlo.
Mis manos rodean su cuello y sonrío, él también lo hace. Me pega más a él y siento como mi corazón se acelera, muy lentamente vamos acercando nuestros rostros, y finalmente rozamos nuestras narices.
Siento su aliento chocando en mi boca pero no puedo resistirlo, necesito besarle, sentir como es eso.
Finalmente junto nuestros labios, no hacemos nada, solo los juntamos y entonces siento como sube uno de sus manos hasta mi mentón y hace que habra mi boca un poco para introducir su lengua, roza con la mía pero no sé que hacer, como actuar, él se separa y me mira.
- Déjate llevar ¿vale? - Me dice sereno con uan sonrisa.
Yo asiento y vuelvo a unir nuestros labios, esta vez no necesito que él me ayude a abrir mi boca, lo hago yo sola y siento de nuevo su lengua que roza la mía suavemente, entonces mi lengua se despierta y juega un poco, es algo extraño hace unas hora pensaba que nunca iba a hacer esto con él pero ahora mira, lo estoy besando, y Dios, nunca he estado tan feliz.
Escuchamos unas pequeñas palmaditas desde la escalera, Justin y yo nos giramos y vemos a mi hermana con una amplía sonrisa.
- ¿Qué haces despierta tan temprano? - Pregunto acercándome a ella.
- He escuhado música y quería ver que pasaba, ¿Sois novios? - Pregunta con uan sonrisa.
- Venga pequeña, te acompaño a tu habitación - Digo intentando cambiar de tema.
L a cojo de la mano y la llevo hasta su habitación, la tumbo en la cama y la tapo.
- ____(TN), ¿Justin y tú sois novios?
- ¿Te gustaría que lo fuésemos?
- Claro, además, se ve que os queréis mucho.
- Verás pequeña, las cosas son algo defíciles pero te prometo que cuando seas mayor yo te lo explico todo.
Ella asiente y cierra los ojos.
Me voy a mi habitación, donde Justin me esperaba tumbado en la cama.
Me cambio en el vertidor y salgo con el pijama puesto, me tumbo al lado de Justin y pongo la televisión.
- ¿Qué piensas ahora de mí? Ahora que me has besado. - Dice Justin con una sonrisa.
Yo lo miro y me apoyo en su pecho, lo tiene descubierto y me encanta.
- Pues no lo sé, pero supongo que no te tengo tanta manía - suelto uan carcajada.
- Yo diría que hasta me quieres.
- No sueñes.
- ¿Te puedo pedir un favor?
- Depende.
- Depende ¿de qué?
- Del favor que sea.
- ¿Me das un beso de buenas noches?
Yo sonrío y me acerco hasta su rostro, está sonriendo y me encanta verlo así, uno nuestros labios de nuevo y con un rápido gesto se pone enciama mía.
- Justin, para - Digo apartándome de él.
- ¿Qué pasa?
- Que me has pedido un beso de buenas noches - sonrío - no te pases.
Él sonríe y se pone a mi lado, me rodea con su fuerte brazo y me acerca a él.
Finalmente el sueño puede conmigo.
Me despierto, esta vez Justin sí está a mi lado, con los ojos cerrados, durmiendo es un angelito.
Decido darme una ducha, voy hasta el vestidor y cojo algo de ropa, me aseguro de que Justin sigue dormido y me quedo en ropa interior, voy sigilosa hasta el baño pero justo cuando voy a entrar alguien me abraza por detrás.
- ¿No deberías ir así por la casa? - Me susurra al oído.
Yo estoy roja, quiero morirme, no sé que hacer, miro al suelo nerviosa y me quedo callada.
Justin me gira y sonríe.
- ¿Sabes? Yo nunca te obligaré a hacer algo que no quieras pero me harías la persona más feliz del mundo si....
- ¿Si? - Digo yo mirándole a los ojos, están brillantes.
- Bah, déjalo, nunca va a pasar.
- No, Justin dímelo ¿si qué?
- Pues si me entregaras tu virginidad.
Esas palabras me dejaron helada, joder, nunca pensé que hablaría de eso con Justin porque nunca lo haré con él, puede que lo bese, puede que incluso le llegue a querer pero no hasta tal punto de entregarle algo tan importante.
Me separo de él y me meto en el baño, unas lágrimas recorren mi rostro ¿Por qué lloro? No debería llorar, no, al menos no por él.
*Justin*
____(TN) se va, me deja allí. ¿Por qué coño le has tenido que decir eso? Eres un bocazas.
- ¡Justin!
Me giro y veo a Alex correr hacía mí, la cojo en brazos y le doy un beso en la mejilla.
- ¿Ya te has despertado?
- No, me he despertado hace mucho, ya he desayunado y todo - Dice con una sonrisa.
- ¿Y no me has habisado?
- No, es que Maribel me dijo que era de mala educación despertar a las personas.
- Bah, pero a mí me puedes despertar siempre que quieras.
La siento en la cama y yo me tumbo a su lado.
- ¿Justin? ¿Por qué ______(TN) no quiere ser tu novia?
- No lo sé, alomejor es que soy muy feo.
Ella ríe y se pone de rodillas.
- No eres feo.
