Vistas de página en total

martes, 6 de diciembre de 2011

Capitulo 4

Llegamos a casa, repletos de bolsas y regalos.
Alex viene corriendo y salta a mis brazos.

- ¿Me habéis traido algún regalo?

- Claro princesita, todas estas bolsas son para ti.

Mi hermana sonríe y baja de mis brazos, empieza a abrir todas la bolsas y saca juguetes y peluches, sé le ve muy feliz.

Maribel la ayuda a llevar las cosas a su habitación y Justin me da dos bolsas, una tiene el móvil pero la otra no me ha dejado verla, dice que quiere que me la ponga esta noche.

- Venga, ya puedes abrir la bolsa.

Yo sonrío y abro la bolsa, saco un traje precioso, hasta las rodillas de color rosa pastel, miro a Justin y le doy un abrazo.

- Gracias, me encanta.

Justin me mira, en sus ojos hay un brillo especial.

- Esta noche celebraré un fiesta para presentarte oficialmente como mi prometida.

- Joder Justin que vergüenza.

- ¿Vergüenza por qué?

- Porque sí.

- Venga, te presentaré a mis amigos, verás como te lo pasas bien.

Yo me limito a sonreir y le doy un beso en la mejilla.

Subo y guardo el traje hoy me espera una noche muy larga.

(...)

Ya estoy casi lista, solo me falta ponerme el collar y los pendientes que Justin me ha dejado encima de la cama.

Me los pongo y suspiro, abajo se escucha música y como los invitados van entrando, estoy asustada, no sé que pensará la gente de mi, tal vez les caiga bien y piensen que soy una buena chica pero alomejor creen que solo quiero aprovecharme de su dinero.

TOC, TOC.

- Adelante.

- Vaya, estás espectacular - Dice Justin con una sonrisa.

- Gracias.

- Los invitados tienen muchas ganas de conocerte.

- Pero yo a ellos no.

Justin ríe y se acerca a mí, al estar sentada en la cama él se pone de cunclillas para estar a la misma altura que yo.

- Venga, no seas tan gruñona, les vas a gustar, tanto como a mí.

- ¿Y a ti te gusto? - Digo con un tono un tanto gracioso.

- No sabes cuanto. - Justin sonríe y seguidamente me da un rápido beso en los labios, de esos que te dejan con ganas de más.

Me coge de la mano  salimos de la habitación, de nuevo en ese inmenso pasillo, la música se escucha un poco más alta, es lenta, la típica de fiestas importantes.
Vamos hacia la escalera y cuando llegamos hasta ella siento miles de ojos mirándome, la malloría son personas de la edad de Justin, miro a todo el mundo, me miran sorprendidos hasta que llego a unos ojos que ya conozco de antes, los de Chris, me ofrece una sonrisa tranquilizadora.

- ¿Ves? No ha pasado nada - Me susurra Justin.

Yo lo miro, mis ojos se encuentran con los suyos y por un momento es como si nadie estubiese allí, solo él y yo.
Bajamos la escalera lentamente y al llegar abajo la fiesta continúa, como si nada.
Unas chica algo mayor que Justin se acerca hasta nosotros.

- ¿Esta es tu futura esposa? - Le pregunta con una amplía sonrisa.

- Sí, ella es ____(TN)

- Encantada, yo soy Selena.

Yo le sonrío aunque me siento algo incómoda.

- Te diré algo, aunque a Justin le encanta hacerse el duro, luego, necesita que le mimen.

Justin la mira algo molesto y luego me mira a mí, yo estoy algo desconcertada.

- Bueno Selena, ¿sabes donde está Ryan?

- No Justin no lo sé, pero ¿Por qué quieres que deje de hablar con _____(TN)? Al fin y al cabo es ella quien va a sustituirme.

Al escuchar aquello aún estoy más confusa, Justin me coge de la mano y con un gesto suave me acerca a él.

- ¿Cómo que sustituirte? - Pregunto.

- Yo soy la ex-novia de Justin. Pero tranquila, es todo tuyo.

Selena se gira y se pierde entre la gente.

Voy a decirle algo a Justin pero este me interrumpe.

- Ya hablaremos de esto más tarde, ahora quiero presentarte a más gente.

Me lleva hasta Chris que está con una chica realmente guapa, ojos color caramelo y el pelo muy largo y castaño.

- Hola _____(TN) ven, te voy a presentar a mi novia, Clau, es de España.

- Hola, encantada. - Me sonríe y me da un cálido abrazo.

- Bueno chicos, ahora seguimos hablando que quiero presentarle a Ryan.

Justin me lleva hasta el jardín donde busca con la mirada algo.

- ¿Por qué tienes tanto interés en que conozca a Ryan?

- Porque de todos los que hay aquí, a parte de Chris, es uno de mis mejores amigos y en el que puedes confíar.

Por fin parece que lo ve y me acerca hasta un chico, de ojos azules y impresionante cuerpo.

- Ryan, te presento a mi prometida, _____(TN)

- Joder Justin, primero te da por una mayor que tú y ahora un yugurin...

Justin le da un golpe en el hombro y Ryan ríe.

- Vale, lo siento, encantado ____(TN) yo soy Ryan.

Me estrecha la mano y después de una larga noche de conversaciones que no entendía nada y gente a la que me presentaban y a los diez minutos no me acordaba de su nombre pudimos sentarnos a descansar.

- ¿Te lo estás pasando bien?

- Bueno, no está mal.

- Lo entiendo, estás fiestas son muy aburridas para una chica de tu edad, pero ya te irás acostumbrando.- Justin pasa uno de sus brazos por mis hombros y me acerca a él.

En ese momento se escucha la canción de la otra noche, la canción con la que di mi primer beso. Miro a Justin y él me sonríe.

- ¿Quiéres bailar?

Yo me levanto y lo llevo hasta el gran salón donde muchas parejas están bailando, al principio me da algo de vergüenza pero Justin me sonríe y hace que todo se me olvide.

Llevamos así mucho tiempo, no sé cuanto pero la canción está a punto de acabar.

- ¿Quiéres ser la chica más envidiada de esta fiesta? - Me susurra Justin con una sonrisa.

- Creo que ya soy la más envidiada.