- Entonces no lo sé, alomejor me tendré que casar contigo - Le digo con una sonrisa.
Ella niega con la cabeza y se tumba en la cama tapándose con la almohada.
- ¿Qué no quieres casarte conmigo? - Le digo mientras le hago cosquillas.
- ¡No! Tú eres muy viejo - Dice ella entre risas.
Paro y me tumbo de nuevo.
- Oye, ¿tú hermana alguna vez te ha contado algún sueño?
- No, pero cuando era más pequeña me contaba un cuento y por la forma en la que lo contaba creo que le hubiese gustado ser la protagonista.
- ¿Y qué decia el cuento?
- Es sobre una princesa que vive encerrada en una torre y un príncipe la rescata, el príncipe la lleva a una ciudad preciosa la llamaba 'La ciudad de los enamorados' y decía que allí se prometieron amor eterno.
Yo pienso, ¿La ciudad de los enamorados? Ya sé París, siempre ha sido la ciudad donde van los enamorados.
Escucho como abren la puerta del baño y sale _____(TN) con el pelo mojado y una gran sonrisa.
*TÚ*
Salgo del baño y veo a Justin y a Alex tumbados en la cama.
- ¿Qué hacéis?
- Nada - Dice Justin con una sonrisa.
Yo le sonrío, quiero hacer como si nada de lo de antes haya pasado.
- ¿Qué vamos a hacer hoy?
- Pues yo te tengo que comprar algunas cosillas, ya sabes, la semana que viene empiezas el instituto y tendrás que ir preparada.
- ¿Cómo que empiezo el instituto?
- Lo que oyes, tendrás que estudiar ¿no?
Yo suspiro y asiento, me siento en el sofá y comienzo a peinar mi larga melena que está hecha un desastre.
(...)
Llegamos a un inmenso centro comercial, está repleto de gente.
Empezamos a caminar hacia la puerta y siento como Justin entrelaza nuestros dedos, yo lo miro y me sonríe, no puedo resistirlo y también lo hago.
Vamos por los largos pasillos del centro comercial, todo el mundo nos mira y yo me siento algo intimidada.
Entramos a una tienda de móviles.
- Bueno, elige el que quieras.
- ¿Cómo que elija el que quiera?
- Pues eso, necesitas un móvil para poder llamarme si necesitas algo.
- Pero yo no sé de esto.
Justin suspira y se acerca al dependiente.
- Deme el móvil más caro que tenga.
Yo aprieto su mano que no ha soltado desde que entramso al centro comercial.
- ¿Qué pasa?
- Que yo no necesito el más caro, yo quiero uno normalito.
- Déjame a mi esto ¿vale?
Yo suspiro y asiento.
El hombre trae una caja de la que saca un móvil bastante bonito, de color negro y táctil, empiezan a hablar de cosas que no entiendo, solo observo como Justin asiente y de vez en cuando sonríe, finalmente le da su tarjeta de crédito y paga.
- Justin, no necesito tanto, enserio.
- ¿Quiéres dejar de quejarte?
- No, es que... - Justin me interrumpe besando mis labios, me siento como en una nube pero al separarnos todo el mundo nos mira, normal, yo también me quedaría mirando si viese a una adolescente besar a un chico que tiene muchos más años que ella.
Justin me mira y sonríe, parece que todo se lo tome a cachondeo, me vuelve a coger de la mano y me lleva hasta una cafetería donde él pide un café y yo un batido de chocolate.
- Justin, no vuelvas a hacer eso en público.
- ¿El qué?
- Pues besarme, todo el mundo nos miraba.
- Pues que miren, a mi me da igual lo que piensen.
- Pues a mi sí, porque esto se me está llendo de las manos.
Justin me mira confuso.
- Justin, lo siento pero esto no puede seguir así, esto de comprarme todo lo que quiera, de ser una niña mimada y además besarme cuando te dé la gana.
- Cariño, eres mi futura esposa, puede que no nos hayamos conocido como las demás parejas ¿Y qué? Yo sé lo que te pasa y no quieres admitirlo.
- A ver, señorito 'sabelotodo` ¿Qué me pasa?
- Que te da miedo enamorarte de mi, de un chico que es millonario, guapo y tiene nueve años más que tú, porque en tu mundo perfecto el príncipe no es así.
Yo me quedo callada, por más que quisiera negarlo tenía toda la razón, desde que me besó siento algo extraño, como que ya me da igual que duerma conmigo, me da igual que me abrace y me encanta que me bese.
- ¿Me equivoco?
Yo le miro y niego con la cabeza, entonces me coge la mano y me la besa, eso hace que un escalofrío recorra mi cuerpo.
- ¿Y por qué le tienes miedo a enamorarte?
- No lo sé, supongo que no estoy preparada.
Justin se toma lo que le queda del café dejándose un gracioso 'bigote' sobre los labios.
- Justin, te has manchado - Digo con una sonrisa.
Justin va a coger una sevilleta pero yo se la quito de las manos, me siento en sus piernas y se lo limpio. Justin me mira sorprendido y yo le beso, de nuevo la gente nos mira pero a mi me da igual.
- Me da igual enamorarme o no, pero sí quiero estar feliz contigo.
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