Justin ríe y finalmente une nuestros labios, haciendo que se escuche un 'ooooh' por toda la sala, yo me ruborizo y Justin sonríe sobre mis labios, no sé por qué pero me encanta que haga eso.
Nos separamos por falta de aire y seguimos con la fiesta.

Son las doce y cuarto y yo estoy muy aburrida, no sé que hacer, todo el mundo habla de cosas que no entiendo y lo único que hago es seguir a Justin. Cada vez la fiesta está más vacía, definitavemente, esto es un muermo.

Chris le susurra algo a Justin en el oído a lo que Justin empieza a pedir a la gente que se marche, en pocos minutos solo quedamos Justin, Chris, Clau, Ryan y una chica de la cual no recuerdo su nombre.

- Ven. - Justin me coge la mano y me lleva hasta el garaje.

Nos montamos en dos coches, en unos se montan Ryan, Chris, Clau y la chica 'sin nombre' y en otro solo Justin y yo.

- ¿A dónde vamos?

- No seas impaciente, es una sorpresa.

Yo me cruzo de brazos y pongo la radio, están poniendo canciones de hace algunos años y Justin comienza a tararear una, el estribillo se lo sabe y empieza a cantarlo, tiene una voz preciosa que consigue erizarme el bello.

- Ya hemos llegado.

Justin baja del coche y me abre la puerta, estamos en una playa, al fondo se ve una hoguera con personas alrededor.

- ¿Qué vamos a hacer aquí?

- La verdadera fiesta.

Llegamos hasta la hoguera, en ella están Clau, la chica 'sin nombre', Chris y Ryan.

- Ey bro! Ven, hemos traído algunas cosas - Dice Chris con una bolsa en la mano.

De ella saca algunas botellas y una bolsa de esponjitas.

No sentamos alrededor de la hoguera.

Pasamos una noche estupenda entre risas y demás, por fin consigo enterarme del nombre de la chica, Mar.

- ¿Tiénes frío? - Me susurra Justin.

- Un poco.

Justin se quita la chaqueta y me la pone por los hombros.

- Justin, estoy cansada ¿nos podemos ir a casa?

Justin asiente y se despiede de todos seguidamente me lleva a casa.

La luz me da en los ojos, me molesta bastante, abro los ojos como puedo y me estiro.

- Buenos días dormilona.

- Justin, tu y yo tenemos una conversación pendiente.

- ¿Qué?

- ¿Por qué Selena dice que soy su sustituta?

- Bah, no le hagas caso.

- No, Justin, quiero saberlo.

Justin se acerca a mi y empieza a besar mi cuello cada vez me cuesta respirar más y de mi boca sale un pequeño gemido aunque yo me levanto de la cama.

- ¿Qué te pasa?

- Que me contestes.

Justin suspira y se levanta, me coje de la mano, me acerca a él y acerca su boca a mi oído.

- ¿Sabes? Haces que me vuelva loco.

- Justin, por favor, hago lo que sea pero cuéntamelo.

Justin me mira y sonríe.

- ¿Lo que quiera? - Me rodea la cintura y baja su mano hasta mi trasero.

- No pienses mal.

Justin ríe.

- Selena se iba a casar conmigo por eso te lo dijo.

- ¿Y por qué no os casásteis?

- Eres un cotilla.

- Venga dímelo.

- Pues porque las cosas salieron mal y ya está.

- ¿Tú la querías?

- Más que a nada en esta vida.

- ¿Pero qué pasó?

- Me engañó, lo único que quería era mi dinero, pero lo pasado pasado está y ¿sabes qué?

- ¿Qué?

- Que ahora mismo, aquí, contigo, soy el hombre más feliz del mundo.

Yo sonreí y le besé, le besé como nunca antes, entregándome a él como nuna, Justin me tumbó delicadamente en la cama y él se puso sobre mi sin separar nuestros labios.

- Justin, parecemos una pareja - río.

- ¿Es que no lo somos?

- No.

Justin se levanta brusco y se apoya en el sofá.

- ¿Cómo que no somos una pareja?

- Bueno, puede que sienta algo por ti pero es nada más que cariño.

- Hicimos un trato, tú te casabas conmigo y yo te trataba a ti y a tu hermana como una reina.

- Lo sé Justin, lo siento, no te enfades. - Me levanto de la cama, me aerco a él y le pongo un pucherito.

Él ríe y acaba uniendo de nuevo nuestros labios.

(...)

Siento como alguien me tambalea, unas manos suaves y cálidas.

- Cariño, despierta, hoy es tu primer día de clase.

Yo suspiro y miro hacia Justin que me mira con uan amplia sonrisa.

- No sé como puedes despertarte siempre con esa sonrisa.

- Porque tengo lo más hermoso a mi lado.

Yo me sonrojo y le doy un pequeño golpe en el brazo, seguidamente me levanto de la cama y voy a cambiarme.

Me aseo y me pongo mi uniforme, es bastante normal y típico, falda de cuadros, camisa blanca, jerdey y corbata.

Bajo hasta la cocina donde el desayuno ya está servido.

- Bueno día hermanita. - Mi hermana está sentada tomándose unas galletas con uan gran sonrisa.

- Bueno días princesa.

- ¿Hoy es tu primer día de cole?

Yo asiento y suspiro, no tengo muchas ganas, además tengo bastante sueño.

- Señorita ¿Va a querer algo de desayunar?

Yo miro lo que hay y abservo un plto de tortitas, sonrío al verlo cojo un y le pego un bocado.

- ¿Qué haces tomándote mis tortitas? - Pregunta Justin divertido entrando a la cocina.

- Lo siento, no sabía que eran tuyas.

- Bah, no te preocupes, además todo lo mío es tuyo.

Yo sonrío y me termino la tortita.

- Venga cariño te llevo a clase.

Subimos al coche, Justin arranca el motor y coge mi mano apoyándola en la palanca de cambio de marcha, cambiamos de marcha los dos a la vez, me siento extraña peor a la vez, me gusta.

Por fin llegamos a ese inmenso colegio, delante de nuestro coche pasan una chicas con las faldas bastante subidas y las camisas atadas con un nudo no puedo evitar mirar a Justin que las mira con deseo.

- ¿Por qué no le pides a alguna de esas que se case contigo? - Pregunto irónica.

Justin me mira y sonríe.

- ¿Te has puesto celosa?

- No.

Justin vuelve a reír.

- Bueno, me marcho quiero saber más o menos donde están las clases.

Intento abrir la puerta pero Justin me coge de la mano y me acerca a él.

- Estaré más de seis horas sin verte ¿no me das ni un beso?

Yo le doy un rápido beso en los labios y salgo del coche.

Capitulo 3

Me levanté, en la habitación  había una luz preciosa,  de esas que te hacen levantar con una sonrisa.

Miré a mi lado y Justin no estaba, en su lugar había una nota, 'Reina, me he ido a hacer unas comprillas con tu hermana, estaremos en casa a la hora de comer, te quiero, Justin'
Una sonrisa apareció en mi rostro ¿Por qué me hacía sentir así? Suspiré y me tumbé de nuevo en la cama.

- Hola señorita _____(TN) ¿Quiére desayunar aquí o prefiere en el comedor?

Yo me elvanté bruscamente de la cama y miré hacía Maribel.

- ¿Puedo desayunar aquí? - Pregunté con un tono un tanto gracioso.

- Claro señorita, puede hacer lo que quiera.

Yo sonreí y le pedí que me llevase el desayuno a la cama.

Cuando por fin Maribel se marchó de la habitación me dispuse a cambiarme, me puse unos pantalones vaqueros, una sudadera y unas deportivas.

Me sonté en el sofá en frente de la chimenea y puse la televisión.
´Las acciones del señor Bieber están disparadas, parece que puede llegar a ser uno de los hombres más ricos del mundo´.
Yo me quedé petrificada ¿Uno de los hombres más ricos del mundo? Joder, eso le tubo que costar mucho.

Maribel me trae el desayuno, unas tostadas y un poco de zumo, yo se lo agradezco y empiezo a comer tenía bastante hambre.

Termino y bajo, la casa está sola, se nota cuando Justin no está en ella.
Miro por todas las habitaciones hasta que llego a la biblioteca, todavía me cuesta situarme en esta casa tan grande, miro algunas estantería, libros y más libros, un aburrimiento, hasta que llego a unos álbumes, lo admito soy muy cotilla y no pude resistirme a mirar unas cuantas fotos.

Me senté en un amplio sofá que habia, abrí el primer álbum, salía Justin de pequeño, con una mujer joven, debería ser su madre, otra con un chico y una chica, parecían bastante felices.

- ¿Sabes? Deberías aprender a no cotillear tanto.

Subo la mirada y lo veo entrando en la biblioteca seguido de mi hermana.

- Bueno, voy a ser tu esposa, todo lo tuyo es mío ¿no?

Justin sonríe y me quita el álbum de las manos, lo observa con una sonrisa y me lo vuelve  a dar.

- Esta es mi hermana Jazzy, tiene catorce años y él es Jaxon, que tiene nueve.

Yo me quedé observándolos, la verda, se parecían bastante a Justin.

- ¿Te parece si comemos?

- ¿Qué hora es? - Pregunto algo confusa, ya que no hace ni media hora que he desayunado.

- Las dos y media.

- Yo no tengo hambre, acabo de desayunar - Digo con uan sonrisa.

- Bueno pues yo me muero de hambre, esto de estar toda la mañana de compras de mucha ¿verdad Alex?

- Sí, hemos comprado muchas cosas - Dice ella con una sonrisa.

Salimos de la biblioteca y mientras vamos al comedor Alex me va contando todo lo que han ido haciendo.

- Y luego Justin me llevó a una juguetería y me dijo que podía comprar todo lo que quisiese ¿Pero sabes lo que más me ha gustado?

- ¿El qué?

- Cuando hemos ido a comprar tus trajes de reina.

- ¿Mis trajes de reina? - Pregunto confusa.

- Sí, Justin te a comprado mucha ropa y dos trajes muy bonitos.

Yo miro a Justin y este se limita a sonreír.

- ¿Y tú que has hecho? - Pregunta Justin intentado desviar la conversación.

- Pues dormir - sonrío.

Cuando terminan de comer nos vamos al salón a ver un poco la televisión.

Llaman a la puerta y Justin se levanta para ver quien es, se escuha la voz de un chico, más  o menos de la edad de Justin y parecen bastante contentos.

- Ven, te voy a presentar a unas chicas. - Se escucha decir a Justin y segudamente unos pasos acercándose.

Miro hacia la entrada y veo un chico, bastante guapo ¿Qué digo guapo? Guapísimo, el me sonríe y yo le contesto con otra sonrisa.

- Ella es ______(TN) - Dice Justin algo molesto.

El chico se acerca sin borrar su sonrisa del rostro y me da la mano.

- Yo soy Christian, aunque me puedes llamar Chris.

- Encantada Chris.

(...)

Chris pasa al tarde con nosotros, nunca pensé que Justin fuera tener amigos ¿normales? sí, pensaba que todos iban a ser unos estirados y que el dinero le saliera por las orejas.

- ¿Entonces? Tú eres la prometida de Justin ¿no?

- Así es -suspiro.- Bueno, enrealidad lo hago por mi hermana.

- Bueno, se ve que se llevan bastante bien.

Chris dirige su mirada hasta ellos, ahora mismo estamos en la piscina cubierta, Alex se empeñó en que quería ir y al final accedimos, la verdad no se está tan mal y me encanta ver como Justin y Alex juegan, parece que nunca se cansan.

- Bro, se hace tarde, es mejor que me marche ¿mañana nos vemos en la oficina?

- Claro, y por favor, ven pronto no quiero seguir cubriéndote.

- ¡Pero si tú eres el jefe capullo!

- Es verdad, entonces no pasa nada - Justin ríe y se despide de Chris.

Ya es bastante tarde y vamos a cenar, una pizza, espera, ¿una pizza?

- Vaya, nunca pensé que te gustaran estas cosas. - Digo mientras me siento en el comedor.

- ¿Bromeas? Esto es lo mejor que han inventado - Dice Justin mientras le pegan un buen bocado a su trozo.

Mi hermana no come mucho solo dos trozos y se va temprano a la cama ya que está rendida del día que llevaba sin parar.

Justin y yo seguimos en el comedor, él está sentado a mi lado mirándome sonriente mientras le cuento todas mis trabesuras en el orfanáto.

Miro la caja de la pizza solo queda un trozo, Justin me mira desafiante y los dos nos lanzamos a por el trozo, aunque Justin es más rápido y la consigue coger.
La mira y la chupa, luego la deja en la caja.

- Venga, cógela ahora - Dice con tono burlón.

Y yo sin contarme cojo el trozo y le pego un buen bocado.

- ¿Sabes? Ahora mis salibas se quedarán en tu boca durante seis meses.

- ¿Dónde has leido eso? - Digo burlona.

- No lo sé, pero lo leí.

Yo río y me doy cuenta de que estamos a tan solo unos centímetros.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Claro, dígame señor Bieber.

- ¿Por qué no te pruebas los trasjes que te he comprado?

Yo sonrío y subo corriendo a la habitación, los busco en el vestidor, primero me pongo uno negro, largo y algo estrecho, con algunos brillantitos, bastante sencillo pero muy bonito.

Me asomo a las escaleras y escucho una canción lenta, no reconozco cuál es pero me he enamorado nada más escucharla.

Justin aparece al final de la escaleras y me sonríe.
Bajo las escaleras hasta encontrarme con su mano, la cojo fuertemente y él me coje de la cintura, me eleva un poco y hace que me salte los dos últimos escalones. Me vuelve a dejar en el suelo y me susurra al oído 'estás preciosa' Yo siento como mis mejillas empiezan a calentarse, no, por favor, otra vez no quiero ponerme roja.

- ¿Siempre eres así de vergonzosa?

- Depende de con quién esté.

- Bueno, pero conmigo tienes que tener confianza, vivimos juntos.

Justin me da un giro al ritmo de la música, todo es perfecto, la música, el vestido, él , yo...

Pasamos así toda la noche, no hablamos mucho, solo nos limitamos a sonreír, pero me siento bien.

- ¿Sabes? Pensé que serías de otra manera. - Le digo mientras apoyo mi cabeza en su hombro.

- ¿De otra manera? ¿Cómo el señor Burns?

Río ante el comentario y le vuelvo a mirar, esos ojos, esos ojos son la cosa más bonita que he visto y puede que ahora mismo no me importe ser su prometida, es más, me gusta serlo.

Mis manos rodean su cuello y sonrío, él también lo hace. Me pega más a él y siento como mi corazón se acelera, muy lentamente vamos acercando nuestros rostros, y finalmente rozamos nuestras narices.

Siento su aliento chocando en mi boca pero no puedo resistirlo, necesito besarle, sentir como es eso.

Finalmente junto nuestros labios, no hacemos nada, solo los juntamos y entonces siento como sube uno de sus manos hasta mi mentón y hace que habra mi boca un poco para introducir su lengua, roza con la mía pero no sé que hacer, como actuar, él se separa y me mira.

- Déjate llevar ¿vale? - Me dice sereno con uan sonrisa.

Yo asiento y vuelvo a unir nuestros labios, esta vez no necesito que él me ayude a abrir mi boca, lo hago yo sola y siento de nuevo su lengua que roza la mía suavemente, entonces mi lengua se despierta y juega un poco, es algo extraño hace unas hora pensaba que nunca iba a hacer esto con él pero ahora mira, lo estoy besando, y Dios, nunca he estado tan feliz.

Escuchamos unas pequeñas palmaditas desde la escalera, Justin y yo nos giramos y vemos a mi hermana con una amplía sonrisa.

- ¿Qué haces despierta tan temprano? - Pregunto acercándome a ella.

- He escuhado música y quería ver que pasaba, ¿Sois novios? - Pregunta con uan sonrisa.

- Venga pequeña, te acompaño a tu habitación - Digo intentando cambiar de tema.

L a cojo de la mano y la llevo hasta su habitación, la tumbo en la cama y la tapo.

- ____(TN), ¿Justin y tú sois novios?

- ¿Te gustaría que lo fuésemos?

- Claro, además, se ve que os queréis mucho.

 - Verás pequeña, las cosas son algo defíciles pero te prometo que cuando seas mayor yo te lo explico todo.

Ella asiente y cierra los ojos.

Me voy a mi habitación, donde Justin  me esperaba tumbado en la cama.

Me cambio en el vertidor y salgo con el pijama puesto, me tumbo al lado de Justin y pongo la televisión.

- ¿Qué piensas ahora de mí? Ahora que me has besado. - Dice Justin con una sonrisa.

Yo lo miro y me apoyo en su pecho, lo tiene descubierto y me encanta.

- Pues no lo sé, pero supongo que no te tengo tanta manía - suelto uan carcajada.

- Yo diría que hasta me quieres.

- No sueñes.

- ¿Te puedo pedir un favor?

- Depende.

- Depende ¿de qué?

- Del favor que sea.

- ¿Me das un beso de buenas noches?

Yo sonrío y me acerco hasta su rostro, está sonriendo y me encanta verlo así, uno nuestros labios de nuevo y con un rápido gesto se pone enciama mía.

- Justin, para - Digo apartándome de él.

- ¿Qué pasa?

- Que me has pedido un beso de buenas noches - sonrío - no te pases.

Él sonríe y se pone a mi lado, me rodea con su fuerte brazo y me acerca a él.

Finalmente el sueño puede conmigo.

Me despierto, esta vez Justin sí está a mi lado, con los ojos cerrados, durmiendo es un angelito.

Decido darme una ducha, voy hasta el vestidor y cojo algo de ropa, me aseguro de que Justin sigue dormido y me quedo en ropa interior, voy sigilosa hasta el baño pero justo cuando voy a entrar alguien me abraza por detrás.

- ¿No deberías ir así por la casa? - Me susurra al oído.

Yo estoy roja, quiero morirme, no sé que hacer, miro al suelo nerviosa y me quedo callada.
Justin me gira y sonríe.

- ¿Sabes? Yo nunca te obligaré a hacer algo que no quieras pero me harías la persona más feliz del mundo si....

- ¿Si? - Digo yo mirándole a los ojos, están brillantes.

- Bah, déjalo, nunca va a pasar.

- No, Justin dímelo ¿si qué?

- Pues si me entregaras tu virginidad.

Esas palabras me dejaron helada, joder, nunca pensé que hablaría de eso con Justin porque nunca lo haré con él, puede que lo bese, puede que incluso le llegue a querer pero no hasta tal punto de entregarle algo tan importante.

Me separo de él y me meto en el baño, unas lágrimas recorren mi rostro ¿Por qué lloro? No debería llorar, no, al menos no por él.

*Justin*

____(TN) se va, me deja allí. ¿Por qué coño le has tenido que decir eso? Eres un bocazas.

- ¡Justin!

Me giro y veo a Alex correr hacía mí, la cojo en brazos y le doy un beso en la mejilla.

- ¿Ya te has despertado?

- No, me he despertado hace mucho, ya he desayunado y todo - Dice con una sonrisa.

- ¿Y no me has habisado?

- No, es que Maribel me dijo que era de mala educación despertar a las personas.

- Bah, pero a mí me puedes despertar siempre que quieras.

La siento en la cama y yo me tumbo a su lado.

- ¿Justin? ¿Por qué ______(TN) no quiere ser tu novia?

- No lo sé, alomejor es que soy muy feo.

Ella ríe y se pone de rodillas.

- No eres feo.

- Entonces  no lo sé, alomejor me tendré que casar contigo - Le digo con una sonrisa.

Ella niega con la cabeza y se tumba en la cama tapándose con la almohada.

- ¿Qué no quieres casarte conmigo? - Le digo mientras le hago cosquillas.

- ¡No! Tú eres muy viejo - Dice ella entre risas.

Paro y me tumbo de nuevo.

- Oye, ¿tú hermana alguna vez te ha contado algún sueño?

- No, pero cuando era más pequeña me contaba un cuento y por la forma en la que lo contaba creo que le hubiese gustado ser la protagonista.

- ¿Y qué decia el cuento?

- Es sobre una princesa que vive encerrada en una torre y un príncipe la rescata, el príncipe la lleva a una ciudad preciosa la llamaba 'La ciudad de los enamorados' y decía que allí se prometieron amor eterno.

Yo pienso, ¿La ciudad de los enamorados?  Ya sé París, siempre ha sido la ciudad donde van los enamorados.

Escucho como abren la puerta del baño y sale _____(TN) con el pelo mojado y una gran sonrisa.

*TÚ*

Salgo del baño y veo a Justin y a Alex tumbados en la cama.

- ¿Qué hacéis?

- Nada - Dice Justin con una sonrisa.

Yo le sonrío, quiero hacer como si nada de lo de antes haya pasado.

- ¿Qué vamos a hacer hoy?

- Pues yo te tengo que comprar algunas cosillas, ya sabes, la semana que viene empiezas el instituto y tendrás que ir preparada.

- ¿Cómo que empiezo el instituto?

- Lo que oyes, tendrás que estudiar ¿no?

Yo suspiro y asiento, me siento en el sofá y comienzo a peinar mi larga melena que está hecha un desastre.

(...)

Llegamos a un inmenso centro comercial, está repleto de gente.
Empezamos a caminar hacia la puerta y siento como Justin entrelaza nuestros dedos, yo lo miro y me sonríe, no puedo resistirlo y también lo hago.

Vamos por los largos pasillos del centro comercial, todo el mundo nos mira y yo me siento algo intimidada.

Entramos a una tienda de móviles.

- Bueno, elige el que quieras.

- ¿Cómo que elija el que quiera?

- Pues eso, necesitas un móvil para poder llamarme si necesitas algo.

- Pero yo no sé de esto.

Justin suspira y se acerca al dependiente.

- Deme el móvil más caro que tenga.

Yo aprieto su mano que no ha soltado desde que entramso al centro comercial.

- ¿Qué pasa?

- Que yo no necesito el más caro, yo quiero uno normalito.

- Déjame a mi esto ¿vale?

Yo suspiro y asiento.

El hombre trae una caja de la que saca un móvil bastante bonito, de color negro y táctil, empiezan a hablar de cosas que no entiendo, solo observo como Justin asiente y de vez en cuando sonríe, finalmente le da su tarjeta de crédito  y paga.

- Justin, no necesito tanto, enserio.

- ¿Quiéres dejar de quejarte?

- No, es que... - Justin me interrumpe besando mis labios, me siento como en una nube pero al separarnos todo el mundo nos mira, normal, yo también me quedaría mirando si viese a una adolescente besar a un chico que tiene muchos más años que ella.

Justin me mira y sonríe, parece que todo se lo tome a cachondeo, me vuelve a coger de la mano y me lleva hasta una cafetería donde él pide un café y yo un batido de chocolate.

- Justin, no vuelvas a hacer eso en público.

- ¿El qué?

- Pues besarme, todo el mundo nos miraba.

- Pues que miren, a mi me da igual lo que piensen.

- Pues a mi sí, porque esto se me está llendo de las manos.

Justin me mira confuso.

- Justin, lo siento pero esto no puede seguir así, esto de comprarme todo lo que quiera, de ser una niña mimada y además besarme cuando te dé la gana.

- Cariño, eres mi futura esposa, puede que no nos hayamos conocido como las demás parejas ¿Y qué? Yo sé lo que te pasa y no quieres admitirlo.

- A ver, señorito 'sabelotodo` ¿Qué me pasa?

- Que te da miedo enamorarte de mi, de un chico que es millonario, guapo y tiene nueve años más que tú, porque en tu mundo perfecto el príncipe no es así.

Yo me quedo callada, por más que quisiera negarlo tenía toda la razón, desde que me besó siento algo extraño, como que ya me da igual que duerma conmigo, me da igual que me abrace y me encanta que me bese.

- ¿Me equivoco?

Yo le miro y niego con la cabeza, entonces me coge la mano y me la besa, eso hace que un escalofrío recorra mi cuerpo.

- ¿Y por qué le tienes miedo a enamorarte?

- No lo sé, supongo que no estoy preparada.

Justin se toma lo que le queda del café dejándose un gracioso 'bigote' sobre los labios.

- Justin, te has manchado - Digo con una sonrisa.

Justin va a coger una sevilleta pero yo se la quito de las manos, me siento en sus piernas y se lo limpio. Justin me mira sorprendido y yo le beso, de nuevo la gente nos mira pero a mi me da igual.

- Me da igual enamorarme o no, pero sí quiero estar feliz contigo.

Capitulo 2

Llegamos a esa inmensa casa, eso no era normal juraría que podía ser un pueblo.

- ¿Os gusta? -Pregunta Justin mientras saca del maletero de su Lamborgini las maletas.

Mi hermana coge su peluche, es un oso, se lo compré yo cuando fuimos todo el orfanáto a la feria.

- Es bonita. - Respondo mientras observo como Justin saca las llaves de su bolsillo.

- Bienvenidas a la Masión Bieber, vuestro nuevo hogar.


- ¿No me digas que tienes un ego tan grande como para ponerle tu nombre a la casa?

- Bueno, puedo permitirme el lujo.

Justin sigue adelante, mi hermana y yo le seguimos algo asombradas por la maravilla que había ante nuestros ojos, un gran jardín lleno de flores y fuentes, luces y algún que otro arbusto con formas extrañas.

Llegamos a la puerta y me quedé mirado con asombro una gran 'B' que había en la puerta.

Abrió la puerta y nos hizo un gesto para que entrásemos, una mujer de unos cincuenta años vino corriendo, iba con un delantal y con una amplía sonrisa.

- Hola Justin - Puso una cálida sonrisa -¿Quiénes son estas señoritas tan guapas?

- Hola Maribel, bueno te las presento, ella es _____(TN), mi futura esposa.

Al decir eso a la señora se le cambió la cara por completo y me miró algo aterrorizada, yo intentaba no mirarla demasiado, podía sentir como mis ojos empezaban a humedecerse.

- Y esta princesita de aquí - Prosiguó Justin cogiendo en brazos a Alex - Es Alex, mi cuñada.

- Encatada de conocerlas señoritas.

- Maribel por favor, lleva a Alex a la habitación de arriba, yo le enseñaré la habitación a ____(TN)

Maribel asintió y cogió de la mano a Alex, le dijo algo al oído y mi hermana sonrió, supongo que mi hermana estará bien en un sitio como este.

- Bueno Justin ¿Dónde está mi habitación?

- Dirás nuestra habitación.

- No pienso dormir contigo ¿¡Estás loco!?

Justin hizo caso omiso a mis palabras y me cogió de la mano, me condujo hasta una grandes escaleras, y después de subirlas me llevó hasta una puerta, una puerta inmensa y de color blanco.

Justin se puso detrás mía y me tapó los ojos con sus cálidas manos, yo suspiré.

Sentí como la puerta se abría y Justin me empujaba un poco para que siguiera hacía delante. Yo hice caso y caminé, entonces con un susurro que hizo que me entremeciera Justin dijo 'Bienvenida a tu nuevo mundo'. Acto seguido me quitó las manos de los ojos y cuando vi aquella inmensa habitación me quedé alucinada, era algo impresionante, de un color beige claro, con un estampado precioso. En el centro había una cama enorme con unas sábanas que parcían carísimas y unos cojines del mismo tono que la pared, también había una inmensa televisión para quedarte toda la noche viéndola y debajo una chimenea.

Me giré hacía Justin que me observaba con una cálida sonrisa 'momento perfecto para el beso' pensé, pero no, no lo iba a besar porque no lo amaba, más bien lo odiaba pero todo esto lo hacía por mi hermana.

- ¿Te gusta?

- Mucho - Dije acercándome a un bonito sofá que había cerca de la chimenea. Pasé mis finos dedos por él, era realmente suave y parecía bastante antiguo.

- Pues aún hay más.

Me giré sobre saltada - ¿Más?

Justin asintió sonriente y se acercó a unas puerta, las abrió y cuando vi aquello quería morir, era el sueño de cualquier chica de dieciséis años, un vestidor, enorme.

- Ahora mismo está vacío pero ya nos encargaremos de eso más tarde, cuando hayas descansado.

- Justin, no hace falta todo esto, voy a ser tu esposa ¿no es lo que querías?

- Pero mi esposa se merece lo mejor.

- Bueno ¿Quiére sorprenderme con algo más Señor Bieber?

- Bueno, todavía queda mucha casa por enseñar, pero ¿Por qué no te das un baño antes?

Bueno, la verdad es que no me vendría nada mal ducharme, estaba algo cansada y necesitaba despejarme.

- ¿Dónde está el baño?

Justin me hizo un gesto para que lo siguiera, en esa misma habitación al fondo me abrió una pequeña puerta y entramos en un gran baño, con una bañera enorme, un ducha, espejos por todos lodos y con un olor a jabón y colonia de hombre que para qué negarlo, me encantaba.

- Las toallas están ahí - Dijo señalando un pequeño mueble con varias toallas dobladas de color morado y con un 'JB' bordado - Maribel te traerá ahora algo de ropa para que te cambies.

Yo asentí con la cabezá y observé como Justin salía de la habitación.

Me apoyé en el borde de la inmensa bañera, quería aclarar todo el lío que tenía en mi cabeza, joder, me iba a casar, no, esto no podía ser verdad.

Abrí el grifo de la bañera y dejé que se llenara, me desnudé lentamente y finalmente me introducí en la bañera.

Cogí un gel y llené todo de espuma, cerré los ojos, necesitaba un poco de tranquilidad.

Escuché como la puerta se abría y me levanté sobre saltada.

- Hola señorita ____(TN) vengo a traérle su ropa.

Yo asiento.

- Si necesita algo me avisa por el teléfono.

- ¿Qué teléfono? -Pregunto extrañada.

- ¿No se lo contó Justin? Hay uno en cada habitación - Dice señalando un teléfono que hay pegado a la pared de color negro. - Solo hay que pulsar el botón.

- Vale, muchas gracias.

Maribel sale del baño y puedo relajarme de nuevo.

Cuando llevo ahí más de media hora y estoy hecha ya una pasa decido salir de la bañera.
Me seco y me pongo la ropa, salgo del baño, observo la habitación, todavía me fascina lo grande que es y decido abrir de nuevo el vestidor, esta vez veo que no está vacío si no que tiene algo de ropa, la que me traje del orfanáto.

Salgo y veo de nuevo ese largo pasillo, me da miedo andar sola por esa amplía casa, vaya que me pierda, pero escucho unas risas, en una habitación no muy lejos de donde estoy yo, me asomo y veo una habitación rosa, rosa fuxia, con una gran cama y muchos peluches, encima de ella observo como Justin juega con mi hermana y no puedo resistirlo un pequeña sonrisa aparece en mi rostro.

- Bueno, entonces ¿Quién soy yo?

- Tú eres el rey de este castillo.

- ¿El rey? -Pregunta Justin divertido.

- Sí - Responde Alex con una amplía sonrisa.

- Entonces si yo soy el rey tu eres la princesa.

- Vale - sonríe satisfecha - ¿ Y qué es mi hermana?

Justin se queda pensativo . - Tu hermana... Tu hermana es la reina, ¿no?

- ¡Claro! - Grita Alex muy contenta.

Justin ríe y le da un dulce beso en la frente.

- Justin... ¿Me prometes una cosa?

- Dime princesa.

- Que nunca nos vas a dejar de nuevo en ese horrible sitio, con la señora Smith.

Al escuchar eso unas lágrimas se escapan de mis ojos.

- Es un buen chico ¿verdad?

Yo me sobresalto y me giro rápidamente, Maribel me mira con una dulce sonrisa.

- Eso parece - Digo mientras me seco las lágrimas.

- ¿Sabe? Cuando me dijo que se iba a casar con usted me asusté.

- Lo entiendo, si le digo la verdad, no siento nada por él pero quiero lo mejor para mi hermana y él me lo prometió.

- Creo que se equivoca.

- ¿Cómo?- Pregunto confusa.

- Usted si siente algo por Justin, puede que no sea amor pero si cariño.

Yo me giro de nuevo y observo como mi hermana está feliz, jugando con Justin en esa inmensa habitación.

- Puede que no lo odie. -Digo finalmente girándome para verla de nuevo.

Maribel sonríe, entonces siento como alguien me abraza por detrás, unos fuertes brazos pero que a la vez me gustan.

- Siento molestar esta interesante conversación pero tengo que seguir enseñándole el reino a mi pequeña princesa. -Dice Justin con una amplía sonrisa.

Yo sonrío y me separo de él, puede que me haya gustado que me abrazara pero tenía que seguir 'aparentando' no podía coger muchas confianzas.

- ¿Y quién es tu princesa? - Pregunto, aunque sabía perfectamente que se refería a mi hermana.

- Pues a la princesa Alex.

Mi hermana ríe y Justin la coge en brazos.

Bajan las escaleras riendo y jugando, yo iba detrás algo preocupada, no quería que se hicieran daño.

Nos enseñó toda la mansión, era enorme, tardamos todo el día, entre cine, jimnasio, piscina cubierta, piscina exterior, salón de fiestas, sala de estar, salón de juegos, comedor, cocina...

Miré la hora, ya eran las diez y media de la noche, hora en la que mi hermana debería estar ya en el tercer sueño y así estaba, después de cenar pusimos una película y Alex se quedó totalmente dormida encima de Justin, me encantaba observarlos era algo muy tierno, Justin tumbado con ella encima suya, pasando su mano suavemente por su cabello y con la otra haciéndole cosquillitas por el brazo, claro, así cualquiera se queda dormida.

- Voy a acostar a Alex. -Dijo Justin mientras se levantaba delicadamente para no despertarla.

Escuché como subía los escalones y abría la puerta de una habitación pero no escuché más.

Estaba concentrada viendo la película, era de dibujos y la verdad no me enteraba de mucho pero era graciosa.

- Falta la mejor parte por ver.

Yo me sobresalté, me giré y vi a Justin apoyado en el marco de la puerta.

- ¿A sí? - Pregunto con una sonrisita.

Justin asiente y se acerca a mí, me ofrece su mano, la acepto y me lleva hasta el salón donde está la chimenea y todos los trofeos me acerca a una puerta de cristal y la abre.

Me lleva de la mano hasta la piscina, entonces me hace un gesto  para que le espere ahí.

Yo espero impaciente y derrempente todo empieza a ilumnarse, era asombroso, la picina empezaba a cambiarse de colores, los árboles tenían unas pequeñas lucecitas en sus ramas, me fijo bien y en el fondo de la picina veo una 'B' eso me hace reír, todo en esta casa tiene que ver con él.

- Bonito ¿verdad?

- Es precioso.

Justin sonríe y se sienta en un hamaca, me hace un gesto para que me siente a su lado y yo abodezco.

- Justin ¿Por qué a mí? ¿Por qué casarnos?

- Bueno, puede decirse que en esta vida no te puedes fíar de nadie y bueno, te vi y ¿Por qué no? ¿Acaso no soy de tu gusto?

- Bueno, eres guapo pero tienes nueve años más que yo, no sé, es raro.

Justin suélta una carcajada y me mira.

- ¿Alguna vez has besado a alguien?

- ¿A qué viene esa pregunta?

- Tú solo contesta, puedes confíar en mí.

Yo bajo la mirada, mierda, mis mejilla empiezan a calentarse, me estoy poniéndo roja, es la cosa que más odio.

- ¿Me vas a contestar? - Pregunta con un tono dulce.

- No, no he besado a nadie ¿Y qué? Tampoco lo necesito. -Digo algo furiosa al darme cuenta de que no he tenido un vida normal, siempre he sido la 'chacha' de la señora Smith, nunca me han querido de verdad y dudo que vayan a hacerlo alguna vez.

- ¿Cómo que no lo necesitas? Me tendrás que besar a mí ¿no? ¿O vas a ser la 'típica esposa aburrida'?

Yo río, no sé como lo hace siempre me saca una sonrisa.

- Bueno, si tengo que besar a alguien quiero que sea especial no por obligación.

- Lo entiendo, pero ese alguien voy a ser yo. - Dice con una sonrisa burlona.

- Ya veremos..

Justin borra la sonrisa de su rostro haciéndome estallar a carcajadas.

- Justin, tengo sueño ¿vámos a la cama?

- Mátame.

- ¿Qué? - Pregunto confusa.

- Acabas de decir 'vamos'.

- Bueno, tengo que dormir contigo ¿no? - sonrío.

Justin también sonríe y me coje de la mano para llevarme hasta la habitación, cuando estamos en la puerta el me sonríe y me coje como a una princesa, luego me pone delicadamente en la cama, dejándonos a tan solo unos centímetros, mi corazón empieza a latir fuerte pero por fín se separa y se acerca a la televisión, la pone y segudamente se quita la camiseta, vale tiene un cuerpazo impresionante y a mi edad la hormonas están algo revolucionadas.

- Justin, ¿no tienes parte de arriba del pijama?

- ¿Qué pasa? - Pregunta con una sonrisa pícara.

- Nada - Suspiro y me tapo con las sábanas, siento como Justin se acuesta a mi lado, se acerca mucho a mí, demasiado diría yo y me da un dulce beso en la mejilla.

- Buenas noches mi reina.

Nueva Novela Capitulo 1

Miro por la ventana, está lloviendo como el 80% de los días aquí en Canadá.

- ________ (TuNombre) Venga, viste a las pequeñas que hoy viene un señor muy importante.

- Vale. - Me levanto de mi cama y voy hacia la habitación donde están las niñas pequeñas.

Yo soy huérfana, soy la mayor de este orfanato y por lo tanto la que ayuda a limpiar, vestir y demás.
Soy más bien una carga ya que nadie me adopta porque con dieciséis años que tengo ¿Quién me va a querer?

Me asomo al la habitación y veo a las niñas saltando y jugando.

- ¡Chicas, vengo a ayudaros a vestiros! - Digo con uan gran sonrisa.

La niñas empiezan a reír y saltar.

Veo a mi hermana acercarse, sí tengo una hermana de seis años y es lo que más quiero, se llama Alexandra aunque la llamamos Alex.

- ¡_____(TN)! ¿Quién viene hoy?

- Ni idea pequeña, pero dicen que es muy importante.

Las peino y ayudo a vestirse.

- ¡______(TN)! Ven, necesitamos tu ayuda. - Se escucha desde la parte de abajo.

Bajo las escaleras y me quedo mirando hacia la puerta, ahí hay un chico de unos veinticinco años, alto con el pelo castaño claro y los ojos de un color miel precioso.

- Ven baja - Me dice la Señora Smith, la odio.

Bajo las escaleras y me acerco a ella.

- Este es el señor Bieber, el dueño de una cadena de restaurantes muy importante. - Dice señalando al chico de ojos color miel.

- Hola, encantado - Dice con una preciosa sonrisa.

Yo me sonrojo y le contesto con una sonrisa.

- Quiere adoptar a una niña, quiero que le acompañes y le presentes a las niñas.

- Ahora mismo Señora Smith.

Subo las escaleras y el hombre me sigue.

Entro en la habitación, están todas bien vestidas y con una sonrisa, quietas y en fila.

- Señor Bieber, estas son las niñas que tenemos, las más pequeñas son Marine y Fly que tienen tres años, y las mayores son Fabiola y Carly que tienen ochos años.

- ¿Y tú? No estás en adopción. - Me pregunta con esa sonrisa que no borra de su rostro.

- Bueno, la verdad es que nadie quiere adoptar a una niña de dieciséis años.

- Voy a hablar con Carmen (La Señora Smith).

Yo asentí y le acompañé hasta su despacho.

Luego subí a mi habitación.

* En el despacho de la Señora Smith *

- Bueno Justin ¿Y bien?

- Me ha llamado bastante la atención una chica.

- ¿Sí? ¿Cuál?

- Bueno, no me han dicho su nombre, es la chica que me ha acompañado hasta aquí.

- ¡¿______(TN)?! Pero, sí tiene ya dieciséis años.

- Bueno, estoy dispuesto a pagar lo que sea con una condición.

- Dígame.

- Quiero que se case conmigo.

- ¿Qué se case con usted?

- Así es.

- Bueno, hablaré con ella ¿Y de cuánto dinero estamos hablando?

- De unos diez millones de dólores.

- Ahora mismo voy a hablar con ella.
** **

Sigo Mirando a la nada, la verdad aquel hombre era bastante extraño, era muy joven para ser una persona tan importante.

TOC, TOC.

- Adelante.

- ____(TN) Tengo una noticia muy importante.

Me levanté de la cama y me dispuse a escuchar esa 'noticia'.

- Te vas de aquí.

- ¿Cómo que me voy de aquí?

- Sí, el Señor Bieber, quiere que te vayas con él.

- No puedo ir, no puedo dejar a mi hermana sola.

- Me da igual lo que digas, va a dar mucho dinero y lo necesitamos, además vas a casarte con él.

Esas palabras helaron mi corazón ¿Cómo que me iba a casar con él? ¡Pero si solo tengo dieciséis años!

- ¿Puedo hablar con él?

- Vale, pero sé breve, tienes que preparar tus cosas.

Yo asentí y bajé las escaleras, estaba en el salón sentado en el sofá observando un cuadro.

- Señor Bieber, ¿Puedo hablar con usted?

Se gira - Claro y me puedes llamar Justin.

- Bueno, Justin, yo no puedo marcharme de aquí, no puedo dejar a mi hermana sola, además ¿Cómo me voy a casar contigo?

- Mira, te sacaré de aquí, y sí, quiero casarme contigo ¿algún problema?

- ¡Pues claro que hay problemas! Por ejemplo, ¡Tengo dieciséis años!

- Si te casas conmigo, me llevo a tu hermana y estará en la mejor escuela y vivirá como una auténtica reina.

Reflexiono, la verdad, ahora mismo mi hermana es lo más importante que tengo en esta vida y quiero que salga de aquí cuanto antes.

- ¿De verdad?

- Te lo prometo, sólo tienes que casarte conmigo.

- Vale, me casaré contigo.

Justin sonríe satisfecho.

Subo a mi habitación y hago las maletas, luego ayudo a mi hermana a hacer las suyas.

Hoy, empezaré una nueva vida.